Desde niña le gustaron las muñecas, pero no le dio por coleccionarlas hasta cerca de los treinta años. Reunir ejemplares le resultaba complicado, porque todos tenían que ser robados. Nadie vendía, ni mucho menos regalaba. Se fabricó en madera lo que ella llamaba mi casita de muñecas. En cuanto conseguía una nueva disfrutaba haciéndole un hueco entre sus congéneres. Cuando conocía el nombre de su dueño se lo incorporaba en un letrero, escrito en perfecta caligrafía. Los fines de semana se pasaba horas muertas limpiándolas y puliéndolas. Sin embargo se encontró con el problema de que cada vez se fue estrechando más y más el cerco, hasta que terminó siendo descubierta y detenida por la policía. Había dejado a más de cincuenta personas mancas, para quitarles la articulación de una mano con el antebrazo.
Cita del día
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CITA DEL DÍA: «Lo peor que puede hacerse es cruzar el precipicio en dos saltos» (David Lloyd George).
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Que macabro, genial...
ResponderEliminarGracias.
Eliminar´BUENÍSIMO!! GENIAL!
ResponderEliminarMuchas gracias, Irene.
EliminarJajajajaja ¡Menuda sorpresa! ¡Estupendo este minicuento! ^^
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
EliminarGracias.
Muy bueno.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Chaly.
EliminarUn abrazo.
Cruento, Chema, muy bueno.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.
HD
Cruento y retorcido. Eso os pasa por animarme.
EliminarOtro fuerte abrazo para ti, Humberto.
¡¡Ahh!! ¡Qué cosa! Muy bueno, Macondo. Pero esta vez has hecho trampilla con la ilustración: habría quedado mejor un "algo" que aludiera a la casa de muñecas.
ResponderEliminarTienes razón en lo de la imagen. Hay un poco de trampa, para no dar pistas.
Eliminarjajajajajaja Qué sorpresa!!!!! macabra sorpresa!
ResponderEliminarmuy bueno Chema
Besitos =)))
¿Has visto como estoy volviéndome de rebuscado?
EliminarGracias.
Besos.
Jajajjaajaja
ResponderEliminarGenial!!!!
Bravoooooooooooo
Animadme y ya veréis.
EliminarMuchas gracias, Toro.
Saludos.
Chema tus finales siempre sorprenden y este lo hace en grado sumo, la verdad conforme lo iba leyendo no me imaginaba cual iba a ser el desenlace, y cuando lo leí me quedé asombrada .
ResponderEliminarMenudo elemento la tal coleccionista.
Besos Chema.
Puri
Elemento creado sin duda por una mente perversa.
EliminarBesos,Puri.
Jajajajaja Me has sorprendido muy agradablemente! Esa vena diabólica me resulta tremendamente atractiva :D
ResponderEliminarPor cierto me leí todos tus cuentos con su nueva y acertadísima visión! Encantadores.
Besitos desde mi averno.
Podías haber avisado que ibas a entrar a los cuentos, que les hubiera limpiado el polvo. Son unos cuantos. Muchas gracias.
EliminarBesos desde territorio intermedio.
Madre mía... jajajaja!!
ResponderEliminarCada vez me das más miedo, jiji!
Le estoy cogiendo el gusto y no sé en qué puede terminar esto.
Eliminar¡Nos has despistado hasta el final!
ResponderEliminarQué bueno pero qué corto, porque para mí lo breve, si bueno, dos veces breve (si me oyera mi amigo Gracián…)
Un fuerte abrazo.
También tiene sentido como tú lo dices, aunque se pudiera enfadar el jesuita.
EliminarOtro fuerte abrazo para ti, Karima.
uyuyuyuyuyyyyy
ResponderEliminarla foto de las muñecas me dan un poco de miedo
ResponderEliminarEs que las muñecas tienen un no sé qué, que parece un que sé yo... Como del otro mundo.
EliminarEspantoso relato. No se porque nunca me han gustado los coleccionistas de muñecas...
