REEDICIÓN (edición: 02/03/2012)
En muchas ocasiones,
aunque las distancias sean largas, prescinde del autobús. Prefiere desplazarse
caminando a buen paso. Corriendo. No es solo porque cualquier ahorro es bueno
para la complicada economía familiar, sino sobre todo porque el autobús le
produce claustrofobia. Le permite pensar demasiado. Más de la cuenta.
Plantearse situaciones que no termina de comprender. ¿Por qué el premio a la
mejor jugadora del club de ajedrez se lo dan a otra chica, cuando su hija es la
que mejor ha quedado en todos los torneos? Alguien le ha insinuado que quizá
sea por ser rumana, rumana en España, pero ella no ha querido hacerle caso. No
puede pensar así de las gentes de un país en el que se considera bien acogida.
En el que lleva ya cuatro años. En el que le gustaría quedarse a vivir para
siempre.
A una edad en la que
las mujeres de por aquí empiezan a caer en la cuenta de que han dejado de ser
niñas, ella ya era madre. Cuatro años después llegó la pequeña. Otros tantos
más tarde vinieron las tres a reencontrarse en España con el hombre, que se
había adelantado a buscar la vida para los suyos. “La familia tiene que estar junta”. Su trabajo, limpiando casas y
oficinas, fue al principio un buen complemento al jornal del marido. Un
dinero imprescindible actualmente,
porque con la crisis es el único ingreso fijo con que se cuenta en casa.
Llega puntual al
trabajo, con el precalentamiento hecho.
Las escaleras de dos en dos. La sonrisa de siempre. No habla de sus problemas,
si no le preguntas. Los hay mucho más graves. Sin dejar de trabajar un
instante, te cuenta noticias de personas que sufren en el mundo. De gentes
necesitadas a las que le gustaría poder ayudar. Pero se tiene que conformar con
fijarse en los que tiene alrededor. Siempre dispuesta a echar una mano.
Generosa para dar, sin esperar nada a cambio. Agradecida para recibir, como
si no tuviera derecho a ser de vez en
cuando correspondida.
Una sonrisa y hasta
el día siguiente. Sale disparada hacia el próximo destino. Tiene que aprovechar
la mañana, porque el resto del día debe desempeñar otros papeles. El de cabeza
de familia porque el marido, siempre entre rumanos, no termina de hacerse
entender en español. El de madre motivadora porque la hija mayor, demasiado
tímida, no acaba de adaptarse. El de madre severa porque la pequeña, todo lo
contrario, se pasa de adaptación. El de administradora, para hacer encaje de
bolillos con unos mermados ingresos. El de psicóloga, para levantar el ánimo de
un padre de familia sin trabajo. El de buena gente, para ayudar a quien lo
necesite.
Esa es ILEANA. No creo haber hecho méritos para merecerlo, pero es
un orgullo para mí que me cuente entre sus amigos.
Bello toque de amistad para comenzar la mañana.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Gracias, Manuel.
EliminarFeliz fin de semana también para ti.
Conserva las buenas amistades vengan de donde vengan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso le da sentido a la vida, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Una luchadora nata, un ejemplo a admirar. Hay muchas Ileanas en España, y maridos que no se adaptan y ya no aportan ala economía familiar. Son mujeres fuertes, llenas de ganas de seguir adelante, con el esfuerzo que sea. Cuando hablamos de inmigración nos olvidamos de tantas personas que hacen la nuestra vida más fácil, que encuentro injustas muchas afirmaciones. Para cuidar a nuestros ancianos, la mayoría de cuidadoras son mujeres de fuera, casi siempre sudamericanas, y dan ejemplo de entereza por un lado, pero sobre todo de humanidad con nuestros mayores.
ResponderEliminarBravo por tu post y felicidades por contar con su amistad. Un abrazo
Si te fijas, es una reedición de una entrada del año año 2012. Nuestra relación ya no es diaria, porque nuestro trabajo ya no coindice, sin embargo la amistad no se ha perdido.
EliminarMe ilusionó —y también a Ileana— que una de las primeras entradas en mi blog fuera un modesto homenaje para ella.
Un abrazo.
Pues es una amistad digna de conservar. Conozco bastantes casos así por el trabajo de mi hermana y de verdad que admira¡o esa capacidad de susbsistir, adaptarse y prosperar con todo en contra. Además yo he estado en umanía y mi hija vivió allí 6 meses y eso es pobreza de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Realizan trabajos que nadie quiere hacer y luego se dice que vienen a quitarnos el pan. Como el perro del hortelano: "ni comemos, ni dejamos comer".
EliminarUn abrazo.
