CUENTO CLÁSICO REINVENTADO
Blancanieves era la hija que el monarca del lugar había tenido con su ex. La parienta actual la llevaba con cierta resignación, hasta que se fue dando cuenta de que (lo que son las cosas de la naturaleza) mientras ella perdía lozanía con el paso del tiempo, la chavala estaba cada día más buena. Como la envidia es muy mala, decidió quitársela de en medio. Algo tuvo que pasar (aunque está sin confirmar) para que el cazador encargado de la ejecución le perdonara la vida. El caso es que la joven fue a parar a casa de unos enanos, que la acogieron encantados a cambio de que les hiciera la comida, la limpieza y etcétera. Pero la madrastra descubrió el pastel a través del facebook. Ni corta ni perezosa se presento allí, engañó a la pobre ingenua con una manzana envenenada y se la cargó. Por mucho que fue un príncipe a darle besos, el veneno había pasado al torrente sanguíneo y esas cosas son irreversibles. En definitiva que los enanos, muy a su pesar, tuvieron que volver a hacerse la comida, la limpieza y a la masturbación.
jajaja, cuidado con lo que se publica en facebook, los enanos no estuvieron listos, dejando a blancanieves conectarse a la red
ResponderEliminarsaludos
Aprovecharía para conectarse cuando los enanos estaban currando en la mina.
EliminarSaludos.
ahora que peor lo tuvo la bella durmiente.. después de 100 años durmiendo a saber que sapo o que príncipe se atrevió a besar a la bella, y encima vaya lío al ponerse al día con las tecnologías...
ResponderEliminarEs verdad que hay cuentos bastante plagiados unos de otros. Por un pinchazo o por una manzana, pero resulta que las dos se quedan dormidas y a las dos tiene que despertarlas el beso de un príncipe. Qué poco originales.
EliminarCon lo de ponerse al día me estaba acordando de Walt Disney. Si de verdad está congelado, el día que lo descongelen se va a quedar alucinado.
Jajajajaja.... qué bueno...
ResponderEliminarMuchos
Gracias, maja.
EliminarMás.
Pobrecillos...
ResponderEliminar¿Los enanos? Más pobrecilla veo yo a la pobre Blancanieves, que la envenenan.
EliminarVirgen Santa!!!
ResponderEliminarjajaja
=)))
Ora pro nobis.
EliminarMe quedao muerta con la historia. Pero qué bicho más malo la tía esa. No ha parao hasta cargársela del tó. Ahora te digo una cosa, la tragedia de los pobres enanos no tiene parangón. Ni mijita. Ya me dirás tú cómo se las apañan ahora sin Blancanieves, tan acostumbrados ellos a ponerse púo de tó lo bueno. Amos, que ni punto de comparación. Y tó por el facebook de los cojones.
ResponderEliminarOtra cosa, royo. Si te descuidas, estos cuentos versionados van a rivalizar con el diccionario. Qué pechá de reir me dao. Ole, ole y ole. Viva tú y viva la madre que te parió.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
Visto así, realmente las víctimas son los enanos, que se ven privados de tantas cosas. Al fin y al cabo Blancanieves lo único que ha perdido ha sido la vida.
EliminarLo malo de estos cuentos es que las abuelas no quieren contárselos a sus nietas (Malque a la Bella y mi hermana a Ariadna, por ejemplo). Rarezas de abuela.
Otro fuerte abrazo y buen fin de semana también para ti.
De mi direccion a los enanos me encargo de los siete !
ResponderEliminar¡Qué miedo me das, Manouche!
EliminarPero chema, muy buena interpretación. Y mire usted a esta Manouche. En este blog tan correcto estan todos "tirando la chancleta" como decimos por acá.
ResponderEliminarUn abrazo, muy buena la idea y muy bien escrita.
Ya ves que este blog es una especie de cajón de sastre en el que cabe casi todo.
EliminarGracias, Fernando.
Un abrazo.
Es que eso de curar los efectos de un veneno a base de ósculos nunca me pareció que tuviera mucha base científica. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarA mí tampoco y mira que son reincidentes.
EliminarBesos.
Mucho mejor así eh...
ResponderEliminarVamos, ni punto de comparación.
Saludos.
Por lo menos se entiende, ¿verdad?
EliminarSaludos.
Encontré la razón por la que el cazador le perdonó la vida a Blancanieves!!!!
ResponderEliminar(en mi blog)
=))))
Yo había pensado que la razón había sido la compasión. ¿A ti se te había ocurrido otra posibilidad antes de descubrir la verdad?
EliminarPor supuesto que no! En eso mismo pensé yo, qué otra cosa podía ser????
Eliminar=)))
Ya me parecía a mí que tu eras una chica con la mente muy limpia como para pensar en cosas retorcidas.
