REEDICIÓN (edición: 17/06/2016)
CUENTO CLÁSICO REINVENTADO
La gallina Marcelina vivía en una granja rodeada de otros animales. Un día se encontró unos granos de trigo y, en vez de comérselos, decidió sembrarlos. Acudió a pedir la colaboración de sus mejores amigos para realizar la tarea:
—¿Quién me ayuda a sembrar estos granos de trigo?
—Yo no —dijo el pato.
—Yo no —dijo el gato.
—Yo no —dijo el perro.
La misma respuesta recibió cuando tuvo que regarlos, recolectarlos, llevarlos al molino, molerlos y amasar la harina. Cuando llegó a sus amigos el buen olor del pan recién salido del horno, acudieron a casa de Marcelina y ella les preguntó:
—¿Quién quiere probar este delicioso pan?
—Yo no —dijo el pato.
—Yo no —dijo el gato.
—Yo no —dijo el perro.
A lo que la gallina les respondió:
—Sois tan cabrones que hasta la moraleja del cuento me habéis jodido.
pobre gallina!La moraleja : dejar los tontos a sus tonterias !
ResponderEliminarHas recompuesto una moraleja, pero la del cuento original no es esa porque la respuesta de los amigos al ofrecimiento del pan no es negativa.
EliminarJajjajaja el cierre el sensacional.
ResponderEliminarCon amigos así...
Se agradece el humor a cualquier hora,pero por la mañana...más.
; )
Besos y buen fin de semana.
Con amigos así no le hacen falta enemigos. Ni la moraleja le dejan.
EliminarBesos y buen fin de semana también para ti.
Jajajajaja. Lo mismo eran todos alérgicos al gluten. Besotes!!!
ResponderEliminarTodo puede ser.
EliminarBesos
Que suerte la de Marcelina, en cambio entre los humanos hay amigos que se prestan dinero y no lo pagan y lo que es peor no lo ayudan a uno en nada.
ResponderEliminarAbrazos
Se ve que entre los animales irracionales viene a suceder lo mismo.
EliminarUn abrazo, Chaly.
De verdad, qué mala idea, ni una moraleja en condiciones le permiten a la pobre, con lo que desahoga eso.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Unos insensibles es lo que son. Pobre Marcelina.
EliminarGracias, Ángeles.
Menudos compañeros de granja, hasta fastidian la moraleja, si es que...
ResponderEliminarUn abrazo.
Y ya se sabe que un cuento sin moraleja pierde todo el sentido. Está como capado.
EliminarUn abrazo, Alfred.
Jajajaja, qué bueno!!!!!! Este me o apunto para reuniones familiares y de amigos que soy muy sosa y nunca sé chistes ni cosas graciosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un honor que lo consideres gracioso hasta tal punto.
EliminarUn abrazo, Marigem.
Jajajaja, cómo eres, qué bueno!
ResponderEliminarCon este cuento me has recordado a una de mis abuelas :)
Besos
De mis dos abuelas una tenía mucho sentido del humor y la otra carecía de él en absoluto. No aceptaba las bromas.
EliminarBesos.
Jajajjajaja
ResponderEliminarMuy bien por ellos.
Hay que reventar todo.
Saludos.
Eres un revolucionario, Toro. XD
EliminarSaludos.
jajajajajaja ¡Eres un genio!
ResponderEliminarSalud y abrazo
Con lo de genio te has pasado en generosidad dos o tres pueblos, pero te lo agradezco.
EliminarSalud y abrazo también para ti.
jajajajajaja muy buen final Chema!!! jajajajajaja
ResponderEliminarfeliz finde =))))
Besos....bueno, apapachos! ;)
Me alegra que te haya gustado, Liliana.
EliminarBuen finde también para ti.
Las dos cosas: besos y apapachos.
jajajaja muy bueno. Yo creo que se esperaban la respuesta y quisieron jorobársela jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo.
Era una respuesta demasiado evidente.
EliminarUn abrazo, Carmela.
El comportamiento es impredecible
ResponderEliminarla emoción sostenible
y la sonrisa tangible.
Gracias.
Mi abrazo
Nada más y nada menos.
EliminarGracias a ti, Athenea.
Un abrazo.
Cómo me hiciste reír con ese final. Más perfecto, imposible. Bravo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por tus risas y por tus palabras.
EliminarSaludos.
Los animales son así... Despiadados, incluso en los cuentos
ResponderEliminarUn abrazo
A modo de las personas.
EliminarUn abrazo, Ildefonso.
Genial y el final redondo
ResponderEliminarMuchas gracias, Mª Ángeles.
