Reinvención de sentencias del refranero tradicional
Quien mucho abarca, poco aprieta.
Quien mucho abarca, poco zapato.
***
Quien no puede morder, que no enseñe los dientes.
Si no es para sonreír, mejor no enseñar los dientes.
***
Quien antes nace, antes pace.
Quien antes nace, es más viejo.
***
Siempre sale a hablar quien tiene por qué callar.
El mendicante Amadeo, pedía en nombre de Dios y presumía de ateo.
***
Quien se excusa, se acusa.
Si dices que tú no has sido sin que te hayan preguntado, o eres un niño chico o un adulto alelado.
***
Pronto y bien, rara vez juntos se ven.
Bueno, bonito y barato, siéntate a esperarlo un rato.
***
En casa de Gonzalo, manda más la gallina que el gallo.
Toda buena esposa tiene un doble cometido: ser la que manda en casa y que no se dé cuenta el marido.
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Quien mucho abarca, poco aprieta.
Quien mucho abarca, poco zapato.
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Quien no puede morder, que no enseñe los dientes.
Si no es para sonreír, mejor no enseñar los dientes.
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Quien antes nace, antes pace.
Quien antes nace, es más viejo.
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Siempre sale a hablar quien tiene por qué callar.
El mendicante Amadeo, pedía en nombre de Dios y presumía de ateo.
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Quien se excusa, se acusa.
Si dices que tú no has sido sin que te hayan preguntado, o eres un niño chico o un adulto alelado.
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Pronto y bien, rara vez juntos se ven.
Bueno, bonito y barato, siéntate a esperarlo un rato.
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En casa de Gonzalo, manda más la gallina que el gallo.
Toda buena esposa tiene un doble cometido: ser la que manda en casa y que no se dé cuenta el marido.
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¡Hola!
ResponderEliminarEl último no lo había oído jamás. Mi preferido es el primero, qué bueno.
Feliz jueves.
Hola, Gemma.
EliminarSi te soy sincero, el último yo tampoco lo había oído. Me lo encontré revisando un listado.
Feliz jueves.
La semana pasada ya usé las abarcas...
ResponderEliminarAhora las hacen hasta almohadilladas para caminar más amortiguado.
Como se entere Amadeo va a mendigar unas.
Saludos.
Cuando busqué la imagen ya me di cuenta de lo que se habíasn sofisticado. Las que yo conocía eran tan brutas como las que he puesto.
EliminarSaludos.
"Excusatio non petita, accusatio manifesta"
ResponderEliminarDe momento no he sacado las abarcas a pasear.
Un abrazo.
En latín queda muchísimo más fino, desde luego.
EliminarAl final me vais a poner las ganas de comprarme unas abarcas.
Un abrazo.
Quedan muy "chic" :))))
EliminarToro y tú que sois unos modernos, a la par que distinguidos.
EliminarLa mujeres no solo mandan sin que el marido se dé cuenta, sino que le hacen creer que quien manda en casa es él, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es la cosa, Josep Mª, tal y como la cuentas.
EliminarUn abrazo.
👌😘💙
ResponderEliminar;-)
EliminarBueno, bonito y barato, habrá que esperarlo más de un rato, porque muy pocas veces se les ve juntos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un rato largo, sí.
EliminarUn abrazo, Rita.
Me gustó el de los dientes.
ResponderEliminarBesos.
Muy propio de tu sensibilidad.
EliminarBesos.
Eso de los dientes me trajo el consejo que me dieron hace años: “Uno no se pone el revolver en la cintura para mostrar, uno saca el revolver para matar”
ResponderEliminarAbrazos
O sea que los dientes no se sacan para amedrantar, sino para ir directamente a la yugular.
EliminarUn abrazo.
Todos me los quedo, ( ya es una norma en mi), pero a destacar: los dos últimos y el de los dientes.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazón.
Muchas gracias, Mari Carmen.
EliminarUn fuerte abrazo.
Ay, ese primer refrán es la historia de mi vida... Excelente ronda, Macondo. Un abrazo!
ResponderEliminarEn lo que yo te conozco, allí donde abarcas aprietas mucho.
EliminarUn abrazo, David.
Recordemos el famoso "¡dientes, dientes, dientes!"
ResponderEliminarNo me suena a mí eso.
EliminarEl de la esposa que manda en casa es muy certero, además aunque el marido se de cuenta no rechista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sumisión, amigo Matías.
EliminarUn abrazo.
Y hay muchos maridos que no se dan cuenta de que les manda la esposa.
ResponderEliminarO es que les conviene hacerse los tontos...
Buena tarde de domingo!
Hay de los dos, yo creo.
EliminarBuena tarde también para ti.
Tienes razón, sino es para sonreir mejor no enseñar los dientes, ese me ha encantado.
ResponderEliminarBesos.
Donde esté una bonita sonrisa...
EliminarBesos.
Qué bonito cambio, de morder a sonreír.
ResponderEliminarNi punto de comparación. :)
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