REEDICIÓN (edición: 06/01/2013)
Si quiere esperar a que sus padres le digan algo, tendrá que coger una silla para sentarse. Hasta ahora ha tenido que descubrirlo todo por su cuenta.
La mentira del ratoncito Pérez no les valió ni para el primer diente. Tiene la costumbre de dormir con el brazo debajo de la
almohada y se despertó cuando su padre le dejaba la bolsa de gominolas. Le
bastó con abrir un ojo disimuladamente para pillarlo con las manos en la masa.
Resultó tan evidente que no tuvo que molestarse ni en solicitar la confirmación.
Esperó a que se le cayera el segundo para decirles que si querían darle algo
estaría encantado, pero que no hacía falta que hiciesen más comedias.
Lo de la cigüeña no resultó mucho más complicado. Demasiadas evidencias durante muchos meses. Una obsesiva del peso como su madre, de repente empieza a ponerse como una foca y no hace nada para evitarlo. En unos pocos días en la clínica se obró una milagrosa cura de adelgazamiento y volvió a casa con una hermanita para él. La verdad es que al principio había llegado incluso a preocuparse por verla tan gorda, hasta que decidió hacer averiguaciones por su cuenta. Cuando consideraron oportuno contarle la verdad mediante símiles ridículos, ya sabía hasta cómo se conjugaba el verbo follar.
Lo de los Reyes ya lo viene sospechando desde el año pasado, pero de este no pasa. Casi todos los niños de su clase dicen saberlo ya. No va a tener más remedio que volver a acostarse temprano, para seguir el juego a sus padres, pero esta vez sin dejarse tentar por el sueño. Está seguro de que todo va a salir tal y como lo tiene previsto. Le bastará con poner en práctica su especialidad de hacerse el dormido, para que caigan ingenuamente en su trampa. Un misterio más quedará desvelado.
Pero con estos mayores no se termina nunca. Siempre tienen algo que ocultar. El próximo objetivo en el que quiere centrarse lo tiene claro. Intuye que este caso es más enrevesado, pero precisamente por eso le resulta apasionante. Desde hace bastante tiempo no le cuadran muchas cosas al respecto y tampoco está dispuesto a esperar a que decidan contarle lo de Dios.
Lo de la cigüeña no resultó mucho más complicado. Demasiadas evidencias durante muchos meses. Una obsesiva del peso como su madre, de repente empieza a ponerse como una foca y no hace nada para evitarlo. En unos pocos días en la clínica se obró una milagrosa cura de adelgazamiento y volvió a casa con una hermanita para él. La verdad es que al principio había llegado incluso a preocuparse por verla tan gorda, hasta que decidió hacer averiguaciones por su cuenta. Cuando consideraron oportuno contarle la verdad mediante símiles ridículos, ya sabía hasta cómo se conjugaba el verbo follar.
Lo de los Reyes ya lo viene sospechando desde el año pasado, pero de este no pasa. Casi todos los niños de su clase dicen saberlo ya. No va a tener más remedio que volver a acostarse temprano, para seguir el juego a sus padres, pero esta vez sin dejarse tentar por el sueño. Está seguro de que todo va a salir tal y como lo tiene previsto. Le bastará con poner en práctica su especialidad de hacerse el dormido, para que caigan ingenuamente en su trampa. Un misterio más quedará desvelado.
Pero con estos mayores no se termina nunca. Siempre tienen algo que ocultar. El próximo objetivo en el que quiere centrarse lo tiene claro. Intuye que este caso es más enrevesado, pero precisamente por eso le resulta apasionante. Desde hace bastante tiempo no le cuadran muchas cosas al respecto y tampoco está dispuesto a esperar a que decidan contarle lo de Dios.
Uffff Chema! Que bueno, y que duro, parecía un cuentecillo tierno y menudo final.
ResponderEliminarY mira que decepciona más descubrir lo de los Reyes que lo de Dios, debe ser por los regalos y todo el marketing, está mejor montado.
Besitos guapo!
En lo de la existencia de Dios no entro, pero lo que sí está claro es que como te van llevando de una mentira a otra parece inevitable que te plantees si esa es la siguiente. Y conste que no estoy criticando, porque la de Reyes me parece la mentira más bonita que me han contado en mi vida. Habiendo niños en casa, ver sus caras al abrir la puerta a los regalos, es para mí el momento más bonito del año.
EliminarEspero que hayan sido buenos contigo.
Muchos besos.