Mi aplauso para ti.
ResponderEliminarMi respeto y admiración para ella.
Mi desprecio para los líderes fascistas de este país.
Qué asco me dan.
Saludos.
Gracias, Toro.
EliminarSaludos.
Que dure mucho esa amistad, y esta entrada con tanto cariño y respeto se la merece mucha gente que corre la misma suerte. Y muy cierto, luego hay españolitos que dicen que los de fuera vienen a quitarles el trabajo, cuando ello no quieren dar un palo al agua. Donde está ahora trabajando uno de mis hijos, la mayoría es gente inmigrante: Cuenta mi hijo que hay españoles que duran en el trabajo un día, e incluso menos, porque dicen que el trabajo es pesado. Pero te hablo de jóvenes con veinticinco años, y a estos pedazos de mierdas no sé como no se les cae la cara de vergüenza. (Por cierto decías en el último comentario que yo era más joven; jajaja lo mismo soy más viejo que tú. Si los dos andamos de reclutas por el "Campo San Gregorio en tú tierra, estamos ale ale.).
ResponderEliminarAbrazo Macondo
Cierto es que resulta lamentable la cantidad de gente que tiene ganas de trabajar y no puede, pero cuánta razón tienes con respecto a tantos jóvenes (y no tan jóvenes) acomodados a vivir del cuento.
EliminarEn San Gregorio hubo reclutas durante mucho tiempo, por lo que no quiere decir que porque estuviéramos allí los dos seamos de la misma quinta. Yo tengo la jubilación a la vuelta de la esquina.
Un abrazo.
´
Yo ya estoy jubilado compañero, así que en eso te adelanto, pero por jubilación anticipada. Tengo 62 años. Y soy de la quinta del 77 sino recuerdo mal jajaja.
EliminarAbrazo Macondo.
¿Ves cómo te gano?
EliminarUn abrazo.
Es como para estar orgulloso, desde luego, mujeres así es un orgullo tenerlas como amigas y como ciudadanas de este País!!! :)
ResponderEliminarSalud y abrazo
Así es Genín.
EliminarSalud y abrazo.
Admiro mucho a las mujeres que salen a hacer lo que es necesario para cubrir las necesidades de la familia. Ya que lo hagan con una sonrisa es lo más de lo más.
ResponderEliminarYo también las admiro, Silvia.
EliminarHola Macondo , por que sera que esto me es muy familiar , será que en mi casa desde que yo nací también tenía una ILENA en casa , mi madre junto a mi padre han sabido sacar a la familia adelante , trabajando de todo lo que había en aquellos años , siendo que ninguno de los dos era licenciado en económicas , ya que mi padre trabajo muchos años en el campo , hasta que se metió en la construcción llegando a ser oficial de 1º de encofradores , y mi madre mujer de la limpieza de casas y de edificios , una entrada muy buena y un digno homenaje a esta gran madre coraje , te deseo una feliz noche besos de flor
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado y recordado a tus ejemplares padres.
EliminarBesos.
ResponderEliminarHola Chema vaya bonito homenaje el que hizo tu entrada y vuelve a hacer con esta reedición a esas personas fuertes, capaces de darlo todo por sacar a los suyos adelante, darles una vida mejor que las que ellos han tenido y enfrentar las dificultades con una sonrisa.
Me molestan aquellos que se han olvidado que hace años y también ahora fueron muchos los que tuvieron que marcharse a otros lugares para intentar conseguir un presente y un futuro mejor para sus hijos y ellos mismos, me molesta que olviden y sean tan poco generosos con aquellos que llegan buscando lo mismo.
Un beso
La he reeditado porque en su primera edición el blog tenía un mes de vida y apenas lo leía nadie. De paso he recordado a una ya antigua amiga, a la que sigo apreciando a pesar de que actualmente no nos veamos con la frecuencia de entonces.
EliminarFuimos un país de emigrantes y estamos volviendo a serlo, pero la memoria es muy frágil cuando no se quiere recordar y se funciona con la ley del embudo.
Un beso, Conxita.
Qué buena reedición, qué buen texto para una amiga y ejemplo de vida.
ResponderEliminarSe notó el sentimiento en el texto. Hay muchas Ileanas, y muchas familias de la misma talla. Pero también hay muchísimos que no le legan a los talones a Ileana y se dedican a maltratar a su prójimo.
Abrazo Macondo!
Hay muchos que se quejan de que otros ocupen el trabajo que ellos no quieren.
EliminarUn abrazo.
