Refranuevo (112)

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Reinvención de sentencias del refranero  tradicional

Refranero tradicional
Refranuevo



Cada cabello hace su sombra en el suelo.

No levanta un palmo del suelo y le ayuda con el móvil a su abuelo.

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Ni reír donde lloran, ni llorar donde ríen.

Si rezas en discoteca y ríes en funeral, quedarás bastante mal.

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Buen abogado, mal vecino.

Lo primero que descubren los nuevos, es quien es el vecino tocahuevos.

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El burro delante, para que no se espante.

Yo y el burro somos el mismo animal.

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Canta la rana y no tiene pelo, ni lana.

Más arrugas tiene el centenario Miguel y vive tan feliz sin estirarse la piel.

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Las cañas se vuelven lanzas.

Cuando me mostró su musculatura, le felicité por estar hecho un animal; cuando me pegó un guantazo, le recriminé que se comportara como tal.

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Cargado de hierro, cargado de miedo.

Te has creído que me espantas, porque la voz me levantas; y lo que me has demostrado, es que estás acojonado.

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Refranuevo (111)

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Reinvención de sentencias del refranero tradicional

Refranero tradicional
Refranuevo



Un dolor se aplaca con otro mayor.
Como un dolor se aplaca con otro mayor, gracias al de muelas superó la muerte de su Nicanor.

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Callos y caracoles, no es comida de señores.
Tuvo que irse su economía al carajo, para que degustara unos buenos tajos bajos.

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La admiración, de la ignorancia nació.
Quien utiliza palabras de las que desconoce su significado, tiene que buscar a otro más ignorante para sentirse admirado.

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Aguadores y taberneros, del agua hacen dineros.
Se propasó el tabernero, en su afán por el dinero; echó agua al vino primero; vino al agua, a lo postrero.

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A quien no se lo merece, la Virgen se le aparece.
Tenía una mujer de rompe y rasga y se le iban los ojos a la cabra.

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Afición ciega razón.
Cuando los test han confirmado lo que por todos era ya sabido, si sigues pensando que tu hijo es muy listo ya sabemos a quién ha salido.

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El día que no barrí, vino a mi casa quien no creí.
Después de haberme lavado el pie, fui al callista y estaba de viaje.

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Refranuevo (110)

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Reinvención de sentencias del refranero tradicional

Refranero tradicional

Refranuevo



Gran cocinera es el hambre.
No dejes de hacer verdura porque no le gusta al niño; deja de hacer lo que le gusta al niño, para que le guste la verdura.

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Fíjate en la calidad y no en la cantidad.
Cuando piensas que la calidad es más importante que la cantidad, es porque tienes cubiertas tus necesidades.

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Cada día que amanece, el número de tontos crece.
Ni los tontos más tontos son los oficialmente retrasados, ni los delincuentes más delincuentes son los que están enchironados.

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Gran rico hacen los dineros y gran señor su desprecio.
No hay mayor riqueza que no tener el dinero superfluo en la lista de prioridades.

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Gracia que pedí, vela que encendí; gracia que logré, vela que apagué.
Mi cupo de simpatía empleé mientras pedía; ahora que ya estoy servida, tengo gastada la pila.

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No es mal ardid entrar riñendo donde te han de reñir.
Antes de que comentes que no te gusta lo que escribo, te diré que a mí no me gusta lo que lees.

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Más tiran dos tetas que dos carretas.
No hay mayor felicidad que poder mirar sin disimulo las tetas, de esas chicas que llevan un letrero gracioso en sus camisetas.

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Refranuevo (109)

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Refranero tradicional
Refranuevo
 


De donde no hay no se puede sacar.
La persona que no tiene ningún motivo para sentirse orgullosa de sí misma, presume de su raza, su lugar de procedencia, su sexo o su pedigrí.

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Quien no arriesga nada, ni pierde ni gana.
En la vida, como en el fútbol, valen más una victoria y una derrota que dos anodinos empates.

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Cuando no hay jamón ni lomo, de todo como.
No me gustaba más que el jamón de pata negra, pero ahora soy presidente del club de fans de las lentejas.

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Cual es el padre, así los hijos salen.
Se empeñó en hacer de su hijo un hombre de provecho, pero el chaval optó por seguir la tradición familiar.

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De dos que contienden el más sabio cede.
El inteligente gana haciendo ver que ha perdido, mientras su oponente pierde creyendo que lo ha jodido.

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El bueno no ha menester aplauso ajeno.
El premio más preciado para una persona honesta es la tranquilidad de su conciencia.

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Riese el roto del desharrapado y el sucio del mal lavado.
Ríase del cutre avaro, el generoso donante; y el que tiene suficiente para vivir, del que nunca tiene bastante.

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Refranuevo (108)

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Refranero tradicional
Refranuevo



No hay cosa tan baladí, que para algo no pueda servir.
En vez de tirar a la basura el puto hongo, Fleming inventó la penicilina.

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Guarda cuando puedas, para gastar cuando debas.
Quien tiene por costumbre vivir al día, le da trato de imprevisto a comprar la comida.

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Lo bueno cansa y lo malo daña.
Como lo bueno cansa y lo malo daña, no hay nada mejor que lo regular.