Totalmente de acuerdo, con niños en casa lo de los Reyes es mágico, yo creo que he disfrutado más como mamá ese día que cuando era yo la niña.
EliminarSi me cae algo será dentro de un ratito que comemos en casa de mis padres con mi hermaña y cuñaíco, el coriano ná, ni yo a él tampoco, es así de triste.
Besos
Aunque no me hubieran dejado nada, yo me considero mucho más que afortunado por el regalo de Reyes que he ido recibiendo con cuentagotas a lo largo del último año a través personas como tú que me han permitido recibir y hacer entrañables y muy aprovechables visitas.
EliminarSeguro que en casa de los papis te ha caído algo, porque eres muy buena cría.
Besos.
Tienes razón, es buen regalo el recibido este año para los novatos como tú y yo, todo un descubrimiento este mundo.
EliminarEn primicia: una sarten ja ja, que se la pedí yo a mi mami, un collar, un colgante de cuero con una cruz supermolón y, y...coño! ya está!
Besitos
Aunque la sartén sea regalo para la casa está muy bien la cosa, no seas llorona. A mí me han dejado una radio, que me ha hecho recordar la primera que me trajeron y que siempre he considerado el regalo que más me ha ilusionado en mi vida. Tanto es así que hace poco le dediqué una entrada.
EliminarEs lo que tiene el espíritu curioso, nunca está de acuerdo con las respuestas dadas, y siempre busca la respuesta vivida. Se le quedan ilusiones en el camino, pero le nacen nuevas.
ResponderEliminarCon lo de dios va a tener trabajo. Le aconsejo que empiece por los griegos, son más entretenidos.
Un abrazo querido rompe-mitos.
La narración no es para nada autobiográfica. Yo soy mucho menos curioso y mucho menos avispado que el protagonista. Casi todas las cosas que sé han tenido que enseñármelas. Incluso en lo que hace referencia a Dios todavía, a mis años, no me atrevo a definirme con rotundidad. Hay gente mucho más preparada que yo que cree y gente mucho más preparada que yo que no cree.
EliminarUn abrazo.
Es lo que yo digo. Nadie ha podido demostrar su existencia, pero tampoco su inexistencia. Empate a cero.
EliminarAhí la has clavao, Merino. Qué sensato eres cuando te pones.
EliminarSiendo un niño tan adelantado, seguro que resuelve cualquier incógnita. Un abrazo.
ResponderEliminarSeguramente afrontará la situación con mucha más naturalidad que sus mayores, educados bajo la amenaza de que esas dudas son obra del diablo y pueden traer penosas consecuencias.
EliminarUn fuerte abrazo, Karima.
Sonrío, porque ... es .. como la vida misma. Mi sobrina, le preguntó a mi hermano si los Reyes eran los padres. Mi hermano, tan "realista" como es, le soltó, que sí, casi que sin dudar. Mi sobrina, siguió, si también el ratoncito pérez eran los padres.. mi hermano, siguió con el ataque de sinceridad. Pero ... mi sobrina fue más allá: "Papá, ¿entonces Dios también es mentira?". Para ella, todo lo "bueno y misterioso", se había convertido en mentira. :) Besos.
ResponderEliminarPrecisamente allí quería llegar yo. Hasta ese momento todas las cosas que teníamos que creer sin ver (ratoncito Pérez, cigüeña, Reyes Magos) basándonos en la información recibida de nuestros mayores, han resultado ser mentira. ¿ No es lógico plantearse la posibilidad de que la siguiente en el escalafón (Dios) pueda serlo también?
EliminarBesos.
Y al final qué diferencia hay, entre el resto y Dios, es algo que nos dicen que existe pero que nadie te puede probar, para mí desde luego es lo mismo, cada uno con su público, los reyes y el ratoncito los niños, Dios para los adultos, que para cuando llegan a esa edad ya han tenido años y años de doctrina, porque curiosamente la practica totalidad de seres humanos practica la religión de sus padres.
ResponderEliminarLa diferencia está en que Dios no pueden ser los padres. Creo que soy lo bastante mayor para que me lo hubieran dicho ya.
EliminarUn abrazo.
Es que la vida es así. Si te empeñas en desentrañar ilusiones, terminas sin ellas.
ResponderEliminarEs igual que los defectos, si te empeñas en buscarlos, al final los encuentras :D
Besazo
Creo que es el paso del tiempo el que termina con las ilusiones y saca a la luz los defectos, aunque no te empeñes en desentrañarlos. Lo que hay que hacer es sustituir aquéllas por otras y compensar éstos con otros alicientes.