Hola Chema las amistades sean de donde sean son lo mas preciado que se puede tener y en caso que nos cuentas, la mujer tiene mucho mérito a parte de mucho trabajo y como tu dices nunca se queja ni habla mal de nadie.
ResponderEliminarEn la forma en que narras se nota que la amistad es sincera, de esas que da gusto tener a nuestro lado.
Besos Chema.
Puri
Ileana es una bendición, no solo para su familia sino para todos los que le rodean.
EliminarBesos, Puri.
Muchas son las mujeres inmigrantes, madres, esposas, hijas, trabajadoras que luchan de sol a sol sin perder la sonrisa y ayudan contra viento y marea.
ResponderEliminarQue nadie piense que un salario lo paga todo.
Maravillosa entrada.
Un beso.
No estuvo muy intuitivo quien inventó llamar a las mujeres el sexo débil, cuando son en muchas ocasiones el pilar fundamental de las familias.
EliminarMe alegra que te haya gustado la entrada.
Un beso.
Y en todas partes leemos que son ellas, las que sacan adelante el matrimonio, las que empujan al esposo a iniciar un negocio o una empresa de servicios, siendo ellas el pilar fundamental para que sus hijos terminen en la universidad.
ResponderEliminarAbrazos
Así es, Chaly.
EliminarUn abrazo.
Buen reconocimiento.
ResponderEliminarEres justa y diáfana en tus expresiones.
Gran abrazo!!!!!!!!!
Gracias, Ricardo.
EliminarNo tiene importancia, pero puntualizo que soy hombre.
Un abrazo.
Una buena amistad es un tesoro... Haz por conservarla...
ResponderEliminarUn abrazo
Tienes razón, Ildefonso.
EliminarUn abrazo.
Precioso homenaje que le rindes, Macondo.
ResponderEliminarEstoy segura que ella en su momento ya lo agradeció y ahora por recordárselo también, cuando a uno por las circunstancias los ánimos le flojean, siempre va bien que le recuerden lo especial y valeroso que es. Es muy necesario y proporciona fuerza para continuar.
Un abrazo.
Esta vez no le he informado de la reedición.
EliminarUn abrazo.
Muchas personas, que miran a esas familias de inmigrantes torciendo el gesto, deberían conocer, o al menos intentar conocer, la humanidad que se esconde dentro de esos núcleos familiares.
ResponderEliminarUn bellísimo relato dedicado, sin duda, a alguien con una gran entereza y un gran corazón.
Muchas veces, las personas más humildes dan mucha mayor muestra de generosidad hacia los demás que los económicamente más pudientes. Mi hija menor, que estuvo varios meses trabajando en la calle como captadora de socios en una conocida ONG puede dar fe de ello.
Un abrazo.
A veces sale en un periódico o en la televisión que algún inmigrante ha delinquido y hay gente que parece alegrarse para poder reforzar sus estúpidas teorías de que vienen a corromper nuestra "maravillosa" sociedad de gente de bien.
EliminarUn abrazo.
Una mujer digna de admirar y un honor tener su amistad.
ResponderEliminarPreciosa entrada.
Besos.
Gracias, Carmela.
EliminarBesos.
ResponderEliminarEste sentido homenaje que le haces a Ileana nos muestra a una persona digna de todo respeto y elogio, pero también dice mucho bueno de ti.
Gracias, Ángeles, pero no he hecho otra cosa que poner de manifiesto unas cualidades que no solo soy yo el que las aprecia. Todo el mundo habla bien de ella.
EliminarUn fantástico homenaje a la altura de ese persona que tienes la suerte de tener por amiga. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias, pero yo me he limitado a describirla.
EliminarUn abrazo.
Conocí a buena gente en Rumania cuando fuí con unos reporteros freelance para informar sobre la Revolución que derrocó a Ceaucescu en el 89. Me entendía con ellos en francés pues se enseñaba en sus escuelas. Pusieron mucha ilusión cuando acabó esa dictadura pero el pueblo rumano sigue siendo muy pobre.
ResponderEliminarSaludos.
Borgo.
Tienen una gran facilidad para los idiomas. Viene a España un futbolista rumano y a los tres meses se entiende perfectamente en español. Igual que los ingleses, vamos.
EliminarSaludos.
Cuántas historias de superación y de enfrentamiento con el día a día no habrá en cada una de nuestras ciudades. Agradecidos, esforzados, integrados,... qué lástima que tantos paguen por el mal de unos pocos.
ResponderEliminarSaludos!
Saludos, Cleveland.
EliminarExtraordinaria mujer y...sois afortunados por esa amistad.Los dos.
ResponderEliminar: )
Besos.
Yo, al menos, sí.
EliminarBesos.