Había terminado por resignarse a ser entregada al hombre que otros habían elegido para ella. No sentía rencor alguno hacia quien al fin y al cabo también iba a cumplir órdenes. En ningún caso pretendía responsabilizarle de ser el impedimento para hacer realidad su sueño de casarse con el amor de su vida. La culpa era de quienes le mandaban. Como no podía suceder de otra manera, a un día tan señalado le había precedido una noche prácticamente en vela. Trató de mitigar con el maquillaje las secuelas del insomnio y el sufrimiento. Se había hecho recoger el pelo en un discreto moño, por considerar que era el peinado más adecuado para la ocasión. La austeridad, que siempre había realzado su elegancia natural, presidía su atuendo. Ninguna joya. Una voz le indicó que estaba llegando el coche de caballos que pasaba a recogerla. Su respuesta fue ponerse en pie sin decir palabra y dirigirse con paso firme al portón de salida. Con el morbo de quienes observan a una res camino del matadero, un montón de ojos se posaron en ella cuando apareció en el umbral. El trayecto lo pasó absorta en sus pensamientos, hasta que alguien le abrió la portezuela y le ayudó a bajar. A menos de veinte metros estaban las escaleras. Hasta llegar a ellas sintió un ligero temblor en las piernas. En lo alto lo vio a él por primera vez, esperándola inmóvil con la solemnidad de un verdugo. Cuando estuvieron frente a frente lo miró fijamente a los ojos. Notó que era incapaz de aguantarle la mirada, ni siquiera al amparo del pasamontañas que le cubría la cabeza, antes de invitarle con un gesto a poner el cuello en el cepo de la guillotina.
Cita del día
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CITA DEL DÍA: «No te pongas en el lado malo de un argumento simplemente porque tu oponente se haya puesto en el lado correcto» (Baltasar Gracián).
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¡Oh! Me metí en el relato y me dio pena :(
ResponderEliminarEs una buena noticia para mí.
EliminarQué bueno y por desgracia, qué real en cierta época.
ResponderEliminarDeberías presentarlo a un relato de micros, te lo digo en serio.
Un abrazo.
Gracias, Marigem.
EliminarVoy a presentarlo a EL TINTERO DE ORO .
Un abrazo.
Hola.
EliminarTe explico lo de rescatar las entradas.
Yo voy a la entrada, y a la izquierda hay una casillita y la marco, y encima tenemos dos opciones, publicar o cambiar a borrador, yo doy a cambiar a borrador y ya hago los cambios. Luego programo cambiando la fecha que tenía en su momento por la actual, le doy a listo debajo de la fecha y a publicar, y queda programado de manera normal.
Si la explicación no te queda clara dímelo y en casa te mando alemail cpturas d epantalla.
Y respecto a tu opinión pues no sé si es mejor dejar los comentarios o quitarlos, a mí me dio pena quitarlos que tienen 6 años.
Un abrazo.
Me ha quedado muy clara la explicación. Muchas gracias.
EliminarPor supuesto yo no he quitado los comentarios, sino que he dejado las dos entradas, cada una en su fecha y con sus comentarios.
Un abrazo.
Un relato perfectamente escrito
ResponderEliminarGracias, Manouche.
EliminarComo siempre, sorprendes con agrado, ante tu buen hacer para meternos en una historia con un final sorpresivo.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte con el Tintero.
Muchas gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Un lujazo volver a leerlo. Es de los micros mejores que te he leído. La sorpresa final, los nervios previos de la mujer, o novia, como se quiera, constituyen un conjunto de lectura perfecta.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Caramba, me has dejado boquiabierto. Aunque he captado perfectamente la sorpresa (menuda sorpresa) final, he debido releer la historia para centrarme en la verdadera situación que has sabido recrear y enmascarar tan bien a lo largo del relato.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
Celebro que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias, Josep Mª.
Un abrazo.
Un relato francamente bueno. Te atrapa desde la primera linea y el final es sorpresivo. Lo he leído varias veces y lo encuentro perfecto.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias, generosa.
