Cita del día

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

CITA DEL DÍA: «Los altavoces refuerzan la voz, pero no los argumentos» (Hans Kaspar).

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

domingo, 2 de agosto de 2015

De la hospitalidad al vasallaje





Inspirado en el poema de Toro Salvaje Han llegado las vacaciones.



Pudieron haber hecho como ellos, pero se quedaron en el pueblo. Siempre admiraron su decisión de dejarlo todo para marchar a abrirse camino a la capital en un entorno desconocido. Se sienten felices de que les haya ido tan bien, orgullosos de ser su familia, contentos de que no quieran renunciar a sus raíces y honrados de recibirlos en su casa todas las vacaciones. Llevan unos días sin parar de prepararlo todo para su llegada, revolucionados para que no falte de nada y reubicados para dejarles las mejores habitaciones. Por fin los ven aparecer con su flamante coche recién estrenado y los nuevos modales adquiridos. Están agradecidos de que sigan tratándoles de igual a igual, a pesar de que ellos mismos a su lado se ven unos catetos. Y de que den por hecho con tanta naturalidad que en esa casa están invitados y cualquier mención de pagar algo o ayudar en cualquier tarea puede resultar ofensiva. Se sienten halagados cada vez que les dicen que los mejores días del año son los que pasan allí. Y los despiden con tristeza cuando tienen que regresar a sus importantes asuntos, con las pilas cargadas, la paga extraordinaria intacta y el maletero repleto de embutidos y demás productos del lugar.


24 comentarios:

  1. Es lo mejor de todo, que siendo tan importantes no olviden sus raíces. Tienen muy bien cimentados sus valores.


    Seguro que cuando se marchan el maletero que tienen dentro del corazón va repleto de amor y cariño.


    Un abrazo Chema (habla muy bien de ti el haber mencionado que te inspiró el post de Toro. Aplauso).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces los importantes no son los que se dan importancia.
      Es de justicia citar a Toro. Además él supo reflejar mucho mejor la ironía en sus palabras.
      Un abrazo, Flor de María.

      Eliminar
  2. Qué bueno tener un pueblo de donde se vino, a donde ir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y una gente que te reciba de una forma tan generosa.
      Besos.

      Eliminar
  3. Creo que no han pillado la ironía los comentaristas anteriores.
    Realmente es tal como dices.
    Volvían de vacaciones como si volvieran a casa de gente inferior o gente atrasada.
    Lucían aires de casi potentados aunque no fueran más que otros eslabones del sistema.
    Lo has reflejado muy bien.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Le he cambiado el título, para dar más pistas.
      No estoy tan convencido de que se tenga que hablar del asunto en pasado.
      Gracias.
      Saludos.

      Eliminar
    2. Ah mira, ya leyéndolo como lo comenta Toro se le encuentra el sentido que no entendí a ciencia cierta si fue lo que quisiste decir.

      A lo mejor será que todavía creo en cuentos de hadas.
      A veces es bueno regresar a ver respuestas.


      Beso a los dos.



      Eliminar
    3. Ha sido por dos motivos. El primero porque yo no soy tan certero como Toro en la forma de expresarme y el segundo que tú, aunque seas una chamaca rebelde, tienes la mente mucho más limpia que nosotros.
      Besos.

      Eliminar
  4. Creo que se da de todo. No siempre se vuelven con la cartera llena.
    Que este pequeño turismo también crea riqueza en el pueblo.
    Sin contar con los que conservamos nuestra casa para poder irnos de vacaciones, que no es por eso.
    Más bien por encontrarnos con nosotros mismos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Evidentemente muchos de los que van al pueblo no lo hacen de gorrones, no vaya a darse todo el mundo por aludido.

      Eliminar
  5. Existen impulsos que nos llevan a hacer cosas para mejorar la experiencia de los familiares que nos visitan, y cuando caemos en la cuenta, puede que nos planteemos si habría sido mejor hacerlas de forma distinta. Con estos gorrones que asaltan sin conmiseración, seguramente que sí. Creemos tener una familia y resulta ser solo una ilusión: Asombrosos malabares que manejan sin pestañear el recibir a espuertas del corazón ajeno.
    No obstante, me temo que de muy poco serviría hacerles ver a estos generosos anfitriones que se postran servilmente ante advenedizos para granjearse un cariño ficticio. Aunque parezca mentira, no controlan nada, porque el comportamiento que exponen a voces es totalmente emocional. Y estos tiburones lo saben.
    Si me lo permites, me gustaba más el primer título de la entrada “Hospitalidad o lo que sea eso” porque ese “eso” refleja una realidad que muchas veces resulta incalificable.
    Un fuerte abrazo, Chema.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cambié el título para tratar de dar más pistas sobre lo que quería decir en un texto que no me había quedado redondo, puesto que a los primeros lectores no había sido capaz de transmitirles la ironía que pretendía. Otra cosa es que lo consiguiera.
      Otro fuerte abrazo para ti, Karima.