EliminarBesos.
Como es muy espabilado se va dando cuenta de todo, aunque no le cuenten nada. Los niños que van descubriéndolo todo por iniciativa propia se hacen mucho más agudos e inteligentes. Para mí que como digo se ve muy espabilado e inteligente, se dará cuenta que lo de Dios es como lo del Ratoncito Pérez y y los Reyes magos. Muy bueno Macondo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre tan generoso en tu juicio, Rafa. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
La inocencia infantil, derritiéndose poco a poco. El ratón Pérez con un diente, los Reyes, la cigüeña...esos detalles de magia que nos acercan los pies al suelo, degollando en seco la confianza. Para retomar los lastres de la realidad, tan prosáica, tan sucia, tan previsible.Tan plana.
ResponderEliminarBuen trabajo. Muy dulce la forma de entonación. Un abrazo.
Muchas gracias Albada.
EliminarUn abrazo.
Lindo relato. Yo no soy de reyes, creo que ya lo he dicho. De chica pasábamos Nochebuena en casa de mi abuela todos los sobris, como bien se sabe aquí en el sur es verano y yo vivía en una ciudad muy cálida. En resumen: no hay chimeneas. Mis tíos (los menores) armaban un show distractivo mientras algún otro nos decía que había escuchado el trineo de Papa Noel por la puerta principal. Corríamos hacia allá (era una casa muy grande). Luego otro nos decía que el sonido estaba ahora en el garage. Corríamos y encontrábamos bolsas de regalos. ¡se nos había escapado de nuevo!
ResponderEliminarNo sé cuándo se me empezó a hacer obvio lo de las distracciones. Un día le pregunté a un tío mío (yo era la prima mayor) y empecé a formar parte del staff de distracciones hasta que el último despertó del ensueño.
No traumas. No preguntas. pensé entonces y pienso ahora que es más lindo saber que alguien pensó en tí y te compró algo...
Mi nene este año recibió regalo de Papá Noel... el siguiente no sé...
Cuando yo era niño lo de Papa Noel no existía. Los Reyes Magos eran los únicos que traían juguetes, con el inconveniente de que te los dejaban al final de las Navidades y no podías jugar con ellos en las mismas. Sin embargo, su llegada era el consuelo para unas vacaciones que esteban tocando a su fin. Recuerdo a mis seis hermanos y yo (mas tres primos) esperando histéricos a la puerta del comedor a que se levantara el abuelo, que quería ver nuestras caras al entrar pero sin tener que madrugar tanto como nosotros. Como decía más arriba, es el día más bonito del año. La “mentira” está mucho más que justificada, por la ilusión que despierta, sin embargo se corre el riesgo (como en el relato) de que los niños se pregunten si hay una siguiente por descubrir.
EliminarBesos.
Es que a veces nos creemos que los niños son tontos, pero de eso nada. Éste en concreto ha salido muy espabilado. Lo de Dios lo va a tener más complicado, pero seguro que acaba descubriendo la verdad. Cuando lo haga espero que no las cuente.
ResponderEliminarBuen relato, un abrazo.
Yo también estoy esperando que descubra un camino hacia la verdad del asunto que se nos haya pasado por alto. Si me dice algo te mantendré informado.
EliminarUn abrazo.
Es bueno mantener una cierta ilusión hasta una determinada edad, sólo que no sé cuál es esa 'cierta' y esa 'determinada'.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Creo que la ilusión de los mayores por la ilusión de los niños es tan grande que se apura el asunto hasta que el niño viene con la pregunta. El mismo niño tampoco tiene prisa en enterarse y anda por lo menos un año haciéndose el loco: “A ver si voy a descubrir el pastel y se me va a terminar el chollo”.
EliminarUn abrazo, Humberto.
ResponderEliminarEl Ratoncito Pérez, no tanto, aunque también, pero recuerdo la ilusión y la magia que tenía para mí el día de Reyes y siempre he procurado esa misma ilusión para mis hijas, como dice Inma, como mamá se vive de otra manera pero también muy gratificante.
Creo que esas mentirijillas o mentirijotas, nos han ayudado a todos a ser felices en días especiales y nos han enseñado a saber mantener esa ilusión desde los primeros años de vida, después son otras las ilusiones que van viniendo, otra cosa es que se vayan cumpliendo, por lo menos de pequeños, teníamos la felicidad asegurada.
