Reinvención de sentencias del refranero tradicional
Bienaventurados los vikingos, porque sus cuernos eran postizos.
No me vuelvas del trabajo feliz y recién duchado; cuando te los pongo yo, lo hago más disimulado.
***
Dan el ala para comerse la pechuga.
***
Dan el ala para comerse la pechuga.
Un jaque mate bien vale un alfil.
***
Dando gracias por agravios, negocian los hombres sabios.
***
Dando gracias por agravios, negocian los hombres sabios.
Nada descoloca tanto al ofensor como la serenidad del ofendido.
***
Quien a viejo quiere llegar, a los viejos ha de honrar.
***
Quien a viejo quiere llegar, a los viejos ha de honrar.
Ten paciencia con el anciano que tarda en cruzar, pero si ha iniciado el cruce con el semáforo en rojo bien se lo puedes recriminar.
***
Cuando no hay jamón ni lomo, de todo como.
Cuando me falta la compañía, tengo que arreglarme con la mía.
***
De los tuyos hablarás, pero no oirás.
***
Cuando no hay jamón ni lomo, de todo como.
Cuando me falta la compañía, tengo que arreglarme con la mía.
***
De los tuyos hablarás, pero no oirás.
Sé que soy hijo de puta, pero a mi madre me la llaman doña Concha.
***
Dar a la tierra el grano, para que retorne la mazorca.
***
Dar a la tierra el grano, para que retorne la mazorca.
Nada tan generoso como la tierra, que da mazorca por grano y hasta agradece la mierda.
***
***
Me temo que el futuro estará lleno de gente sin compañía.
ResponderEliminarTendremos que acostumbrarnos a ello.
En Suecia más del cincuenta por ciento de la población vive sola ya.
Y mueren solos también, y empieza a ser común que nadie se dé cuenta de su muerte y pasen semanas incluso meses hasta que el olor delate su fallecimiento.
Tanto es así que han tenido que crear un servicio público específico para comprobar cada cierto tiempo que no han fallecido...
En fin...
Saludos.
Debe ser desagradable que te vayan llamando o visitando periódicamente para asegurarse de que todavía vives.
EliminarDar agraciarais por agravios. No lo había escuchado, bueno, machos refranes que usas no los había oído. Me ha encantado. Qué ingenio, amigo
ResponderEliminarUn abrazo
El ingenio de ese no es mío. Yo tampoco lo conocía.
EliminarFeliz jueves.
Un abrazo.
Muy ingeniosas. La última muy real.
ResponderEliminarUn abrazo.
La de pagamos a la tierra su generosidad con generosidad.
EliminarUn abrazo, Matías.
Ciertamente no es de recibo mentar a la madre de uno, aunque este sea un un tipo despreciable. ¿Qué culpa tiene la pobre mujer? Mejor llamarlo cabrón, de este modo solo involucras a su parienta, y a lo mejor aciertas, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las madres son todas santas. Parientas hay de todo. :)
EliminarUn abrazo.
Qué buenas reinvenciones.
ResponderEliminarEl de las alas y las pechugas yo lo sé de otra forma: te doy la mano y me coges el pie.
Muy feliz jueves.
Yo es que esos los veo distintos. Entiendo el primero como que el que da lo hace con la intención de obtener a cambio algo mejor. El segundo lo veo como que el que recibe se aprovecha de la buena intención de quien da y trata de aprovecharse para obtener más.
EliminarFeliz paso del ecuador semanal.
Si, pues dicho así ahora yo también lo veo de esa forma.
EliminarMuy feliz finde.
Tampoco tiene demasiada importancia la cosa.
EliminarMuy feliz finde también para ti.
De dar las gracias ante actitudes, digamos hostiles, ha sido por mi parte una actitud de uso habitual, por lo que doy fe de que desconcierta mucho al agresor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso de que "el cliente siempre tiene razón" ha hecho mucho daño, porque hay clientes que se lo creen.
EliminarUn abrazo.
Sí, volver recién duchado del trabajo es bastante sospechoso pero volver con olor a... actividad sexual (?) debe ser aún más delator.
ResponderEliminarEs verdad, la mayoría de jubilados de mi barrio cruzan cuando se acaba de poner rojo y encima pasan en diagonal que es más lento.
Saludos!
Borgo.
Pues vamos a dejarlo en un término medio: ni con olor a actividad sexual, ni recién duchado y perfumado.
EliminarA esos jubilados me refería yo exactamente, Miguel.
Saludos.
Bueno, el primero no tiene precio, es que no he podido seguir leyendo los demás antes de comentártelo (ahora continúo con los otros)
ResponderEliminarHasta para eso las mujeres hilamos más fino, jajajajajajaja
No se puede comparar una sensibilidad con la otra.
EliminarEspero que los demás también te hayan gustado.
Gracias.
😘😘😘💙
ResponderEliminar;-)
EliminarBueno, los bancos nos mandan a ir a la sucursal cada cierto tiempo para comprobar que no estamos fiambres, el Gobierno los usa gratis para eso y no haya un vivo cobrando lo de un muerto, y así y todo, de vez en cuando sale la noticia en los medios, y es que, la picaresca, como la jodienda, no tiene enmienda... :)
ResponderEliminarSalud y abrazo
A veces son los descendientes los que se encargan de que no se descubre el muerto (nunca mejor dicho) para seguir cobrando la pensión. Se ha descubierto un caso recientemente que ponía los pelos de punta.
EliminarSalud y abrazo.
¡El primero es la repera! El tercero está sembrao y ya el resto, sin dejar ninguno atrás...
ResponderEliminarGracias porr tan buen trabajo y en clave de humor para que resulte lo que es: una joyita.
Un abrazo.
Me subes la moral un montón, Mari Carmen. Contigo de seguidora no solo llego a los 1000, sino a los 5000.
EliminarLas gracias a ti. Y muchas.
Un abrazo.
Están bien todos, pero el de la serenidad para ofuscar al ofensor está muy bien.
ResponderEliminarBesos.
Creo que es bien cierto.
EliminarBesos.
Ese de los viejos, me recordó, que a veces a mis dioses les pido que cuando este más viejo no me haga caduco e imbécil y esto sucede cuando voy en autobús, veo como unos viejos que apenas se pueden sostener se sientan en los asientos más difíciles de salir y no aquellos que les ceden y que están cerca de la puerta.
ResponderEliminarAbrazos
Aquí se hace cada vez más raro que alquien ceda el asiento a alguien, por muy viejo o embarazada que esté.
EliminarUn abrazo.
Supongo que en Argentina suena rarísimo que en España Concha sea una forma de llamar a las que se llaman Concepción, tiene que sonar rarísimo.
ResponderEliminarDesde luego que no ofende quien quiere, sino quien puede. Y el mejor desprecio es no hacer aprecio como complementos al tercero. El primer refranuevo es genial, sin duda es muy sospechoso que alguien venga del trabajo feliz y lustroso, je, je, je. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus atinados comentarios, David.
EliminarUn abrazo.
Pobres alfiles...casi siempre acaban palmando...
ResponderEliminarBuena tarde de domingo!
Para que luego la medalla se la lleve otro.
EliminarQué bueno el de Doña Concha jajajaaj me quedo con ese.
ResponderEliminarBesos.
Pues todo tuyo.
EliminarBesos.