EliminarHoy, entre el final de cuento que no esperaba y el comentario de Toro juntos, me ha hecho dolor de tripas la carcajada. ¡Vaya par!!! Jajajajajajajajajaja.
Buen comienzo de sábado :) te deseo lo mismo Chema.
Besicos.
Tampoco es eso. Tómate un anís estrellado a mi salud (y a la de tus tripas).
EliminarBuen final de sábado y domingo para ti.
Besicos.
jajjajajaajaja, esos finales inesperados en tus cuentos son la monda.
ResponderEliminarUn beso Macondo
Gracias, Matt.
EliminarBesos.
Muy bueno, es imposible no echarse a reír pensando en la pobre gallina...con pesar por la pobre gallina, pero te ha quedado redondo. Genial Macondo. Menudos compañeros.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tus palabras, Conxita.
EliminarSaludos.
Jajajajajaja, qué risaaa. Genial, genial, genial.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, gracias, gracias.
EliminarBesos, Sara.
Jajajajjajaj. Genial, Macondo.
ResponderEliminarDa gloria leerte.
Un abrazo.
Gracias, Tecla.
EliminarUn abrazo.
Una risa nada menos. Me doy por más que pagado.
ResponderEliminarGracias, Julio David.
Saludos.
Qué frustración! Pobre Marcelina!
ResponderEliminarNo sé si sabía elegir bien a sus amigos la pobre.
Eliminar¡¡¡¡ Genial el final !!!! pobre Marcelina snif, snif, ella que iba de sensata y previsora.... .
ResponderEliminarBesos Chema.
Puri
Sensata y previsora sí que era. Los cantamañanas eran los amigos.
EliminarBesos, Puri.
Jajajaja!! Pobre Marcelina, todos pasan de ella...
ResponderEliminarBesotes!
Como de la peste.
EliminarBesos, Ali.
¡¿Cómo me había perdido este cuentito?! :D :D
ResponderEliminarNunca es tarde...
EliminarBesos.
¡Hace cuatro años!
EliminarMe encanta. Con lo bien que se queda una cuando arruina moralejas XD
Qué bruja eres, Silvia.
EliminarJajajaja estos aniamales cabrones... lo que sea con tal de dar por saco, ¿eh?
ResponderEliminarAsí funciona la cosa.
EliminarQué gentuza ;.). Un abrazo, Macondo
ResponderEliminarUn abrazo, Albada.
EliminarBuena adaptacion. Me encanta su final
ResponderEliminarUn abrazo
Celebro que te guste, Ildefonso.
EliminarUn abrazo.
Risas otra vez.
ResponderEliminarQué bueno!!!
Saludos.
Eres constante.
EliminarGracias.
Saludos.
jajajajaja
ResponderEliminarPues sí, qué cabrones. Muy buena la revisión del cuento, Macondo.
Besos
Celebro que te lo parezca, Alís. Es una de mis favoritas.
EliminarBesos.
Jajaja. Son unos desagradecidos esos cabronazos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Tal cual, Manuel.
EliminarUn fuerte abrazo también para ti.
Jajaja !!! que cabronazos !!!
ResponderEliminarPasar por aquí, Chema es una verdadera terapia, amigo...
Abrazos y buen comienzo de semana !!!
Lo mismo me sucede a mí con tu visita y tus generosos comentarios, Joaquín.
EliminarFeliz semana.
Un abrazo.
Pobre gallina Marcelina para una vez que iba a tener la sartén por el mango. Muy bueno este cuento sin moraleja 😂😂
ResponderEliminarGracias, Neuriwoman.
Eliminarjajajajaja qué bueno!!! ya estaba esperando la moraleja y jajajaj sí que fueron cabrones!!
ResponderEliminarUn beso.
En realidad la moraleja no es la esperada, pero sí que la hay.
EliminarUn beso.
Aunque no conocía el original, el final reinventado muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
El original es el mismo, pero con el final que se esparaba la gallina para meter su moraleja.
EliminarUn abrazo, Matías.
jajajajajaja...¡qué bueno el final! Me he reído un montón. ¡Bravo , Macondo!
ResponderEliminarBesos
Me alegra que te haya gustado, Rita.
EliminarBesos.
Jajajaajaja, me encanta, es muy gracioso. Ahora tienes que ir pensando otra moraleja y así vuelves a contar el cuento, ya con moraleja, y te solucionas una entrada, jejeje.
ResponderEliminarFeliz semana.
No sé yo si no será darle muchas vueltas. :)
EliminarYa ves que últimamente me soluciono las entradas reeditando. Estoy en época de vagancia.
Feliz semana también para ti.
La cara de la gallina quisiera ver yo, que frustración!
ResponderEliminarUn saludín ;)
Te la puedes figurar. Pensaba darles el corte esperando una reacción distinta y la cortada se quedó ella.