EliminarUn beso.
Atrapas hasta el final con tus magníficos relatos, porque por muchas vueltas que uno le de, y quiera buscarle un final, el tuyo siempre es sorprendente, inesperado y fantástico. Hay que descubrirse ante tan buen hacer; felicidades maestro, y ya dirás como bajo el Ebro, que creo que andana algo revuelto.
ResponderEliminarFuerte abrazo Macondo.
Muchas gracias, Rafa.
EliminarParece que ya ha pasado lo peor con el Ebro.
Se te echaba el falta.
Un abrazo.
Ay, qué grimilla... No recuerdo si lo había leído ya (sabrás disculpar, a veces no me acuerdo ni de si yo misma he escrito ya de algún tema o no...) pero casi que mejor, porque así he podido disfrutarlo ahora. Besotes!!!
ResponderEliminarFue publicado en noviembre del 2015, así que no tienes que disculparte aunque lo hubieses leído.
EliminarBesos.
¡Que final!
ResponderEliminarMuy bueno
Abrazos
Gracias, Chaly.
EliminarUn abrazo.
Ese final es genial, no te lo había leido, pero ahora, desde el principil al final atrapa, lo he leido dos veces. Muy bueno en cuanto a idea y forma.
ResponderEliminarFeliz tarde Macondo.
Un beso
Creo que en noviembre del 2015 todavía no nos conocíamos.
EliminarUn beso, Carmen.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMerece volver a ser leído.
Hasta el final pensaba que era una boda...
Saludos.
Esa era la idea: engañar con una supuesta boda.
EliminarSaludos.
Muy buen relato. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe alegro, Tracy.
Eliminar¿Ésta es la polisemia de los conceptos? Ya sabes, "matrimonio" y "guillotina", jajaja.
ResponderEliminarFuera de bromas, el texto es estupendo. Me ha encantado.
Besos.
Hoy no había encontrado yo polisemias, mira tú por donde. :)
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Besos.
Tiene algo de metáfora. Hay matrimonios que terminan en el cadalso. Un muy buen relato, con un final acongojante. Felicidades.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Pablo.
EliminarSaludos.
Excelente el manejo del suspense Chema, consigues que hasta la última línea no se descubra que no asistirá a ninguna boda. Fantástico.
ResponderEliminarA veces una se pregunta sobre estas "profesiones" y este deshumanizar a las víctimas, alejarse de ellas, visualizarlas como objetos para poder cumplir con "su deber" y una manera es no mirarlas nunca a los ojos para no verlas.
Escalofriante momento.
Besos
Tu comentario me ha recordado esta cita: “Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber” (George Bernard Shaw).
EliminarMuchas gracias, Conxita.
Besos.
Gracias por la cita, la apunto porque es muy acertada.
EliminarFeliz fin de semana
A mí también me gusta mucho.
EliminarFeliz fin de semana también para ti.
Macondo, hoy me has sorprendido con otra faceta tuya. Como manejas de bien,el suspense en este magnífico relato tuyo hasta el desenlace final.
ResponderEliminar¡Bravo!
Tú me has conocido dedicado a otros menesteres.
EliminarMuchas gracias, Maripaz.
Hola, Macondo! He visto que vas a participar en EL TNTERO con este relato, recuerda que para ello deberás insertar el enlace en los comentarios de la Gala. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarEstoy en ello, David. Te agradezco de todas formas que estés al tanto.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Wuauuu pero... ¡Qué sorpresa! creía que me iba a encontrar los versos polisémicos, y en cambio, veo que es un relato, sigo diciendo que siempre me sorprendes gratamente.
ResponderEliminarSorprendente final, me ha gustado el suspense.
Besos.
Me alegra que te haya gustado.
EliminarBesos.
En momentos así siempre pienso porqué se espera al último instante. Supongo porque se espera un milagro o una escapatoria distinta.
ResponderEliminarEs una pena la verdad.