Lo de Dios, es punto y aparte, es cuestión de que cada uno enseñe lo que cree y se me está ocurriendo en este momento que una forma de saber si se cree, es ver si se escribe Dios o dios. Una ocurrencia, nada más, pero significativa.
Muchos besos, Chema, buena entrada, sí señor.
Indudablemente no creo que ningún hijo pueda recriminar a sus padres una mentira tan bonita.
EliminarCon respecto a la creencia o no en la existencia de Dios, es atinada tu observación sobre escribirlo con mayúscula o minúscula. El problema es que no existen las “manúsculas” o las “miyúsculas”, para reflejar la postura de los que no lo tienen tan claro.
Muchos besos, hermosa.
Joder, macho, has desmontado mi mundo en solamente veinte líneas.
ResponderEliminarLo del ratón Pérez ya lo venía sospechando, es cierto, ¿pero lo de los Reyes...? ¿Y me lo sueltas así, a bocajarro? Demasiadas corbatas iguales, demasiados botes de colonia... sí. Ahora voy entendiéndolo todo.
Lo de Dios, por contra, no lo veo demasiado claro. ¿Quién es, entonces, el señor de las barbas que sale en la tele con una tijera en una mano y un paraíso prometido ofrendado en la otra?
Hmm... Me haces pensar. No está bien hacer pensar a los amigos.
Un abrazo, de todas formas.
No me lo tengas en cuenta, que no soy yo sino este crío que va de listillo. Yo lo de Dios tampoco lo tengo claro, sin embargo en los Reyes Magos creo a pies juntillas. De qué iba a ponerte de Melchor en mi belén si creyera que es una patraña.
EliminarUn abrazo.
Que no sea autobiográfico, que no sea autobiográfico, que yo quiero que creas en los Reyes (por lo menos en los Magos), siempre.
ResponderEliminarUn beso y P.D. Un chiste malo: ¿cuál es el animal con más dientes del mundo? El Ratoncito Pérez. Vaaale, en este contexto lo has pillado enseguida, pero si no, piensas en tiburones y cocodrilos ;)
Otro beso sin chiste malo,
Cómo no voy a creer en los que protagonistas, con los niños, del día más bonito del año. Claro que no es autobiográfico. Este niño es demasiado listo y demasiado pragmático para mí. Yo, mientras tita Pilar no me diga lo contrario, creo en lo que me echen.
EliminarUn beso por el del chiste malo, otro por el otro y otro porque sí.
Me encanta! yo creo que mi hijo mayor (tiene 6 años) lo del ratoncito ya no le cuela... los reyes, sii, aunque este año ya preguntaba porque habia tantos, por todas partes, como papa noel... y si era posible que melchor tuviese voz de mujer, xD , y lo de Dios... lo de Dios es otro tema... xD
ResponderEliminarbueno, lo dicho, me encanta el Blog, te dejo en favoritos que quiero ir leyendo toodo, saludos!!! (^^,)
La verdad es que se juega con las ganas de creer que tienen los niños en los Reyes Magos para hacer las cosas sin ningún cuidado. Como no son tontos, llega un momento en que surgen las preguntas.
EliminarGracias por tu visita al blog y tu juicio sobre el mismo. Voy inmediatamente a conocer el tuyo.
Saludos.
Asi con quien podemos contar, quien podemos creer?
ResponderEliminarQuedamos siempre solos...
Más solos que la una.
EliminarEse niño listo sabe lo que quiere saber, la verdad. Con lo de Dios le va a llevar más tiempo, eso sí. :-)
ResponderEliminarUn abrazo y que los Reyes te hayan dejado, sobre los zapatos, más ingenio, aunque te sobra, y mucho amor.
Gracias por tus deseos. Nunca sobra ingenio, ni amor.
EliminarUn abrazo.
Ay estos niños qué curiosos. Yo intenté "aguantar" a mis hijos todo lo que pude porque es una etapa muy chula y en mi nñez a disfruté un montón. Yo era de las que en la cabalgata memorizaba los papeles de regalo a ver si alguno coincidía en casa y como por entonces no había demasiada variedad alguno coincidía, qué ingenua era.
ResponderEliminarFeliz día de Reyes.
Los propios niños sabelotodo son los principales enemigos de la ilusión de los Reyes Magos.
EliminarBendita ingenuidad.
Feliz día de Reyes también para ti.
Me gusta este chaval. Siempre la verdad por delante, por dura que sea. Pero me temo que esta última intriga les resultará a sus padres mucho más fácil o difícil de aclarar, dependiendo de sus remilgos y creencias religiosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las otras mentiras hacen sospechar al niño que la de Dios lo sea también, pero ese dilema tendrá que terminar resolviéndolo solo independientemente de lo que piensen sus padres.