EliminarGeniallllllllllllll, jijijij. pobre blancanieves, a los enanos que les den, que aprendan hacer las cosas, que no siempre van existir criadas para todo, porque esta blaquita era una chica 10, sino que le pregunten al cazador, que en lugar de cazarla el cazado fue él.
ResponderEliminarCreo que te llamas Chema, pues eso gracia Chema por el cuento, muy propio de los tiempos que corren.
Besos
Puri
Lo que desconozco es el motivo por el que la chica no se quedó con el cazador. Quizá prefiriera estar contemplada por siete, aunque le tocara currar un poco.
EliminarMe llamo Chema. Lo que Macondo lo tengo prestado de mi novela favorita.
Besos, Puri.
jajajja vaya cuentos nos traes!
ResponderEliminarLigeramente retocados, para que no puedan acusarme de plagio.
EliminarLos cuentos del tio
ResponderEliminarNo sé si son tolerados para los sobrinos menores.
EliminarHe ido a ver tu blog y me ha parecido que no había salido de mi casa.
Si es que el facebook es el demonio no entiendo cómo la gente no se da cuenta...que una ahí se entera de tó! Y más si es bruja.
ResponderEliminarLos enanos...no creo que les cueste mucho volver a hacer lo que hacían antes, aunque cierto es que no tan bien y no tendrán la casa impoluta pero sobrevivirán.
Yo tampoco entiendo la fiebre por el facebook, la verdad.
EliminarA los enanos les tiene que costar, no digas que no. Sin meternos en profundidades, no es lo mismo volver a casa y seguir viendo a Gruñon que encontrarte con una chavala agradable y de buen ver.
Blancanieves siglo XXI!!!
ResponderEliminarHay que renovar nuestros cuentos infantiles con nuevas versiones.
EliminarBlancanieves también masturbaba a los enanitos?? Madre mía, qué trabajera...
ResponderEliminarParece ser que pasaban a relaciones mayores.
EliminarMejor morir que aguantar a siete enanos palurdos maleducados si con uno apenas se puede, no imagino a la pobre Blanca atendiendo a siete enanos. Cruz cruz que se vaya el diablo y venga Jesús.
ResponderEliminarBeso
Pobres enanos, jajaja.
EliminarBesos.
¡jajaja! pero si es el cuento real, bueno lo de facebook pudo llamarse de otra manera, pero el cuento es tal cual lo has escrito, lo demás son versiones distorsionadas de la realidad. El veneno es veneno, los enanos enanos y la madrastra...
ResponderEliminarMás besos por la tarde de cuento que gratuitamente estoy pasando.
Y yo dándomelas de original, jajaja. Te advierto que algo ya me temía.
EliminarUn lujo el tiempo que me estás dedicando.
Besos.
Es lo que pasa cuando abres la windows de la casa de los 7 enanitos, que te llega alguien con una appel y te envenena para siempre y ya no dibujas con otras cosas
ResponderEliminarCuando subo al monte, a las cumbres, y llevo a alguien conmigo, siempre me preguntan dónde hay turbas...Yo les digo que en cualquier lugar bajo las esponjosas hierbas hay turbas y más turbas, y más turbas.
A veces, terminamos -felizmente- sobre ellas...
Son cosas que pasan
Un saludo
Mira con qué retraso descubro tu visita. Gracias por ella, aunque sea siete meses después.
EliminarUn saludo.
Es que no existen príncipes mágicos.
ResponderEliminarBesos
Eso me parece a mí también.
EliminarBesos.
Hay que reconocer que esa blancanieves era de armas tomar, muy modosita por0 fuera pero una lagartona por dentro. Me habria gusatado ver las fotos en instagram con el leñador en plena faena. Y con los enanitos viciosos ya ni te cuento.
ResponderEliminarUn cuento muy bueno para adultos, je,je.
Un abrazo.
Algo me han ofrecido, pero no he querido amarillear el serio color marrón de este blog.
EliminarCelebro que te haya gustado.
Un abrazo.
En estos cuentos tuyos (muy buenos), quienes siempre se salvan son las pobres perdices que no se las come nadie ja, ja, ja… ¿Qué fue de aquellos finales… “Fueron felices y comieron perdices”?…
ResponderEliminarUn placer, amigo.
Abrazo grande.
Entre vegetarianos, veganos y obsesivos por el peso, van sobreviviendo las perdices.
EliminarUn placer también para mí, Ginebra.
Un fuerte abrazo.
Los tiempos modernos traen eso, con las redes sociales no hay secretos.
ResponderEliminarBesos.
A la auténtica también la pilló la madrastra sin redes sociales.
EliminarBesos.
Me ha encantado de que vuelvas a publicar estos cuentos, porque son buenísimos y porque me has hecho reír de lo lindo, con tu creativa imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Manuel.
EliminarUn abrazo.
Es que ese príncipe estaba amamonao ¿pa que está el 112? Desde entonces los enanos se engancharon al Tinder.
