Imagen original tomada de internet
Reinvención de sentencias del refranero tradicional
Refranero tradicional
Refranuevo
Dios nos da las nueces, pero no las casca.
Hay quien cree que tener fe es ponerse de rodillas a esperar que Dios nos dé.
***
Donde no hago falta, estorbo.
Más ayuda el mejor predispuesto que el de más conocimiento.
***
¿Cuándo descansa el camarero? El 29 y 30 de febrero.
Que se quejen los camareros es tontería, pudiendo descansar los años bisiestos un día.
***
Cada moneda tiene dos caras.
Si alguien quiere venderte una moneda de seis caras, está tratando de pegártela con un dado.
***
A los años mil, vuelven las aguas por do solían ir.
Por mucho que el hombre se empeñe en imponer sus leyes, los cauces de los ríos no prescriben.
***
A las mujeres les gustan los hombres callados, porque se creen que les están escuchando.
Ahora que por fin se ha callado mi mujer, no tengo ganas de hablar; amor de mi vida, descansa en paz.
***
Cuando el diablo se siente impotente, delega en su mujer.
Los maridos antiguos pretendían llevar la voz cantante; los modernos se conforman con que lo parezca; los inteligentes aceptan las cosas tal y como son.
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Reinvención de sentencias del refranero tradicional
Refranero tradicional
Refranuevo
Dios nos da las nueces, pero no las casca.
Hay quien cree que tener fe es ponerse de rodillas a esperar que Dios nos dé.
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Donde no hago falta, estorbo.
Más ayuda el mejor predispuesto que el de más conocimiento.
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¿Cuándo descansa el camarero? El 29 y 30 de febrero.
Que se quejen los camareros es tontería, pudiendo descansar los años bisiestos un día.
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Cada moneda tiene dos caras.
Si alguien quiere venderte una moneda de seis caras, está tratando de pegártela con un dado.
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A los años mil, vuelven las aguas por do solían ir.
Por mucho que el hombre se empeñe en imponer sus leyes, los cauces de los ríos no prescriben.
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A las mujeres les gustan los hombres callados, porque se creen que les están escuchando.
Ahora que por fin se ha callado mi mujer, no tengo ganas de hablar; amor de mi vida, descansa en paz.
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Cuando el diablo se siente impotente, delega en su mujer.
Los maridos antiguos pretendían llevar la voz cantante; los modernos se conforman con que lo parezca; los inteligentes aceptan las cosas tal y como son.
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Los cauces de los ríos son un aviso serio.
ResponderEliminarDeberíamos hacer más caso.
Saludos.
Ha habido tragedias importantes por ese motivo.
EliminarSaludos.
La mujer del diablo pasa primera por las leyes femenistas
ResponderEliminarParece que el diablo se apoya en ella cuando se siente desbordado. :)
EliminarHay mujeres que no callan ni debajo del agua, pero no tienen más remedio que hacerlo cuando pasan a mejor vida, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
El marido, si vive, recuerda entonces con cariño los excesos verbales de su parienta.
EliminarUn abrazo.
Me parece queme limito a aceptar lo inevitable. Su capacidad de locución supera cualquier tipo de medida.
ResponderEliminarUn abrazo
Me he pierdo, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Es referente a alud de palabras que puede utilizar una fémina en su relación de pareja y en general.
EliminarUn abrazo.
Ah, disculpa mi torpeza. Gracias por la aclaración.
EliminarUn abrazo.
Jajajaja, siguiendo con mi surrealismo me quedo con el dado.
ResponderEliminarMuyy feliz miércoles.
Sí que te va la marcha surrealista, sí.
EliminarFeliz miércoles.
Hace mucho que no me pongo de rodillas, para qué, mejor lavarnos el corazón al igual que lo hacemos con las manos minuto a minuto, como digo yo en unos versos.
ResponderEliminarFeliz miércoles.
Un abrazo
Yo también hace tiempo que no me hinco.
EliminarFeliz miércoles, Carmen.
Un abrazo.