EliminarUn abrazo.
Genial!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Gracias!
EliminarUn abrazo.
Excelentes relatos.
ResponderEliminarEl evocar al ratoncito Pérez me gusto mucho.
Abrazos!!!!!!!
Gracias, Ricardo.
EliminarLa del ratoncito Pérez es la mentirijilla de los padres que antes se descubre. Una vez caídos los dientes de leche, no tiene sentido.
Un abrazo.
Los niños cada día son mas sagaces, a los cinco años preguntan tanto que la ilusión se desvanece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un niño de la clase en posesión de la verdad, pone en peligro la candidez de todos los demás.
EliminarUn abrazo.
Yo estuve varios años haciéndome el inocente, no convenía hacerse el listo no sea que se acabaran los regalos, y con eso y las cosas de comer, no se juega...jajaja
ResponderEliminarSalud y abrazo
Yo creo que a todos nos pasó algo parecido.
EliminarSalud y abrazo.
Tantos misterios por descubrir... que las mentirijillas a su lado carecen de importancia.
ResponderEliminarUn beso de verdad, no de mentira.
Benditas sean estas mentirijillas que aportan tanta ilusión.
EliminarOtro beso de verdad para ti.
Sin cuentos, sin poesía, la vida seria poca cosa...
ResponderEliminarAsí es, Ildefonso.
EliminarUn abrazo.
Sea la edad que tengamos, debemos esforzarnos en buscar esa ilusión que nos apasiona.
ResponderEliminarSeguir creyendo en los reyes, no está mal, yo escribí mi carta como cuando era niña, con la misma ilusión.
Genial amigo en todo lo que haces.
Un gran abrazo.
Si fuéramos capaces de seguir creyendo en los Reyes seríamos mejores y más felices.
EliminarGracias, Carmen.
Un abrazo.
El año que en vez de fijare en el espectáculo de luz y color de la Cabalgata de los Reyes, me dio por fijarme en los pequeños, me fascinó la magia de su mirada. La fascinación era tan grande y la expectación tan intensa que, agarrados a sus padres, muchos en los hombros de su progenitor, elevaban la mirada a lo alto con los ojos iluminados ante el fantástico espectáculo. Su expresión de asombro e ilusión era tan de verdad que trascendía a miradas incrédulas como la mía que se tiñeron de emoción.
ResponderEliminarVolví a casa convencida que la ilusión es la chispa de la vida a cualquier edad. ¿Qué es la vida sin ella?
Un gran abrazo, Chema
Habiendo niños en casa, la víspera y el día de Reyes son las más bonitos del año. La cara de los niños cuando se abre la puerta para ver los juguetes, no tiene precio.
EliminarUn fuerte abrazo también para ti, María Pilar.
Ese momento en que descubres que los reyes son los padres...ufff
ResponderEliminarEn Dios nunca creí,a pesar de ir a un colegio religioso,así que con eso no me llevé chasco.
Lo de la cigüeña es muuuuuy fuerte jjajajjajaj
No sé como alguien se lo tragaba!
Besos.
Tú es que eres muy viva, Carmen. Yo he creído hasta en la cigüeña. :)
EliminarBesos.
En cambio en otras cosas confío y luego...zas! decepción al canto.
Eliminar:S
Va a ser que te fías de la gente en general. Vamos, Carmen, a estas alturas. :)
EliminarPues varios años después...aquí estoy y me la siguen dando con queso!
EliminarJajjajajaaj
Qué le voy a hacer...
Gracias por estar siempre y por sumar siempre.
Que el nuevo año te sea muy propicio!
Besos
: )
No hagas nada.
EliminarMuy feliz 2023 también para ti.
Besos.
Ay qué bonita es la ilusión y verla en los pequeños es precioso. Justo ayer lo hablaba con mis hijos y les decía que se recupera la magia de esos momentos cuando tienes hijos. Después cuando se sabe, pues agradeces a los tuyos haberte dado esos momentos mágicos y todo el esfuerzo por dar ilusión.
ResponderEliminarDesde luego tu prota era un rato listo, jajaja
Besos
Es cierto. Cuando vuelve a haber niños en casa se recuperan esos momentos que hacen el día de Reyes el más gozoso del año.
EliminarMi prota era un poco pedantillo.
Besos.
¡Ojalá eso fuera lo que los mayores ocultamos! La vida sería mucho más sencilla y "bonita"...