ResponderEliminarSaludos
Tampoco le vas a pedir milagros al 112, que la manzana estaba bien cargadita y la chica en un descampado, con lo que cuesta llegar.
EliminarSaludos.
Hola, Macondo!
ResponderEliminarJajajajajajajaja jajajajajajaja jajajajajajajaja jajajajajajaja.
Activaste mi mañana con tu jocosa entrada. Muy buena. Pobres enanos, Blancanieves ya fue. Ahora a jugar a la ronda solitos en el jardín.
Un abrazo. 😉
Eso de activar la mañana a alguien es motivo suficiente como para que merezca la pena la publicación, sobre todo en los tiempos que corren.
EliminarUn abrazo, Nuria.
Está claro que tanto la de tu pícaro cuento como la otra del otro clásico, estaban destinadas a ser las víctimas propiciatorias por ser tan cándidas o tan Blancanieves.
ResponderEliminarUn abrazo.
El clásico terminaba bien porque resucitaba. Y se suponía que todavía mejor, porque se casaba con un príncipe.
EliminarUn abrazo.
Bueno...pero parece que a Blancanieves le placía ser víctima del torrente lechoso de los liliputienses huéspedes, porque otra seguro se hubiera quejado de secuestro, para sacarles hasta el último denario a tan inocentes criaturas pigmeas. Muy bueno, Macondo. Un a brazo, Carlos
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Jajaja, que bueno...
ResponderEliminarEs que el Facebook es un cotilla con dos pares de narices.
Una madrasta muy mala...
Gracias por hacerme sonreír.
Saludos
Gracias a ti por venir a leerme, Maripaz.
EliminarSaludos.
Ugh otro cuento menos para mi Bella :D
ResponderEliminarUn beso Chema
Ya te dije que no iban a ser muy apropiados para ella. :)
EliminarUn beso, Malque.
Buenísimo, querido Macondo.
ResponderEliminarFinal triste para ella y los siete Ena os.
Gracias, Ricardo.
EliminarUn abrazo.
Por algo Norte dejó Facebook hace muchos años,... es un gallinero!!
ResponderEliminarYo solo lo utilizo para decir que he publicado algo por aquí.
EliminarBlancanieves readaptada a los tiempos modernos y sin final feliz. Eso si, las envidias no cambian, son las mismas hoy en día que antaño. Que los enanitos aprendan a hacerse sus cosas, al menos. Ingenioso y divertido relato, Macondo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge.
EliminarUn abrazo.
Los príncipes de ahora no despiertan ni a los búhos. Mucha sangre azul, pero "poca força en el canut".
ResponderEliminarLo siento por los enanos a los que le faltaran manos, para tanto movimiento.
Saludos.
P/D.- ¿Por qué no me aparece tu blog en mi lista de lecturas diarias?.
Ya me han dicho varios lo de que no salen las entradas y no sé cómo solucionarlo. No sé si será por ser reediciones, pero en otras ocasiones las había hecho sin problemas. En Blogger no me han dicho nada.
EliminarGracias por avisar.
Jjaaajajaja qué bueno él final que el veneno fue a pasar al torrente sanguineo y fue irreversible y tuvieron que hacerse comida y masturbación jajajaja. Eres tremendo.
ResponderEliminarFelicitaciones por este ingenioso cuento. Uno de mis preferidos de níña.
Besos.
Celebro que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias, María.
Que bruta es la revisión de ciertos clásicos. ;)))
ResponderEliminarUn abrazo.
La bruta no es la revisión, sino el que la revisa. :)
EliminarUn abrazo.
Yo, puestos a cambiar, he puesto final trágico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ufff!! jajaja, pobrecillos, un final triste para los enanitos y ella, muy bueno Macondo.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
jajaja!!! magnifica adaptación resumida del cuento. Me gusta tu forma de escribirla y adaptarla a los tiempos actuales. ¡Te felicito por ello, Macondo!
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate.
Muchas gracias, Jordi.
EliminarUn abrazo y cuídate tú también.
Estoy viendo que con tanta risa , me será difícil quedarme dormida.
ResponderEliminarSi es por reir, bendito insomnnio.
EliminarJajajaja, es qu eno te puedes fiar de facebook. A ver si las futuras princesas aprenden de esta.
ResponderEliminarFeliz día.
Y de los príncipes azules tampoco.
EliminarFeliz día.
El Facebook traidor...😂😂
ResponderEliminarEs lo que tienen esas ansias por cascarlo todo.
EliminarVaya por dios ... A esos enanos se les jodió la chacha , jajajajaj
ResponderEliminarvaya con la tía que mala es la joi...a , más besos son muy buenos
oye te podías dedicar a hacer cuentos de estos más a menudo.
Hay unos cuantos hechos. Como estoy vago, los reedito. Aún quedan unos cuantos, aunque no sé si los pondré todos.
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