ResponderEliminarIncluso hay muñecas que me espantan, y las que nos has plantado...ufffff dan escalofríos.
Hoy Chema, seguro que ya no concilio el sueño.
Besos...y de vez en cuando, pon una ternura, anda... Aunque genia,l es de verdad.
Espero que no dejes de dormir por mi culpa.
EliminarEs verdad que tengo un poco abandonadas las entradas tiernas. Son rachas.
Besos.
Vaya que son tétricas. Recordé en Red Dragon, la escena del homicidio con las muñecas ojonas similares a la imagen.
ResponderEliminarDan mucho juego, hay que reconocerlo. Y yo me he dejado adornar por ellas, aunque al final no tuvieran que ver con las muñecas del relato.
EliminarEsto caía como anillo al dedo para un viernes 13, jeje.
ResponderEliminarUn saludo Macondo!
Pues por esa fecha andaría mi maquinación, aunque apareciera publicado al día siguiente. No lo había pensado.
EliminarUn saludo, Mary.
Esta debe ser prima de la de mi abecedario xddd! Me ha encantado. Biquiños!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
EliminarBesos.
Escalofriantemente muy bueno!!!
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Alfred.
EliminarSaludos.
en mi vida he tenido casa de muñecas y ahora mismo es lo que más odio del curro, jugar a la casita de muñecas.. prefiero los coches, bicis y deportes varios.
ResponderEliminary después de ver lo que les pasa a estas.... menos!!!!
Voy a pedirle a los Reyes una Barbie Superstar para ti, para que no seas tan chicazo.
EliminarBesos.
Te estás enmendado en contar cosas tiernas; a este paso cada vez me vas a volver más sensible. Pues oye, sabes lo que te digo; que este tipo de relato, como que me van, siempre me han ido. Ya hay por ahí, bastante mojigato y exquisitez en sus textos que me recuerdan a aquellas novelas radiofónicas con tanta pamplina, que las marías las escuchaban a las cuatro de la tarde en el mes de agosto, y se les caían los mocos. Ahora yo creo que esta coleccionista empezó un poco tarde. Para arrancar brazos y dejar gente manca se empieza a los ocho años, y así a los treinta ya no hay muñeca que se resista.
ResponderEliminarAbrazo Macondo
Hay que escribir de todo. A veces le da a uno por lo sensible y otras por lo morboso.
EliminarA los ocho años quizá no le faltara la voluntad de empezar la colección, pero sí las fuerzas. Por eso tuvo que esperar a ponerse cachas para hacerse con las víctimas, que la gente no se deja cortar un brazo así como así.
Otro abrazo para ti, Rafa.
Oye, que la chica tenía manías raras, cómo somos de malpensados...jeje.
ResponderEliminarBestial, Chema. Me encantan estos relatos tuyos tan tétricos.
Un beso!
Cada uno colecciona lo que le gusta, tampoco vamos a ponernos puntillosos por eso.
EliminarYa he participado en lo tuyo, aunque solo sea para hacer bulto.
Besos.
¿Has borrado "Manolo y Maruja"?
ResponderEliminarQuería programarlo para las 8 de la mañana y lo he hecho mal. Saldrá a esa hora.
EliminarEstás en todo.
Un abrazo.
Hay coleccionismos extraños, pero esa Maruja ha resultado una bruja de cuidado.
ResponderEliminarUn abrazo
Maruja es la gata de la otra entrada. Esa solo coleccionaba preñeces.
EliminarUn abrazo, Albada.
Hoy en día le detienen a uno por cualquier cosa...
ResponderEliminarUn abrazo.
Al fin y al cabo cincuenta personas mancas y teniendo la delicadeza además de quitarles solo un brazo.
EliminarUn abrazo (con el completo).
muy buen relato , empezo con muñecas y termino con seres humanos , me a gustado mucho tú relato ,te felicito .... La foto en verdad es que da un poco de yuyu , jajajajaj saludos de flor.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
EliminarSaludos.
¿Verdad que sí?
ResponderEliminarSaludos.