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En este microrrelato mi aportación literaria es prácticamente nula, porque he cometido la osadía de aprovecharme casi íntegramente del inicio de Cien años de soledad para, haciendo unos retoques, incorporar al texto a nuestro ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, creando un nuevo personaje que lleva su apellido (Quijano) y el nombre del auténtico protagonista de Gabriel García Márquez (Aureliano Buendía).
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el hidalgo coronel Aureliano Quijano había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Aquel lugar de cuyo nombre el ilustre escritor no quiso acordarse, era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava, construidas a la orilla de un afluente del río Guadiana. El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de denominación, y para mencionar a los molinos de viento se les llamaba gigantes. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea y daba a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Aureliano Quijano pensó que era posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra, así que cambió su mulo y una partida de chivos por dos lingotes imantados. Durante varios meses se empeñó en demostrar el acierto de sus conjeturas, pero lo único que logró desenterrar fue una armadura del siglo XV con todas sus partes soldadas por un cascote de óxido. Cuando él y los cuatro hombres de su expedición lograron desarticularla, encontraron dentro un esqueleto calcificado que llevaba colgado en el cuello un relicario de cobre con el rizo de una mujer del Toboso.
Mira por donde apareció Dulcinea en Macondo!! Amo a García Márquez pero mentiría si digo que leí el Quijote...pero bueh, quien no conoce un poco de su historia. Una combinación muy buena! Saludos y mariposas amarillas!
ResponderEliminarDulcinea en Macondo y Macondo en la Mancha.
EliminarMariposas amarillas también para ti.
Saludos.
Por conocer perfectamente Cien años, me ha encantado. Imaginativo, plausible, bien llevado.
ResponderEliminarUn abrazo grande, y feliz día
Y a mí me ha encantado que así te lo parezca.
EliminarFeliz día.
Un fuerte abrazo.
Buen trabajo, amigo, que nos permite recordar un texto memorable.
ResponderEliminarUn abrazo
Por el pseudónimo con que firmo puedes darte cuenta lo de acuerdo que estamos en que Cien años de soledad es memorable.
EliminarUn abrazo.
Macondo lo resuma todo.
ResponderEliminarAsí sea.
EliminarVaya remix que te has montado, je,je. Pero te ha quedado redondo. No se puede negar que has sido ingenioso, como el mismísmo Hidalgo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu generoso comentario, tocayo.
EliminarUn abrazo.
Enmendar la plana a los grandes requiere inteligencia y haberlos leído con detenimiento. El resultado es estupendo porque le has puesto miradas nuevas. Abrazos
ResponderEliminarGracias por verlo así, Ester.
EliminarUn abrazo.
Una curiosa mezcla que lleva su trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Matías.
EliminarUn abrazo.
Pues es buenísimo. Ese maravilloso inicio de Cien años de soledad, con el no menos genial de el Quijote, me ha encantado. Muy bueno, de verdad.
ResponderEliminarUn beso.
Celebro que te haya gustado, Rosa.
EliminarMuchas gracias.
Un beso.
¡¡¡¡¡¡¡ Las personas quienes habéis recordado al Quijote, me emocionáis, el ofrecimiento es increíblemente bueno y excepcional!!!!!!!! También he leído a García Márquez y el resultado es muy sobresaliente y singular. El lirismo argumental del término del microcuento emociona.
ResponderEliminar¡Que tengas un buen MMXXII repleto de tan buenas ideas!
Tu comentario sí que emociona y motiva, Juan. Muchísimas gracias.
EliminarLa culpa de que nos esforcemos la tiene David, por hacer tan nuestro su Tintero de Oro.
Feliz año también para ti.
Un abrazo.
Creo la armadura encontrada en Macondo, si bien tenia los cabellos de una dama,
ResponderEliminarcreo la propietaria original fue Maritornes.
Buena deducción, de quien fue la armadura? Del Quijote.
Dos COLOSOS de la literatura, a los cuales les gustaba la comedia, la parodia.
Es claro que ambos universos coexisten, buen apunte en tu micro.
Gracias por pasar y por tu interesante comentario.
EliminarPues me ha encantado este texto, gracias.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
EliminarGracias a ti, por pasar a leerlo.
