Aguantó los malos tratos físicos de su marido durante años, hasta que los hizo extensivos a los hijos de ambos. El abogado le dijo que la solución no iba a ser tan rápida y sencilla como ella pretendía. Antes de abandonar el hogar conyugal con los niños, debería mandarle un cable comunicándole el motivo. Un minuto más compartiendo su mismo techo se le antojaba demasiado tiempo, por lo que decidió seguir el consejo del letrado pero con carácter de urgencia. En vez de enviarle el cable se lo puso directamente, pero alrededor del cuello y aprovechando que echaba una cabezada en su sillón favorito después de cenar. Ayudada por los chicos lo pasó por encima de una viga del techo y entre todos tiraron con fuerza de él, hasta que el maltratador quedó colgando como un trapo con un palmo de lengua fuera de la boca.
Cita del día
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CITA DEL DÍA: «Existen dos maneras de ser feliz en esta vida: una es hacerse el idiota y la otra serlo» (Sigmund Freud).
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martes, 28 de marzo de 2017
viernes, 24 de marzo de 2017
Violencia de bañera
Una de mis hermanas tuvo uno de los tan frecuentes accidentes de cuarto de baño, cayéndose aparatosamente en la bañera. Aunque no parecía haberse roto nada, su marido le vió un golpe tan fuerte que la convenció para que fueran al hospital. Una vez allí, mientras mi cuñado se quedaba esperando, la metieron en una habitación para hacerle un reconocimiento. Al principio le sorprendió que le hicieran unas preguntas tan extrañas, hasta que cayó en la cuenta de por dónde iban los tiros y les dijo:
—Les agradezco su preocupación, pero el golpe ha sido tal y como se lo hemos descrito. Pueden tener la seguridad de que si el responsable hubiera sido mi marido le hubiera pegado tal hostia que el atendido hubiese tenido que ser él.
Desgraciadamente esas preguntas hay que hacerlas, porque no todas las mujeres tienen maridos normales como mi hermana. Todo empieza por perdonar la primera bofetada, pensando que no volverá a ocurrir. Por pensar que a los niños se les hace un favor aguantando. Por creer que en el fondo no es mala persona. Por sentirse culpable, en vez de víctima.
Poner tierra de por medio con el malnacido que te ha tocado en suerte es la única solución. Llamar al 016 puede ser el primer paso.
Mi solidaridad con las mujeres que sufren violencia.
Desgraciadamente esas preguntas hay que hacerlas, porque no todas las mujeres tienen maridos normales como mi hermana. Todo empieza por perdonar la primera bofetada, pensando que no volverá a ocurrir. Por pensar que a los niños se les hace un favor aguantando. Por creer que en el fondo no es mala persona. Por sentirse culpable, en vez de víctima.
Poner tierra de por medio con el malnacido que te ha tocado en suerte es la única solución. Llamar al 016 puede ser el primer paso.
Mi solidaridad con las mujeres que sufren violencia.
lunes, 20 de marzo de 2017
Un buen plato de acelgas
Cuando era niño en las casas solía prepararse una comida para todos, salvo por motivos de salud. Si no nos gustaba algún alimento nos hacían probarlo y a menudo terminaba siendo uno de nuestros favoritos. Actualmente sucede con mucha frecuencia que se hace un menú para cada miembro de la familia. Cuando a un hijo no le entra algo por los ojos se le prepara otra cosa, sin hacerle el favor de ayudarle a familiarizarse con ese sabor.
Hace años una de mis hermanas recibió la llamada de la profesora de su hija —mi sobrina y ahijada— diciéndole que quería hablarle sobre ella. Asustada le preguntó si había algún problema y se disculpó por haberla preocupado, diciéndole que todo lo contrario. Simplemente quería saber si podía acudir un día a clase para dar una charla a sus alumnos. Más tranquila, pero igual de desconcertada, le interpeló de qué podía hablar ella a los chicos y entonces recibió por fin la correspondiente explicación. Al paracer había hecho una encuesta entre ellos sobre su comida preferida y la cría había respondido que las acelgas. Como maestra y como madre quería saber cómo había podido conseguir que no solo no repudiara la verdura, sino que además llegara a considerarla su plato predilecto.