      Eliminar
    2. Pues a mí me parece que tu texto ha quedado redondo y el mensaje meridianamente claro, valga la redundancia. No te quites mérito. Como dice Toro Salvaje, lo has reflejado muy bien. Otra cosa es que algunos lectores no capten la ironía con la que has escrito el texto. ¿Recuerdas la reacción de tu hermana al leer tu genial entrada dedicada a la llegada de Ariadna? Pues eso.

      Eliminar
    3. Pues no, jamía. No me acordaba. De los comentarios habidos en una entrada de mi blog de hace varios años solo te acuerdas tú. No sé cual es la santa patrona de la memoria, pero que te la conserve para seguir halagándome.
      He llegado a la conclusión de que mis lectores españoles tenéis más fácil captar el sentido de la entrada, porque quien más quien menos conoce algún caso parecido. Quizá en los países hermanos de América estén menos familiarizados con ese tipo de relaciones.
      Gracias.

      Eliminar
  6. Veo que indica que le puso un nuevo tíulo, sinó es mucha molestia preguntar, ¿Cúal era el anterior?.

    Casí nunca me gusta de caerle de visita a los familiares lejanos, no soy de disfrutar tantas atenciones y complacencias, al ser lejanos, no soy de tenerles confianza, una no se siente en casa y así.

    Beso Macondo!.

    ResponderEliminar
  7. Me parece que es cierto eso de los comentarios de los que no somos españoles, es algo que acá, brincando el charco, no es tan común, principalmente porque no se tienen vacaciones como las de ustedes, no se "usa" eso de ir al pueblo de vacaciones como lo señalan.....cuando menos aquí donde yo vivo, no.

    Saludos =)))

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Está claro que si ninguno de los receptores hispanoamericanos del mensaje lo había captado el problema no era de ellos, sino de quien no había emitido en la onda adecuada.
      Saludos, Liliana.

      Eliminar
    2. Por mis rumbos si se usa eso de ir al lugar de origen, si todavía existe familia ahí, pero aprovechar la generosidad de la familia me parece muy bien, para eso somos familia; veo que se refieren a un comportamiento abusivo...
      A mí me queda más clara la intención con el nuevo título, pero el anterior es más, digamos, literario, y el texto creo que es claro, solo que algunos estamos en otro canal :)
      ¡Saludos!

      Eliminar
    3. El caso es que ya lo hemos aclarado.
      Gracias, Silvia.
      Saludos.

      Eliminar
  8. Yo creo que eso era más antes, ahora los que quieren ir al pueblo se tienen que comprar una casita, o buscar una pensión..
    Yo vivo en Euskadi, y toda mi familia vive en el pueblo, yo me considero que voy a casa, a pesar de que llevo fuera más de media vida (pero voy sola, voy a casa de mi madre..)
    Como eramos una familia numerosa la casa ya no se nos llenaba, pero a vece si iban pariente de visita de esos que les gustan las alubias del pueblo, pues unos que iban una vez al año a comer a mi casa, y de hospedaje donde algún familiar ( de ellos), viven en el norte, y casualidades que un conocido mio les conocía, y le dicen conozco a una prima segunda tuya muy simpática, y el pariente que iba a comer alubias dijo "bueno tampoco es tan simpática", se les acabaron las alubias. se lo dije a mi madre y cuando fueron a casa de mi madre estaba yo allí, y les dije "siento la falta de hospitalidad que no os ofrezcamos nada, pero es lo que tiene no ser simpática ni agradable", y nos seguimos hablando , si coincidimos,, que es casi nunca

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también creo que era más antes, pero no estoy tan seguro de que haya desaparecido del todo la costumbre, aunque quizá no tan exagerada en cuando a lo del vasallaje y a lo de poner unos todos y los otros nada.
      Está claro que lo de ir tú a casa de tu madre al pueblo no tiene nada que ver.

      Eliminar