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No se hacen tortillas sin tocar los huevos.
No se molesta de verdad sin tocar los huevos.

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Riqueza aparente y sabiduría fingida, pronto se sabe que son mentira.
De cultura presumiendo y dice estar preveyendo.

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Buscar la luna a mediodía, es bobería.
No puede lamentarse de tener mala suerte quien busca imposibles solamente.

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Quien tiene poco que ponerse, rápido está engalanado.
Quien tiene poco para gastar, aprende a disfrutar de las cosas que producen más satisfacción que el dinero.

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Refranuevo (107)

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Refranero tradicional
Refranuevo



No te digo que te vistas, pero ahí tienes la ropa.
Las tres opciones que te doy, son las dos siguientes: hazlo.

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Por mucho que un hombre se afane, siempre hay quien le gane.
Si apuestas a la contra de los que se creen el mejor, sólo perderás una vez.

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Quien de mozo anda a caballo, de viejo a pie y descalzo.
Mismas cargas familiares, trabajo en el mismo sitio y en las mismas condiciones; tú tirando de tarjeta y él con un plan de pensiones.

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Lo que no quieres que se sepa, no lo digas a nadie.
No pidas discreción a quien le cuentas lo que te contaron, pidiéndote que no lo contaras.

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La vida es gran libro abierto, para el que vive despierto; mas sin ningún contenido, para el que vive dormido.
No es culto el que tiene muchos libros, sino el que los lee.

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No hay en el mundo poder que evite lo que ha de ser.
El que piensa que las cosas son porque tienen que ser, el avance de la ciencia se niega a reconocer.

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No olvide su humilde cuna, quien conquistó la fortuna.
Quien se avergüenza de que no estén a su nivel quienes se han dejado la vida porque haya podido llegar a alcanzarlo, no es más que un despreciable ingrato.

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Refranuevo (106)

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Refranero tradicional
Refranuevo



La llave poco guarda, si ella no está bien guardada.
No utilices como clave la fecha de tu cumpleaños.

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La curiosidad anda en busca de la novedad.
Aburrida de gente buena, fue a enamorarse del malnacido.

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No es mucho perder un boquerón, para pescar un salmón.
No disfruta el avaro del salmón pescado, porque lamenta el boquerón gastado.

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Entre gallina en duda y huevo cierto, al huevo me atengo.
Quien no se arriesga, no prospera.

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Errando, errando, no supe ir a una calle y ya sé ir a cuatro.
Quienes saben aprender de sus errores, terminan siendo los mejores.

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Males y bienes, término tienen.
Es arriesgado que todo vaya sobre ruedas, porque las ruedas también se joden.

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Si eres honesto tal vez no tengas muchos amigos, pero serán los adecuados.
Actualmente se valora más llegar a unos finales de dudosa honestidad, que tener unos principios que impidan luchar por ellos.

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Refranuevo (105)

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Refranero tradicional
Refranuevo



A nuevos tiempos, nuevos usos.
Retrocedemos hacia la intolerancia y lo que es peor, volveríamos a la censura si nos dejaran ser el censor.

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En el tiempo guerrero, poco valen pluma y tintero.
Sacan del hombre la guerra y el poder, lo peor que puede llegar a ser.

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Tal es la suerte de todo libro prestado, que es perdido a veces y siempre estropeado.
Quien no devuelve o estropea un libro que le han prestado, queda retratado.

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Si el niño llorare, acállele su madre; y si no quiere callar, déjele llorar.
Si los niños lloran y pasan de ellos sus padres, hay que cambiar de garito para no aguantarles.

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Cuando del pie, cuando de la oreja, a mi marido nunca le falta queja.
Esperamos ansiosos la estación del año que va a venir y en cuanto estamos en ella la ponemos a parir.

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El tío Tiempohabrá, que murió de viejo y nunca hizo na.
El indeciso, ya centenario, lo que quería hacer con su vida por fin decidió; reunió a toda la familia y se murió.

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Cada quien tiene la suerte que se merece.
No renunciando a luchar hasta por el más pequeño objetivo y no resignándose a perder lo que cualquiera hubiera dado por perdido, la suerte que está teniendo el jodido.

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Refranuevo (104)

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Refranero tradicional
Refranuevo



Dinero cambiado, dinero gastado.
Sólo un billete tenía y ya tengo dos billetes; tenía uno de cincuenta y ahora tengo dos de veinte.

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El que no tiene hijos, los mata a palos.
Los hijos peor educados son siempre los de los demás.

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El estiércol no es santo, pero donde cae hace milagros.
Con la mierda que cagasteis, la cosecha me salvasteis.

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Cuando la ventura pase por tu puerta, encuéntrela abierta.
Soy la fortuna; cuando pasé por tu puerta no me dijeron “sí, está”, sino “siesta”.

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El tambor mete tanto ruido, porque está vacío.
Tan bien tocaba el tambor, que se lo llenaron de dinero; hasta que no lo gastó, no pudo volver a disfrutar de ser tamborilero.

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El que manda, no quiere socios.
El que está sentado en el sillón de mando, hasta de su propio culo termina sospechando.

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Entre cien hombres o más, ni cinco personas encontrarás.
Enorgullécete más de las personas que hay entre tus amistades, que de los conocidos que tienes entre las personalidades.

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