El
mismo comportamiento de un hombre puede
ser interpretado como una deferencia por
una mujer y como una práctica machista por otra. Sigo siendo de los que deja
pasar por delante a las mujeres en las puertas, pero me da la sensación de que
cada vez hay más a las que no parece gustarles. Seguramente esa costumbre terminará
desapareciendo, pero de momento prefiero ser considerado anticuado que grosero.
Vivo
en la misma zona que una compañera de trabajo y casi todos los días volvemos
juntos a casa. A veces tiene que parar en un supermercado para comprar algunas
cosas y si vamos bien de tiempo la acompaño. En ocasiones termina con bastantes
bolsas, pero no consiente compartirlas conmigo. Reconozco que el resto del trayecto
lo hago con un cierto complejo, por lo que puedan pensar quienes vean por la calle a una mujer
cargada y un maromo a su lado incapaz de echarle una mano.
El otro día acompañé a
un amigo a hacer unas compras. Como es hombre, encontró de lo más natural que
le ayudara a llevar los bultos.
La ultima frase prueba que llegamos a veces a ciertas tonterias....
ResponderEliminarLas costumbres van evolucionando, pero no en todas las personas al mismo tiempo y de la misma forma.
EliminarLa historia siempre cuenta: la historia colectiva y la historia personal. Que piensen lo que puedan quienes te ven acompañando respetuosamente a una mujer.
ResponderEliminarEvidentemente el respecto por encima de todo, con o sin paquetes.
EliminarNo entiendo la terquedad de esa compañera en no dejarse ayudar a llevar carga. De hecho, los hombres se quejan de que sólo les queremos para cargar peso, matar bichos, y clavar algún cuadro. :-)
ResponderEliminarA mí me gusta que la gente se ayude, sea del sexo que sea. Un abrazo
He caricaturizado un poco. Alguna vez sí me permite llevarle algún paquete, pero solo en situaciones un poco extremas.
EliminarUn abrazo.
Yo también soy anticuqda . Creo que el momento bolsa es mucho más natural y sin complejos cuando vas con el amigo que con la amiga .
ResponderEliminarA veces la igualdad es eso . Poder llevar sus bolsas como ella llevaría las tuyas. Sin más vueltas. Pero claro hay mucho detrás de ese gesto.
En fin ... comprendo perfectamente tus pensamientos
Un besote
Yo también trato de ponerme en todas las formas de pensar y respetarlas. Incluso de entender que hay situaciones teóricamente corteses —como muchas formas de piropear— que conllevan una buena dosis de machismo.
EliminarGracias por tu comprensión.
Besos.
Distintos comportamientos para un mismo hecho. La evolución de la mujer en su autonomía hace que sus comportamientos, un tanto reinvindicativos, no sean bien reconocidos por los carrozas como nosotros.
ResponderEliminarSeguiré abriendo puertas y cediendo el paso.
Un abrazo.
Me reconforta que coincidamos, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Si, yo doy de los tuyos, tambien me educaron así, pero ahora con el tema del machismo, la verdad es que uno se queda sin saber por donde tirar, pero en fin, yo sigo igual, para el tiempo que me queda en el convento... :)
ResponderEliminarSalud y abrazo
Cómo te gusta hacerte el mayor, Genín, con la mili que te queda por delante.
EliminarSalud y abrazo.
Lo que sucede es que a tu amiga no le gustas y si la gente te ve llevando sus bolsas pensaran que existe algo entre los dos y a ella eso le molestaría de sobremanera.
ResponderEliminarY al revés de la moneda, existe algo entre los dos, y ella precautelándose de los chismes, prefiere llevar sus bolsas.
Ahora te paso la pelota ¿y tu dime cual es la verdad?
No se me hubiera ocurrido plantearlo desde ese punto de vista tan calenturiento. Ni le gusto, ni pretendo gustarle, porque es una señora felizmente casada. Y no creo que la gente sea tan retorcida como para pensar que por permitir a un hombre llevarle unos paquetes, una mujer está dando a entender que tiene o quiere algo con él.
EliminarUn abrazo.
Yo, más que machista, lo considero algo anticuado pero no me ofende. De todas formas, el hecho de que me sujeten la puerta no lo veo como un acto de protección sino de educación. Muchas veces yo he sujetado la puerta para que pase un hombre y ahí nadie dice nada...
ResponderEliminarY si alguien se ofrece a llevarme las bolsas, yo feliz, oye. Jajajaja. Besotes!!!
Lo cierto es que la norma de educación —obsoleta o no— es que sea el hombre el que sujete la puerta para que pase la mujer.
EliminarSoy antimachista, pero la educación nada tiene que ver con géneros cuando se abre la puerta a una mujer o al contrario, yo también abro las puertas a los hombres, nada está reñido una cosa con la otra.
ResponderEliminarY así como dices de los bultos, también ayudo al hombre a coger peso, o al contrario, no creo que tenga que ver nada con el género, la educación y buenas costumbres.
Un placer leerte de esta manera desde la reflexión.
Un beso enorme.
