Reinvención de sentencias del refranero tradicional
Vale menos que lo que costó bautizarle.
Vale menos que lo que gastamos en su boda… y es soltero.
***
Uno no está vencido hasta que reconoce su derrota.
Tan malo es sentirse derrotado inmediatamente, como tardar en reconocer una derrota evidente.
***
Un sabio y un tonto saben más que un sabio solo.
Tiene más calorías un torrezno con lechuga que un torrezno solo.
***
La cana engaña, el diente miente y la arruga saca de duda.
El mejor remedio para evitar las arrugas es morirse joven.
***
Raras veces hay seso en la prosperidad.
El que siempre ha sido pobre, suele hacer muchas estupideces con el dinero; el que siempre ha sido rico, también.
***
Reírse de uno mismo es bañarse en salud.
Las personas que más motivos tienen para reírse de sí mismas, suelen ser las que prefieran reírse de las demás.
***
Quien no castigó culito, no castiga culazo.
De bebé porque era demasiado chico, de niño porque te daba pena y de adolescente porque está en la edad del pavo, felicidades por un hijo para siempre ineducado.
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Vale menos que lo que costó bautizarle.
Vale menos que lo que gastamos en su boda… y es soltero.
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Uno no está vencido hasta que reconoce su derrota.
Tan malo es sentirse derrotado inmediatamente, como tardar en reconocer una derrota evidente.
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Un sabio y un tonto saben más que un sabio solo.
Tiene más calorías un torrezno con lechuga que un torrezno solo.
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La cana engaña, el diente miente y la arruga saca de duda.
El mejor remedio para evitar las arrugas es morirse joven.
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Raras veces hay seso en la prosperidad.
El que siempre ha sido pobre, suele hacer muchas estupideces con el dinero; el que siempre ha sido rico, también.
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Reírse de uno mismo es bañarse en salud.
Las personas que más motivos tienen para reírse de sí mismas, suelen ser las que prefieran reírse de las demás.
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Quien no castigó culito, no castiga culazo.
De bebé porque era demasiado chico, de niño porque te daba pena y de adolescente porque está en la edad del pavo, felicidades por un hijo para siempre ineducado.
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La lechuga engorda una barbaridad... al pobre torrezno le han adjudicado una mala fama que no merece.
ResponderEliminarSaludos.
Hay muchos intereses creados, que manejan el cotarro y nos impiden llevar una dieta sana.
EliminarSaludos.
Recuerdo con el pastel:
ResponderEliminarA la boda de su hijo cuando se abre el pastel sale una paloma,el padre :
-Con lo que me costo hubieran tenido que poner un aguila real !
Dichosas bodas.
Eliminarjajaja, muy buenos, como siempre. Nos tienes mal acostumbrados, lo sepas :-) Ese sabio sumado a un tonto, dan un resultado extraño, no creas.
ResponderEliminarUn abrazo y bonito finde
El tonto aporta esa sabiduría a la que el sabio no se digna bajar.
EliminarMuy buen finde también para ti.
Un abrazo.
Pues yo prefiero morirme arrugado que joven, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también.
EliminarUn abrazo.
Me quedo con el último.
ResponderEliminarHoy en día los niños están muy mal educados, y no les digas nada a ver si les causas un trauma.
Les estamos volviendo muuuu tontos.
Totalmente de acuerdo. En los tiempos en que trataron de educarme a mí, no se habían inventado los traumas infantiles y vivíamos tan felices.
Eliminar¡Caramba, pues no me gusta nada el remedio para no tener arrugas! Prefiero morir de vieja y tener la cara como un mapa de carreteras, jejeje. El último también me ha gustado porque siempre ponemos excusas para arropar a los hijos y al final salen como salen. Un abrazo.
ResponderEliminarA mí tampoco me gusta ese remedio, Rita. Me apunto al mapa de carreteras ese tuyo.
EliminarUnos hijos salen mejor que otros, incluso siendo del mismo padre y la misma madre, pero es cierto que hay padres a los que es imposible que les salgan bien.
Un abrazo.
Reconocimiento al torrezno contra la abúlica lechuga.
ResponderEliminarPara los maleducados no hay excusa.
Un abrazo.
Me adhiero al homenaje al torrezno.
EliminarLos ineducados no llegan ni a maleducados. A estos últimos se les puede reconocer, al menos, una intención de sus responsables.
Un abrazo, Alfred.
Genialidades,cariños.
ResponderEliminarGracias.
EliminarBesos.
El de la derrota y saber reconocerla me ha parecido muy bueno.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Amapola.
EliminarBesos.
Esto de “Vale menos que lo que costó bautizarle” es muy duro si lo ponemos pensando en un niño que nació enfermizo, tú que las estas modernizando el refranero. Explícame de dónde nace este.
ResponderEliminar“Raras veces hay seso en la prosperidad” el otro día comentaba con un amigo en lo desordenados que son todos aquellos que les va bien en los negocios y algunos de ellos parecería que no tienen idea de lo que es manejar al personal.
Parece que Dio da pan a los que no tienen dientes.
Abrazos
No sé de dónde viene el del bautizado. Lo he encontrado en una página de refranes. Es la misma en la que he encontrado el de la prosperidad.
EliminarUn abrazo.
¡Ay! El primero es muy triste...
ResponderEliminarNo lo había pensado.
EliminarPero qué ingenioso eres de verdad, me encantan estos refranuevos tuyos, me han hecho gracias varios, pero me quedo con el de las arrugas jajajaja qué razón tienes, ese es el mejor remedio para que no salgan arrugas jajaaj, el morirse joven jajaja la mejor antiarrugas jajaaj.
ResponderEliminarPor cierto ¿la lechuga engorda? ups) jajaja a mí me encantan los torreznos, pero ahora lo que hago es comer lechuga en verano, mira que si dejo de comer torreznos para mantener el tipo, y como lechuga, y no me va a servir de nada pues vaya jajaajaj
Besos.
Es que la gente lo quiere todo. Vivir muchos años y no envejecer.
EliminarLa lechuga engordará mucho menos que un torrezno, pero algo más que nada.
Besos.
Y si al torrezno y la lechuga le añades una rodaja de tomate...ya ni te cuento...jjjajajaja
ResponderEliminar; )
Te pintas sola metiendo calorías a la comida.
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