Mi ignorancia musical me ha impedido conocer, hasta hace un rato, que para hacer sonar la nota DO en una trompeta no hay que darle al pulsador de ninguno de los pistones. Se obtiene simplemente soplando. Con ese detalle me quedo para la construcción de esta pequeña historia. Seguro que hay matices que podrían echarla por tierra, pero prefiero ignorarlos. El amable lector sabrá disculpar que en este caso anteponga la imaginación a la rigurosidad.
Soy hija de una trompeta
de pistones atascada,
motivo por el que fue
en desván abandonada.
La curiosidad de un niño
tornose en loco contento
cuando unos años después
encontrose el instrumento.
La historia de amor nació
al sentarse en una silla
y juntar uno con otra
la boca con la boquilla.
Con pulsadores de adorno
pero certero soplido,
quedaron embelesados
al escuchar mi sonido.
Llevamos seis meses juntos:
la trompeta rescatada,
la nota DO, que soy yo,
continuamente tocada,
el niño, que nos adora,
y su familia, atacada.
jja, muy bueno. La trompeta rescatada y ese niños buscador de sones, un buen suplicio para la familia
ResponderEliminarUn abrazo y feliz lunes
Tal cual lo has visto.
EliminarEl problema añadido es que la pobre trompeta solo da de sí la nota DO, por lo que la paliza musical se agrava.
Un abrazo y feliz lunes también para ti.
¡Muy bonito! :D :D Mi hija tiene un flauta. Una tarde, una buena amiga me dijo de la manera más amable que pudo, que no podía soportarlo XD Al parecer, yo me había inmunizado.
ResponderEliminarHay que estar a las duras y a las maduras. Cuando tu hija dé conciertos, tu amiga te pedirá entradas.
EliminarXD XD
Eliminar:)
EliminarLo de la familia atacada, lo entiendo ;)
ResponderEliminarUn abrazo Chema.
Al final terminará pagándolo la trompeta, porque no vas a tirar al niño por la ventana.
EliminarUn abrazo, Alfred.
XD XD
EliminarLa sociedad está muy loca.
EliminarDo, do, do, do no rima siempre con dormir por los pobres padres....
ResponderEliminarSi a "dormido" le quitas "do" (para llevarlo a la trompeta) queda "dormí", que viene a ser dormir en pasado.
EliminarAy, esta lista de comentarios está tan graciosa como la entrada XD
EliminarLo mejor de mis entradas sois los comentaristas.
EliminarSi en lugar de una trompeta hubiera sido una flauta, podríamos decir aquello de que sonó la flauta por casualidad.
ResponderEliminarUn poema muy logrado y simpático.
Un abrazo.
También tendríamos que cambiar el niño por un burro.
EliminarGracias, Josep Mª Panadés (con acento).
Un abrazo.
Anda, tú XD
Eliminar:)
Eliminarjajajaja !Genial!
ResponderEliminarPero me has hecho recordar aquellos tiempos en el ejército en que por un corto tiempo, estuve en la banda de cornetas y tambores esperando otro destino, aquellas cornetas no tenían pistones, para que suenen, se aprieta contra los labios la "boquilla" y con la lengua se "escupe", dependiendo de lo que se apriete contra los labios, te dará diferentes notas, no solo el do, y si solo soplas y no "escupes" no suena...jajaja
Es solo una anécdota que he recordado gracias a ti y en agradecimiento por lo precioso de tu poema, te he querido contar :)
Salud y abrazo
Salud
Pues yo también he recordado gracias a ti mis prácticas de la mili en el Regimiento Barbastro 43, en Barbastro (Huesca). Nunca toqué la corneta, pero recuerdo que me dieron la explicación que tú me has dado ahora.
EliminarSalud y abrazo.
Nunca habría imaginado eso.
EliminarSegún creo no es que tengas que soltar saliva, sino soltar el aire como si estuvieras escupiendo con los labios prietos.
EliminarLo del poema que bien logras, se observa regularmente con los niños que no encuentran la trompeta, pero sí una "riolina" o armónica, que alguna vez tocamos, y que a trancas y mochas, soplando sacábamos alguna canción que era un entusiasmo colectivo en medio de las cervezas. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarNo tengo yo especial oído para la música, ni arte para tocar instrumentos.
EliminarUn abrazo.
La nota Do tiene mucha suerte de salir a pasear por la trompeta de ese niño.
ResponderEliminar: )
Besos.
La familia es la que no tiene tanta suerte, pero todo sea por tener contento al chiquitín.
Eliminar:)
Donde dos se quieren, con uno que coma basta...
EliminarSi la familia es numerosa más de uno se quedará sin comer, pero sarna con gusto no pica.
EliminarMe duele la cabeza con sólo imaginarlo...
ResponderEliminarMejor vete a ver la luna, que está muy bonita.
Eliminar¡Muy ocurrente! Yo tampoco tengo ni idea de cómo se toca una trompeta, pero la poesía me ha gustado mucho. Es muy divertida. Un abrazo
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado, Rita.
EliminarUn abrazo.
Yo conozco esa bulla
ResponderEliminarAbrazos
¿Qué bulla? ¿La de aguantar niños dando el coñazo?
EliminarUn abrazo.
jaja...y tan atacada, me lo imagino. y andan que no se ponen ellos en sus trece.
ResponderEliminary con el DO por delante y por detrás...uffff...
Feliz noche Macondo.
Un abrazo
Hay que ser comprensivos con los artistas. :)
EliminarFeliz noche también para ti, Carmen.
Un abrazo.
El niño hoy solo sabe, DO, pero igual mañana es alguien muy importante, piensalo asi, no solo no te molestara, que le animaras
ResponderEliminarSi la opción no te gusto, perdoname
un abrazo
Nada que perdonar. Además la historia es inventada.
EliminarUn abrazo, María Jesús.
Qué chulada, me encanta. El amor por la música es inmenso.
ResponderEliminarMuy feliz martes.
Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Trompeta no, pero saxo y clarinete son miembros de la familia desde que apunté a mis hijos a la escuela de música. Verlos tocar e interpretar las partituras es algo que se siempre me maravilla. Precioso poema, Macondo. Un abrazo!!
ResponderEliminarYo tango sobrino de percusión y sobrina de flauta travesera y coro.
EliminarMientras el chaval estuvo en un grupo me hice fotógrafo del mismo y los seguía a todos los conciertos. De música, tengo más oreja que otra cosa.
Gracias.
Un abrazo.
Todo un Artista con dos dedos de frente dando el do de pecho.
ResponderEliminarEl DO de pecho era de oído para su familia, pero todo sea para que el chiquitín disfrute.
EliminarMe encantó y también tu blog si me permites me quedo.saludos cordiales.
ResponderEliminarNo solo te lo permito, sino que será un placer para mí que vengas siempre que quieras.
EliminarSaludos.
Hola Chema,muy bueno el poema,no hay nada más bonito que ver a un niño tocando en este caso la trompeta, lo que no se si opinaran lo mismo los vecinos.
ResponderEliminarEn mi casa hubo una trompeta, pero duró poco tiempo viva,se encargó mi madre de estropearla con mucha delicadeza jejej.
Besos
Puri
Ya te veo a ti con la trompeta dando la paliza a tu madre, como el niño de la historia. XD
EliminarBesos, Puri.
Qué bueno que ya empiezas a escribir de nuevo, y en este caso toca (y toca) la trompeta.
ResponderEliminarEn mis tiempos de estudiante, yo tocaba, aunque no la trompeta, sí la flauta.
Un beso enorme.
Yo a lo más que he llegado ha sido a silbar.
EliminarOtro beso grande para ti.