Si el comportamiento es el mismo hacia uno y otro lado ya no hay problema. La polémica está en si es o no machista que tenga que ser el hombre el que deje pasar o lleve las bolsas a la mujer.
EliminarOtro beso fuerte para ti, María.
A mí me parece que la cortesía debe estar por encima de sexos y de épocas. Se trata de que una persona ayude a otra o sea amable con ella, y ya está, no debería haber más complicaciones, a estas alturas.
ResponderEliminarEl problema está en que determinadas atenciones de un hombre hacia una mujer que no hace demasiado tiempo se valoraban positivamente, ahora empiezan a considerarse machistas. La dificultad está en que no todos evolucionamos a la vez.
EliminarHaces bien en intentar echar una mano. Otra cosa distinta es que se dejen... Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo.
EliminarYo sinceramente creo que nos estamos pasando en ocasiones con el "feminismo" mal entendido. Creo que la educación y la cortesía no deben perderse. Pero es cierto que hoy hay cortesias que dan hasta miedo mantenerlas ya que pueden considerarse machistas.
ResponderEliminarMe alegra que dejes paso en una puerta :))
Un beso, Macondo
Sucede que últimamente lo hago observando si la mujer en cuestión la acepta con normalidad, para desistir en caso contrario.
EliminarOtro beso para ti, Carmela.
¡Hola!
ResponderEliminarPues cuando yo voy cargada agradezco mucho que me ayuden, además soy torpe y es más seguro porque lo más probable es que se me caiga algo antes de llegar a casa.
Muy feliz finde.
Si algún día voy por Gijón y coincidimos, estaré encantando de ayudarte.
EliminarMuy feliz finde también para ti.
La cortesía nos hace la vida más grata. Dejo pasar a la gente delante ante una puerta, lo hago sea hombre o mujer y agradezco que me traten del mismo modo.
ResponderEliminarEstamos sacando las cosas de quicio y lo que se trata de buena educación lo ponemos en manos de los tribunales.
Un beso.
Estoy de acuerdo contigo, Ilduara.
EliminarUn beso.
Compartir con confianza es natural, a veces el orgullo lo impide.
ResponderEliminarEs bueno tratar a todos con respeto, educación y cortesía, pero siempre hay quien se queda atascado y no avanza, se queda en su estrecha mente.
Un abrazo.
Ambar
Me da la sensación de que en este caso el atascado soy yo, porque la evolución social va hacia el otro lado.
EliminarUn abrazo, Ámbar.
sin duda es para reflexionar!!! nueva seguidora y espero que por mucho tiempo! besitos!
ResponderEliminarYo también lo espero, Aniña. Bienvenida a mi blog. Voy a conocer el tuyo.
EliminarBesos.
No veo nada mal que ayudes con las bolsas, somos seres humanos, no importa el sexo. No cambies por nada. Un beso
ResponderEliminarGracias, Jova.
EliminarUn beso.
Eres auténtico y como dice Jova, no cambies. Gente rara como nosotros no abundan; hay raro, sí y muchos, pero raros y locos, no. Un besazo
ResponderEliminarGracias, maja.
EliminarOtro beso para ti.
Yo soy de las viejas costumbres. A veces dejo pasar en la cola del súper a las personas que llevan pocos productos, porque veo que tienen más prisa que yo. O si a un padre que va con carricoche, se le cae el zapatito de su peque y no se da cuenta. Se lo digo y me da las gracias. Y así con más cosas. Hay gente que lo agradece y otras veces me miran raro y pasan de decirme nada. Aunque los tiempos y la educación haya cambiado. Yo seguire teniendo buenos gestos, porque me han educado a ser así. Rara y loca!
ResponderEliminarUn besazo, Macondo!
Bendita rareza y bendita locura.
EliminarOtro beso para ti Éowyn.
Tambien, como tu, soy achapado a la antigua
ResponderEliminarPues ya somos dos, Ricardo.
EliminarUff que interesante lo que comentás Macondo.
ResponderEliminarpor suerte la cuestión está planteada y algo parece empezar a equilibrarse. Recién empieza.
Abrazo
Ya veo que tú lo consideras un avance. Yo la verdad es que no lo tengo claro, ni en un sentido ni en otro.
EliminarUn abrazo.
jajaja quien entiende este mundo... se va perdiendo todo... un día hice lo que tú: dejé pasar por delante a una señora para entrar a un elevador y me dijo... de ninguna manera señor, si paso primero usted querrá ver mis nalgas...Y pasé yo primero...
ResponderEliminarcreo que quería ver las mías.
un abrazo Chema
como siempre nos sacas una sonrisa...
pero ojo, si me sonrio no quiere decir que me esté riendo de ti
Carlos
No soy tan mal pensado como la señora de las nalgas. Ya sé que te estás riendo conmigo, no de mí.
EliminarUn abrazo, Carlos.
Aquí si habría qué decir para unos deferencias, y para otros diferencias. La cultura muchas veces tiene la culpa. Otra, si el machismo arraigado. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarGracias por tu opinión, Carlos.
EliminarUn abrazo.