Selección española de fútbol femenino |
Dentro de la plausible concienciación que se está percibiendo últimamente en la sociedad, para darle un importante meneo a la educación sobre la igualdad del hombre y la mujer, nos encontramos frecuentemente con supuestos profesionales de la palabra que pretenden redimirnos de nuestro machismo dándonos lecciones de ignorancia. Utilizar erróneamente un femenino donde debería haber un masculino no aporta nada a la causa, pero sí al deterioro de nuestro idioma.
Referirnos a una futbolista como “una pedazo de jugadora” resulta tan improcedente como sería decir de un futbolista que es “un parte importante de su equipo”. Los artículos indeterminados en cuestión están haciendo referencia a “pedazo” (masculino) y “parte” (femenino) respectivamente, por lo que la forma correcta de decirlo sería “un pedazo de jugadora” y “una parte importante de su equipo”.
Lógicamente el error se ha trasladado también a las cosas, por lo que nos encontramos frecuentemente con burradas como “una pedazo de pizza”, en vez de “un pedazo de pizza.
Respaldaré mi comentario con la solvencia que ofrece una alusión al asunto encontrada en Fundéu BBVA.