ResponderEliminarYo nunca viví grandes descubrimientos con los personajes mencionados: me fui dando cuenta de las cosas paulatinamente: no sentí decepción por nada de eso.
Me parece que el mito y la fantasía no son equiparables a la mentira; por eso no estoy de acuerdo con quienes creen que se miente a los niños cuando les armamos el tinglado de Santa, los Reyes o el ratón -quien por este lado del mundo no tiene nombre ni apellido-. Ya cuando preguntan, pues se les responde lo que quieren saber, hasta que conocen las cosas tal como son en la realidad material. Con lo de la cigüeña creo que podía pasar igual, pero como se presta a una histórica pésima educación sexual, pues no: descartado. En cualquier caso, yo nunca compartiría con mi hija algo en lo que yo misma no creyera; creo que ahí puede radicar la sensación que viven algunos de haber sido engañados.
Espero que este personaje descubra lo que necesita saber sobre Dios y que sus papás se pongan más listos.
Me da la sensación de que tú has tenido que ser siempre muy madura.
EliminarPor supuesto que los inventos por aportar felicidad a los niños no tienen nada de condenable, sino todo lo contrario.
Coincido también contigo en lo de la cigüeña, porque además no aporta ningúna felicidad al niño.
Con respecto a lo de Dios, que los padres aporten sus creencias al niño, para que luego él decida si las comporte, me parece lo más coherente. Con lo que no comulgo es con las comedias de primeras comuniones seglares, etc.
Buenísimo, Macondo. Desde luego, el niño es todo un puñetero. Aunque de bien es sabido que la felicidad suele estar en la ignorancia, y tanta curiosidad podría matar al gato. Yo la verdad soy muy de Reyes con mis hijos. El mayor, con catorce años, sigue el juego socarrón. El pequeño todavía vive esa fantasía, cosa que le envidio profundamente.
ResponderEliminarDivertídisimo relato. Un fuerte abrazo!!
Como digo por ahí arriba, habiendo niños en casa los momentos previos y el día de Reyes es lo más bonito que tiene el año. No hay mayor felicidad que la de ver esa ilusión en la cara de los peques.
EliminarGracias, David.
Un fuerte abrazo.
Pobre niño sin fantasía.
ResponderEliminarParece disfrutar más tratando de pillar a sus padres buscándole la felicidad.
Eliminarmadre mia cuanto disfruto leyendote! gracias por compartir y estar siempre cuidandome. besitos!
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por tu generoso comentario.
EliminarBesos.
Magnífico, el final es apoteósico. Sí es probable que Dios haya muerto.
ResponderEliminar;)
Un beso.
No sé si habrá muerto o no, pero al niño lo tenían escarmentado.
EliminarOtro beso para ti.
A los cinco años yo lo sabía todo, mi abuelo me lo contó, lo gracioso es que dos años después fui a pasar navidad con mis padres y ellos hicieron su actuación y yo me hice el que creí el cuento.
ResponderEliminarAbrazos
Al final resultó que eran los padres los que estaban con la ilusión y el niño el que se hizo el tonto para no quitársela.
EliminarUn abrazo.
Jajajaja... si es que creemos que los niños son inocentes, pero saben muchas veces más, que todos nosotros, el boca a boca entre los chavales, es el mejor de los inventos y además no se pagan tarifas, ni se necesitan aparatos.
ResponderEliminarMaravillosa entrada, me ha encantado. Aprovecho para desearte un feliz Año, lleno de cosas bonitas y sueños realizados.
Un abrazo
Un niño en posesión de la verdad es una bomba de relojería en una clase, porque no tarda ni diez minutos en sacar pecho de sus conocimientos ante todos sus compañeros.
EliminarGracias, Ángeles.
Un abrazo.
Hola Chema,esa ilusión cada vez dura menos años, ahora parece que los niños nacen sabiendo de todo, pero lo de Dios, eso es más complicado, incluso para los mayores.
ResponderEliminarFantástico el relato, te felicito y de paso de deseo un año 2019 repleto de felicidad.
Besos
Puri
Gracias, Puri.
EliminarYo también te deseo lo mejor para el 2019.
Besos.
Feliz 2019
ResponderEliminarIgualmente, Trini.
EliminarUhhh Dios, un tema muy peliagudo para explicar.
ResponderEliminarBeso
Dios y tú nunca tendréis problemas, porque como "Él hace como que no te ve y tú como que no existe" todo arreglado.
EliminarBesos.