Has sabido hacer una buena simbiosis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Me parece de una inteligencia y originalidad impresionante lo que se te ha ocurrido hacer tan magistralmente. Te felicito de corazón.
ResponderEliminarBesitos.
Aunque haya pasado casi un año, nunca es tarde para repescar de spam este generoso comentario que me escribiste y se me había pasado. Muchas gracias.
EliminarBesos.
Bendita osadía la tuya. Has hecho una fusión muy buena, como no podía ser menos. Y, cómo no, con un magnífico broche final.
ResponderEliminarMe ha encantado, querido amigo.
Voy regresando de mi larga pausa bloguera.
Un placer visitarte!
Abrazo grande 💙
No sabes cuánto me alegra que te haya gustado.
EliminarGracias por tu generosa opinión.
Un placer recibir tu visita.
Un fuerte abrazo.
Buenas tardes, en verdad que muy interesante la fusión de 2 obras literarias que aunque en su momento las leí, aun tengo vagos recuerdos de cada una de ellas y que mejor que Macondo para recordar a Gabriel García Marquez y sus cien años de soledad, excelente micro y un saludo.
ResponderEliminarSe nota, por el pseudónimo que utilizo, que tengo debilidad por la novela. Así es.
EliminarMuchas gracias por tu opinión.
Un saludo.
Me ha encantado el final. Has hecho una mezcanza de lo más grande de la literatura en español, sin desentonar...poca broma.
ResponderEliminarEl final está genial
Abrazoo
En realidad no he hecho más que ponerme al rebufo de García Márquez y aprovechar el inicio de su impresionante novela para jugar con ella y con la de Cervantes, impresionante también. De todas formas, muchas gracias por el mérito que me atribuyes.
EliminarUn abrazo.
Pues mira que me parece ingenioso, Chema. Y eso que unir a dos tan grandes debe de ser bien difícil. Pero no se nota la fusión y tus aportes, incluso ese aporte final de la armadura me parece de lo mejor del relato.
ResponderEliminarGracioso e ingenioso, me ha encantado.
Un abrazo, Chema!
Me alegra que te haya gustado, Pepe.
EliminarEn realidad el aporte de la armadura está ya en el libro. Lo único que he añadido ha sido la identificación de la propietaria del rizo.
Un abrazo.
Interesante fusión de personajes.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias.
EliminarSaludos.
Muy ingenioso.
ResponderEliminarCuando leí "Cien años de soledad" cambió mi forma de entender el mundo y la vida.
Saludos.
Gracias, Toro.
EliminarCien años de soledad es una maravilla. Supongo que si eres capaz de escribir algo así, te puedes morir muy tranquilo.
Saludos.
Dos personajes de leyenda unidos en un micro muy original y muy imaginativo. Precioso homenaje, Chema.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta. Me alegra que te haya gustado. Ya ví que tú también te habías acordado de don Quijote.
EliminarEl Quijote, me encantó por lo tanto tu relato me encanta. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Nuria. Yo también disfruté con tu micro.
EliminarUn abrazo.
Hola, Macondo. Excelente coctel el que has elaborado. Está muy bien insertado el Quijote en el inicio de Cien años. Un saludo.
ResponderEliminarCelebro que así te lo parezca, Pedro. Muchas gracias.
EliminarUn saludo.
Un micro excelente en homenaje a dos personajes inigualables un coctel genial.
ResponderEliminarUn abrazo Chema.
Me alegra que te haya gustado, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Una preciosidad... muy ingeniosa además. Porque has hecho un doble guiño a modo de bucle, donde Quijano se encuentra a sí mismo. Y lo del rizo... es delicadísmo para cerrar. Enhorabuena. (Inolvidable para mí también Cien años...)
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tu generoso comentario.
EliminarUn abrazo.
Hola Macondo , tengo que decirte que no ley la novela , pero lo que si es bueno que aquellos dos sacaran la armadura del famoso hidalgo Don quijote , me a gustado mucho tu relato , besos de flor.
ResponderEliminarYo también participo en el tintero de oro.
Hola, Flor.
EliminarEn primer lugar disculpa, porque creía que había comentado en tu buen micro. Acabo de hacerlo ahora.
Celebro que te haga gustado este.
Besos.
Has elaborado una joya, mi aplauso , admiración y enhorabuena que queden aquí para siempre.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, generosa.
