Reinvención de sentencias del refranero tradicional
Cada cosa en su lugar, ahorra tiempo en el buscar.
Como el orden alfabético desconocía, tardaba meses en llegar a “Zacarías”.
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Caro compró el que rogó.
Quien compra suplicando, paga duplicando.
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Todo lo “muy” es malo.
Llegando a lo exagerado, hasta lo que es bueno es malo.
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Bien se sabe atrever quien no tiene nada que perder.
Apostaba con su padre a cuenta de la herencia.
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Caja que tuvo alcanfor, quédale el olor.
No uses desodorante, si no te has lavado antes.
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Cada uno reniega de su oficio, pero no de su vicio.
El motivo de que en el andamio te tambalearas, no era que estuviera mal puesto sino la mierda que llevabas.
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Con el rey me eché, más puta me quedé.
No por ser puta de obispo subirás a los altares.
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