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CITA DEL DÍA: «La talla de las estatuas disminuye alejándose de ellas; la de los hombres, aproximándose» (Alphonse Karr).
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Si es qué... hay que estar atentos!!!
ResponderEliminar;))))
Un abrazo.
En tiempos de mis padres —cuando no se era tan práctico como ahora— se juntaban con tres o cuatro cosas iguales y se quedaban sin alguna que necesitaban. Estaba feo hasta preguntar. Eso de las listas de boda resultaba de mal gusto, y no te digo nada lo de las cuentas.
EliminarUn abrazo.
Jajajajaa
ResponderEliminarEs que eso de los sobres... jajajaa
Saludos.
La gente ha cogido mucha soltura con la situación, jajaja.
EliminarSaludos.
161, cuanto humor nos compartes. Lo de los sobres siempre me pareció feo pero bueno viéndolo con humor ya es otra cosa. Un abrazo
ResponderEliminarComo le decía a Alfred, en tiempos no tan pretéritos, estaban mal vistas hasta las listas de boda.
EliminarUn abrazo.
En el caso de divorcio: ¿no hay un apartado que firman los novios, que ponga A DEVOLVER?
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo perdono la devolución del regalo si no me invitan a la siguiente.
EliminarUn abrazo.
Exagerao... pero con visos de realidad.
ResponderEliminarTambién nos parecían exageraciones hace unos años pensar que se iba a llegar a que unos novios te dieran una cuanta para que les ingresaras el dinero.
Eliminarjajaja,los sobres,abrazos.
ResponderEliminarUn abrazo, Fiaris.
EliminarY al final remata con un "pásalo bien" jaja
ResponderEliminarVa un abrazo, Macondo.
Otro abrazo para ti, Julio.
EliminarUf, que lío esto de las bodas... A veces, se acumulan las bodas, y tiene uno que dar el regalo a 30, 60 y 90 dias...
ResponderEliminarUn abrazo
Luego dicen que la gente no se casa. Qué horror. Algunos hasta repiten.
EliminarUn abrazo.
Es que no es fácil calcular el cubierto, o sí, y entonces es rezar porque no te inviten oye :-)
ResponderEliminarUn abrazo, Macondo.
A mí todavía no me ha explicado nadie convincentemente cómo puede ser tan caro el cubierto de una boda. Lo normal, en cualquier negocio, es que si les llevas un montón de clientes, a los que además pueden atender de una vez, te hagan un precio especialmente bueno. Pues en las bodas no solo no ocurre, sino que además que cobran mucho más.
EliminarUn abrazo.
La gente cada día tiene más estudios y menos formación y saber estar.
ResponderEliminarMandar lista de boda y número de cuenta corriente es una sinvergüencería.
Sé de uno que al recibo de ingreso en cuenta añadió los platos que quería de menú. El que paga exige.
Un beso.
Al principio fueron las listas de bodas (que vienen a ser una cuenta encubierta, tratando de mantener las formas) y ahora ya se ha pasado a dar el número de cuenta directamente. Yo ya me he acostumbrado y me resulta hasta más cómodo.
EliminarUn beso.
Es cierto, estudio sin formación y practica no sirven.
ResponderEliminarCada día que pasa me alejo de esos festejos, son un saca bolsillos, estoy más con que sea en familia, como antes. Ahora el cumpleaños de los niños se hace dos veces, una con sus amigos y otro con la familia y más adelante añadirán algo más.
Lo de los sobres hay que vigilar, jajajajjaa.
Feliz verano Chema.
Un abrazo largo largo.
En las familias con niños los cumpleaños son todo un presupuesto, tanto por la organización de los propios como los regalos de los ajenos. Y si se multiplica por dos, como tú dices, todavía más.
EliminarLo de los sobres hubiera sido inconcebible hace unos años.
Feliz verano también para ti, Carmen.
Otro abrazo fuerte, fuerte.
De quién sería la idea de los sobres. POR estos lares, una muchacha agraciada, se reencontró con un joven que se había ido a Florida a hacer el sueño americano manejando un tractomula. El reencuentro no sólo despertó el amor que terminaron casándose, con la promesa de que el novio volvería por ella. La caja con los sobres de regalo, era prometedora porque el padre de la contrayente era político, a la cual ya le había echado su buena mirada el novio. Las malas lenguas, dicen que el dinero recibido, llegaba a los treinta millones, por lo que no extraña que el novio se hubiera fugado con los sobres dejando a la novia con los crespos hechos. Ahora ella volvió a casarse, con la exigencia de que no hubieran sobres sino regalos
ResponderEliminarUn abrazo. Carlos
Muchas gracias por traer la anécdota, Carlos. Eso ya es ponerle la guinda al asunto, jajaja.
EliminarUn abrazo.
Si ya no me gusta asistir a los banquetes de boda, solo pensar que podría pasarme algo así, me da un repelús... Esta pareja es el colmo de la avaricia.
ResponderEliminarUn abrazo.
En tiempos de nuestros padres no existían ni las listas de boda. Se cuidaban más las formas. Ahora, en muchos casos, la famosa cuenta resulta imprescindible para que pueda celebrarse el evento.
EliminarUn abrazo.
¡Ya estoy aquí!
ResponderEliminarTe agradezco las risas, el humor es nuestro mejor aliado siempre. Tu blog jamás defrauda.
Tengo que venir más despacito, hoy es para saludarte y agradecerte tu interés y seguimiento.
Besotes.
Celebro tu regreso, Mari Carmen.
EliminarBesos.