EliminarBesos.
Hola Macondo, muy ingenioso, me gustó esa unión de ambas, he leído el Quijote hace muchos años, pero Cien años de soledad es uno de mis libros preferidos, tres veces lo he leído y planeo leerlo nuevamente, saludos Patricia F.
ResponderEliminarSi en este momento tuviera que escoger un libro sería Cien años de soledad. Supongo que se nota, por el pseudónimo que llevo.
EliminarMe alegra que te haya gustado mi micro.
Saludos.
¡Hola, Macondo! ¡Qué bárbaro! Dos pilares de la Literatura Universal que has sabido mezclar no solo narrativamente, sino que incluso has fusionado a nivel de frases, readaptando esos textos que todos recordamos al buen fin del encargo creativo. Sensacional propuesta para el reto la que nos has regalado. Un abrazo!!
ResponderEliminarSiempre desde la devoción y el respeto a los textos que estaba tratando, lo he pasado como un enano jugando con ellos. Celebro que te haya gustado el resultado.
EliminarUn abrazo, David.
Te quedó coqueto y lindo, muy bien.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Amapola.
EliminarBesos.
Un gran ejercicio de la imaginación, mezclar los universos de Cien Años de Soledad nada menos que con el mismísimo Quijote de la Mancha. Un atrevimiento que te ha salido excelente. Y ese final, wow... enhorabuena.
ResponderEliminarMe alegra que así te lo haya parecido, Ana.
EliminarMuchas gracias por venir a leerlo y por dejar tu generosa tu opinión.
Proyectas tu mente con sapiencia y habilidad.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo, estimado Macondo.
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Bravo por la osadía, Macondo! Me encantó tu micro. Felicidades por tan elaborado trabajo, con un resultado excelente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Carles.
EliminarUn abrazo.
Hermanar el universo Macondo con la locura de Cervantes y su Quijote, es crear un excelente relato fanfic como el tuyo. Felicidades! Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mayte.
EliminarSaludos.
Macondo, muy bueno el micro en su forma y en el fondo, Cien años de soledad y el Quijote dos novelas maravillas, que aparte de conocidas he releído en varias ocasiones. Enhorabuena por el resultado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar a leerlo. Celebro que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
¡Wow! Chema te quitas mérito en tu introducción. Has juntado dos de los grandes de la Literatura Universal: José Arcadio Buendía y el ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha. No sé cómo te han entrado en un micro con tan pocas palabras. Los has casado tan bien que no dejas fisuras y de broche ese final de lujo.
ResponderEliminarCreo que entiendo porqué tu seudónimo es Macondo.
Un abrazo!
Muchas gracias por tus generosas palabras, María Pilar.
EliminarCreo que se me ve el plumero con mi seudónimo, sí.
Un abrazo.
Vaya dos buenas obras literarias que has unido, solo se te puede ocurrir a ti, tan ingenioso y creativo, Chema, has hecho un buen trabajo y te felicito por este relato. Brillante aportación. Y lo que más me gusta es que eres humilde no dando importancia a tu ingenio.
ResponderEliminarBravo!!!
Besos enormes y feliz domingo.
Da gusto con los buenos ojos que te miran los buenos amigos.
EliminarMuchas gracias, María.
Muchos besos y feliz domingo también para ti.
Y el mito del Quijote se desentrañó con el extraño descubrimiento, y a partir de entonces la novela se fundió con la historia cierta del afamado hidalgo enamorado de una tal Dulcinea del Toboso.
ResponderEliminarSi hubo mérito Macondo, si lo hubo.
Abrazo.
Gracias por venir a leerlo y por comentar, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Hola, me agradó tu texto. Es evidente la intertextualidad entre dos textos. Uno contemporáneo y el otro, históricos que relacionaste de forma explícita o implícitamente teniendo presente el contexto.
ResponderEliminarDejo mi saludo y gratitud por tu aporte.
La gratitud el mía, en primer lugar porque hayas venido a leerlo y sobre todo por tu interesante comentario.
EliminarUn saludo, Guillermo.
Bueno, Macondo. Dices que tu aportación es nula pero a mí me ha enganchado tu híbrido. Me deja preguntas por contestar, muchas, y eso me gusta pues dejas el relato vivo.? Por qué ibazn a fusilar a nuestro protagonista? ¿Quiénes eran esos gitanos? ¿Y el esqueleto no sería el de...?