miércoles, 15 de marzo de 2017
Ortografía policial
Agente Mediavilla:
En relación con el caso del varón de 54 años que golpeó a su esposa en el domicilio conyugal sito en la calle Asturias, le felicito por su profesional intervención y la correcta redacción del informe, si bien debo llamarle la atención por su deficiente ortografía y solicitarle rehaga el escrito poniendo la palabra varón con la v que le corresponde. Así mismo quedo a la espera de una copia del parte médico con los daños ocasionados a la víctima.
Firmado: Inspector Romerales.
Inspector Romerales:
Firmado: Inspector Romerales.
Inspector Romerales:
Agradezco su felicitación y le remito el informe rehecho, siguiendo sus instrucciones. Así mismo le adjunto una copia del parte médico sobre las lesiones de la señora baronesa.
Firmado: Agente Mediavilla.
Firmado: Agente Mediavilla.
sábado, 11 de marzo de 2017
Una mujer con un palo
Siempre había estado muy arropado por su familia y cualquier iniciativa, por insignificante que fuera, se le antojaba toda una aventura. Cuando le invitaron a participar ya sabía que el juego era peligroso. Estuvo dudando durante algún tiempo, pero al final se lo tomó como un reto para superar sus miedos y les dijo que contaran con él. Las jornadas precedentes estuvo nervioso. No llamó para decir que se echaba para atrás, porque le dio vergüenza que pudieran reírse de su cobardía. El día señalado apenas probó bocado, a pesar de que la cita era para después de comer. Cuando llegó al bar y le pasaron a otra habitación, le sudaban las manos. Se sentaron los cuatro alrededor de una mesa. Se asustó mucho cuando lo primero que vio fue a una mujer con un palo en la mano. Le tranquilizaron, explicándole que era la sota de bastos. Que si la juntaba con el rey del mismo palo podía cantar las veinte y si era triunfo las cuarenta. Que jugar a las cartas apostando fuerte puede resultar adictivo, pero que a nadie le hace daño echar una partida de guiñote de vez en cuando jugándose la consumición.
martes, 7 de marzo de 2017
El gallo del gallo
Era el único gallo de la granja, pero no hacía falta otro porque todos estaban encantados con él. El granjero, porque de los huevos que fecundaba solo salían pollas (con perdón). Las gallinas, porque eran montadas por el galán más apuesto y machote de la comarca. El resto de los animales, porque se despertaban puntualmente con el canto más afinado que jamás habían escuchado. A pesar de que para su especie los cinco años que había cumplido suponían una edad bastante avanzada, nunca había dejado gallina sin follar, polla sin engendrar y amanecer sin cantar. Pero el traicionero frío de aquel crudo invierno le pilló desprevenido, se le metió entre las plumas y le mermó la salud. El primer síntoma de su decaimiento se atisbó en sus cuerdas vocales el día en que por primera vez en su vida desafinó, soltando un colega en su quiquiriquí mañanero. Trató de disimularlo, pero el nuevo gallo se le escapó de entre los espolones y fue adquiriendo las fuerzas que a él le iban faltando. Para no dejar por mentiroso al sabio refranero, las promiscuas gallinas empezaron a hacerle ojitos al reciente inquilino, piropeándole el colorido de su plumaje y la erección de su cresta. El siguiente y definitivo paso fue caer rendidas a su juventud, arrinconando al abuelo como si nunca hubiera existido. Y es que la ley del tiempo también pasa factura en los gallineros.
viernes, 3 de marzo de 2017
Circunstancia eximente
La opinión pública manifestó su indignación al enterarse por los medios de comunicación de la benevolente sentencia al capitán del barco. Podía llegar a entenderse que la bisoñez del abogado del mismo le llevara a apoyar en argumento tan extravagante su defensa, pero lo que clamaba al cielo era que el juez lo hubiera admitido como eximente. Por mucho que los náufragos rescatados estuvieran en un bote, no podían considerarse propina y ser vendidos como esclavos.
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