EliminarUn saludo.
Cacha bien con el asuntechi de la pandemia
ResponderEliminarPues nadie acata lo que le dicen para que vivan sanos
Ya todo le dicen no
Y ahí tenemos los rebrotes
Abrazos
No se me había ocurrido la relación.
EliminarUn abrazo.
La cara a cuadros se le quedó a Marcelina.
ResponderEliminarCuídate.
Un abrazo.
Ni desquitarse la dejaron a la pobre.
EliminarCuídate tú también, Laura.
Un abrazo.
Gracias por tu constancia, Julio.
ResponderEliminarUn abrazo.
jajajaja...muy buena esta versión. Me has hecho reír, Macondo.
ResponderEliminarNo te preocupes que ya conocemos la versión original.
Un abrazo y buena semana.
Eso de hacer reír es un lujo que no se consigue todos los días. Lo celebro, Ceciely.
EliminarBuena semana también para ti.
Un abrazo.
Jajajajaja me parto de risa vaya un final más bueno me parto jajajaja.
ResponderEliminarBesos enormes.
Me alegra que te haya gustado, María.
EliminarBesos.
Esta moraleja supera con creces a la original!
ResponderEliminarAdemás me he divertido un montón, esto es impagable. ¡Gracias!
Estoy dando un garbeo por los blogs, aquí estoy porque he venido, jaaaaaaa
Enga, unos besotes.
Ya sé que te va la marcha.
EliminarBesos.
El caso es llevar la contraria, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y otro para la pobre Marcelina.
Merecido lo tiene la pobre Marcelina, con esas amistades que se gasta. Bueno y yo también.
EliminarUn abrazo.
Me mondo. Ha sido toda una sorpresa. Después de tanto trabajo y ni siquiera quieren probarlo. Mejor para ella y sus pollitos, a más tocan.Me has hecho reir.
ResponderEliminarUn saludo
Me acordé de ti al ponerlo, Conchita. Por fin un cuento un poco amable para tu sensibilidad. Celebro tus risas.
EliminarUn saludo.
No me gustaría ser un incordio. Me encantan tus moralejas.
EliminarJajajaja.
ResponderEliminarUn relato con mucho humor.
Un abrazo.
A mal tiempo buena cara, Amapola.
EliminarUn abrazo.
Es que ya no te puedes fiar de la gallina Marcelina
ResponderEliminarY si esta les ponía "Bufalaga" para hacerlos para purga
para que vaya ligeros a VC ,jajajajajaja me a gustado mucho
Te deseo una feliz noche , besos de V...flor.
Celebro que te haya gustado, Flor.
EliminarFeliz noche también para ti.
Besos.
Llevo un buen rato leyendo tus cuentos reinventados (con lo que me gusta a mi un retelling :P) y me lo estoy pasando pipa. Gracias, necesitaba reír hoy.
ResponderEliminarUn beso (y por aquí me quedo!)
Un placer tu visita y una satisfacción que te hayas divertido. Te dejo la silla puesta para que vuelvas cuando quieras.
EliminarUn beso.
Un buen cuento sin moraleja con tanta negativa. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Mamen.
EliminarUn abrazo.
Intereresante cuento, Chema, a veces se agradece que no haya moraleja, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces la lleva implícita.
EliminarUn abrazo.
Si caray que gachos, jodieron todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo creo que fueron consecuentes.
EliminarUn abrazo.
Jajaja, eso por confiada, inocente, inocente y es que esta gallina no está a la orden del dia. Y es que las cosas cambian, para joder aún más. La negatividad es un arte, no nos engañemos, NO, NO es por convicción, jaja. Me sacas el demonio que llevo dentro, Chema. Feliz jueves.
ResponderEliminarEl caso es que salga ese demonio.
EliminarA estas horas ya paso a desearte feliz viernes y fin de semana.
jajajajaja,reir un rato esta genial!!!gracias,cariños.
ResponderEliminarMe alegro.
EliminarBesos.
¡JAJAJAJA!
ResponderEliminarTengo que reconocer que el final no lo vi venir.
Pobre gallina Marcelina, que no le dan ni la oportunidad de ser superior moralmente...
Besos recién horneados
Es esa la putada. Cuando cree que ha llegado el momento de darles una lección por todos los desplantes recibidos, resulta que los otros es que pasan hasta de comerse el pan que ha hecho.
EliminarBesos.
Eres genial, mi muy querido Macondo.
ResponderEliminarY la moraleja? ya nos lo contará la gallinita.
Dajaron sin moraleja a la gallina sus amigos.
EliminarBela y criativa. abrazo.
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn abrazo.