ResponderEliminarMe ha gustado. Felicidades.
Celebro que te haya gustado, Bruno.
EliminarMuchas gracias por tu interesante y generoso comentario.
Me encanta cómo unes dos obras, que en principio, no tienen ninguna relación, y cómo las haces tuyas, y les vuelves a dar vida.
ResponderEliminarUn abrazo! :)
Y a mí me encanta que te haya encantado, Meli. La verdad es que disfruté jugando con los textos, siempres desde el respeto hacia dos de nuestros mejores escritores.
EliminarUn abrazo.
García Márquez y Cervantes unidos en un mismo cuento, solo la posibilidad de que fuese posible promete lo suyo, pena que los separasen varios siglos. Buen aporte, Macondo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge.
EliminarUn abrazo.
¡Aplausos!
ResponderEliminarGracias, Silvia.
EliminarQué puedo decir. "Cien años de soledad" es posiblemente la novela que más me ha emocionado en mi vida. Una gran responsabilidad elegir a uno de los muchos personajes de esa genuina familia que has resuelto con maestría y pulcritud. Bien escrito, original con el guiño al Quijote y con su propio jugo. Me ha gustado mucho
ResponderEliminarCoincidimos en la devoción por Cien años de soledad, como puedes ver en el seudónimo con que me acompaño.
EliminarMe alegra que te haya gustado el micro, Matilde. Gracias por venir a leerlo.
Hola, Macondo! Has introducido un nuevo personaje, entrañable, a la historia de García Márquez. Me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo celebro, Mirna.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Hola Macondo, buena reescritura del inicio de la genial obra de García Márquez, Cien años de soledad, mezclada con otra genial obra como los es Don Quijote. Un gusto leer tu versión. Gracias por compartir. ¡Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarLas gracias a ti, por venir a leerlo.
EliminarGracias, Mery. Lo mismo te deseo.
Hola, Macondo. Las fusiones están de moda. Esta ha funcionado con nota y nada menos uqe con dos obras maestras. Has enlazado con mucha habilidad y destreza episodios de una y como la cosa más atural. Te felicito. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Isan. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Muy buena la fusión de los personajes del Quijote y los de Cien años de Soledad.
ResponderEliminarMe gustó el final con ese relicario del Toboso.
Fantástica la mezcla , te felicito.
Besos Chema
Puri
Muchas gracias, Puri.
EliminarBesos.
Una ensalada con ingredientes cosmopolitas: lo mejor de cada cocina, aserezado con una tecnica narrativa impecable. Aplausis.
ResponderEliminarMuchas gracias, Beba.
EliminarMe encantó. Súper original e innovador. Pude imaginarme la escena perfectamente en mi cabeza, cambiando a los personajes originales por los quijanos.
ResponderEliminarExcelente micro.
Un saludo.
Celebro que te haya gustado, Cynthia.
EliminarMuchas gracias.
Un saludo.
Guau, menudo mix tan bueno de Don Quijote y Cien años de soledad te has montado en un momentito.
ResponderEliminarMe ha encantado la mezcla. Una gozada.
Un saludo.
Gracias por venir a leerlo, Kirke. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn saludo.
Hola, Macondo. Esta fusión que has hecho no tiene desperdicio, apostaría a que te gusta el Jazz, menuda improvisación te has marcado. Saludos
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
EliminarSaludos.
Hola Chema, has sabido jugar con esas dos grandes obras, aunque confieso que nunca encontré la paciencia para leer "Cien años de soledad", el Quijote en cambio fue impuesto en la escuela, así que lo lei y lo desmenucé en varias ocasiones y si que me gusta esa obra.
ResponderEliminarTu arte de mezclar bien estos dos ingredientes ha sido genial, es como el pan, donde la harina y el agua, se mezclan y ya no se distinguen una ni la otra, y el producto final, el pan, es muy bueno.
Ingenioso y meticuloso micro con un maravilloso final. Que pases bien el fin de semana.
Muchas gracias por tu generoso comentario I. Harolina.
EliminarCreo que a Cien años de soledad deberías darle otra oportunidad. No te arrepentirás.
Buen fin de semana también para ti.