¡Y ya llegamos por el cien! Pues me quedo con el penúltimo. Es el que más gracia me ha hecho. Feliz día.
ResponderEliminar700 ya y parece que fue ayer.
EliminarFeliz día también para ti, Rita.
Lo de los camareros es Genial.
ResponderEliminarGracias.
EliminarPues el Dios del que me hablaron a mi los curas, de pequeño, si que las cascaba, y hacia de todo, y todo buenísimo, y tal, y tal... :)
ResponderEliminarSalud y abrazo
Pues mis curas debían ser más cabrones.
EliminarSalud y abrazo.
Olé el ingenio y la gracia, no ni ná...
ResponderEliminarAbrazete.
Gracias, maja.
EliminarUn abrazo.
Eres un caudal de sabiduría, Macondo.
ResponderEliminarMe encanta leerte.
El quinto, sobre el agua, me recuerda a lo que por desgracia está ocurriendo ahora con los cauces de los ríos en muchas zonas.
Un saludo
Los refranes se pueden encontrar en muchos sitios, no es que me los sepa. Agradezco, de todas formas, tus palabras.
EliminarLa gente le ha perdido el respeto a los cauces, se instala en los mismos y ya hace tiempo que están dando distustos serios.
Un saludo, Maripaz.
Lo de la fé está muy bién.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estaría bien que fuera así, pero parece que también uno tiene que poner algo de su parte.
EliminarUn abrazo, Amapola.
Qué imaginación y creatividad tienes Macondo.
ResponderEliminarYo tengo tan metidos los refranes en mi cabeza que soy incapaz de versionarlos. Mi madre los ha usado siempre mucho. De hecho de cría pensaba que un refrán era la máxima sabiduría, cuál fue mi decepción cuando empecé a descubrir que los hay para decir una cosa o justo la contraria. Por ejemplo mi madre le daba duro a la de: a quien madruga Dios le ayuda. A lo que yo contestaba: no por más madrugar amanece más temprano.
Besos
En mi familia la refranera era una de mis abuelas. Muchos de ellos los he ido comprendiendo con el tiempo.
EliminarEsos dos que tú dices los junté yo en un tercero: "No por ser madrugador, pidas milagros a Dios".
Besos.
Me lo apunto para soltárselo a mi madre a la primera de cambio :)
EliminarA ver si cuela...
EliminarPues estos días de atrás no han ido las aguas por donde solían ir.
ResponderEliminarAbrazo.
O precisamente lo que han hecho, en algunos sitios, es volver a ir por donde iban hacen tiempo.
EliminarUn abrazo, Matías.
¡Mis felicitaciones por los 100! Sos un genio y con mucha dedicación y constancia.
ResponderEliminarCualquier otro vago como yo, hubiese abandonado la empresa
Abrazo grande!
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno el de los cauces de los rios, me quedo con ese, el escenario más natural, no las leyes que son para unos pero no para todos igual.
ResponderEliminarBesos y feliz día.
Celebro que te haya gustado, María.
EliminarFeliz domingo.
Besos.
Hola Macondo , pues como yo digo " Esperaremos a que nos caiga el mana del cielo" y nunca mejor dicho , unos refranes muy buenos el último y el de la mujer callada son los mejores , te felicito amigo , te deseo un feliz Domingo besos de flor.
ResponderEliminarMuchas gracias, Flor.
EliminarFeliz domingo.
Besos.
Me encantan tus refranes:
ResponderEliminarTe cuento este " Blancas muchas saraviadas pocas ", firma " El Gallo.
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarTe agradezco que me hayas enseñado un refraá y, sobre todo, que me hayas enseñado una palabra que desconocía: "saraviada". Me parece preciosa.
Un abrazo.
Qué bárbaro Chema, cuánto refrán!! 👏👏👏👏👏
ResponderEliminarMuy buenos todos, algunos nunca los había escuchado, gracias 😉
Besosss =)))
Espero que de los inventados (los que están en letra más gorda) no hayas escuchado ninguno, porque si no serían plagio.
EliminarBesos.