Besitos
No entiendo bien lo que quieres decir.
EliminarBesos.
Un buen relato, incierto hasta el final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Matías.
EliminarUn abrazo.
Me descolocaste por completo, yo creí que iba a casarse con un desconocido y mira por donde a donde iba era al cadalso.
ResponderEliminarRecordaba este relato,pero no me acordaba del final.
Suerte en el concurso el T.Oro.
Besos Chema.
Puri
Muchas gracias, Puri.
EliminarBesos.
Que triste final tio, yo pensé que era una boda, que al fin y al cabo era mucho menos terrible...
ResponderEliminarSalud y abrazo
La boda tampoco era para tirar cohetes, pero efectivamente no era lo mismo.
EliminarSalud y abrazo.
Hola Chema. Entro ante todo para decirte feliz cumpleaños, disfruta de tu día.
ResponderEliminarEn cuanto he visto la foto de cabecera del texto, la he recordado y me ha gustado saber que lo presentas a concurso, te deseo mucha suerte, te la mereces.
Pasa un buen día
Muy apretaos
Muchas gracias, guapa. Por la felicitación y por tus buenos deseos para el concurso.
EliminarMuy apretaos también para ti.
Pobre Gacela , que cayó en las garras de Enrique octavo y como no le hacía ojitos mando que le cortasen la cabeza , como solía hacer la reina de corazones ¡¡ Que le corten la cabeza!! ajajajajajaj muy buen relato , eres un genio besos de fin de semana , besos de Flor.
ResponderEliminarGracias, Flor.
EliminarBesos.
Buenísimo ese giro final. Muy inesperado y muy impactante.
ResponderEliminarGracias, Marta.
EliminarMe ha gustado tu microrrelato. Lo he releído un par de veces después de ese final inesperado comprobando que todo encaja a la perfección en una trama sabiamente hilvanada para llevar al equívoco.
ResponderEliminarSuerte en el concurso de "El Tintero"
Te invito a conocer mi blog: castroargul3.blogspot.com.es
Saludos cordiales.
Me alegra que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias por tu visita y por tus deseos.
Voy a conocer tu blog.
Saludos.
Macondo un buen micro, que nos hace pensar que se va a casar y después al final da vuelta y gira a la guillotina. Suerte en el concurso. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y por tus deseos.
EliminarVoy a conocer tu blog.
Un abrazo.
Hola Macondo, aquí una más del tintero. ¡Vaya que la historia engaña! Engalada de novia la protagonista, novia austera, hasta con recogido y todo, y ese final... Un relato conciso con un desenlace inesperado. Un abrazo
ResponderEliminarPasaré por tu blog cuando estén todos, porque he decidido leerlos todos a la vez para ser lo más justo posible.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
Una historia intensa a pesar de su brevedad, y muy bien narrada. Creo que el final a todos nos ha pillado desprevenidos, como un zarandeo que nos obliga a repasar lo leído gratamente sorprendidos. Muy bueno, Macondo :)
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte en el Tintero.
Muchas gracias, Julia.
EliminarVoy a leer el tuyo.
Un saludo y mucha suerte también para ti en el Tintero.
Un excelente micro. Es un género que me resulta esquivo y por el que tengo una atracción muy grande. Te aseguro que está tan bien escrito que mi prejuicio me llevó por otro lugar hasta que mi mente dio un giro al llegar al desenlace. Felicitaciones. Mucha suerte en el concurso del tintero.
ResponderEliminarAriel
Muchas gracias, Ariel.
EliminarVoy a leer el tuyo.
Mucha suerte también para ti en el concurso del Tintero.
Buena escritura. La resignada actitud de la protagonista y el ritmo del relato se combinan para que el final nos tome desprevenidos. Excelente.
ResponderEliminarGracias, Beba.
EliminarEn otro momento con más tiempo leeré el tuyo con tranquilidad.
Mucha suerte en el concurso.
Muy buen micro, Macondo, redactas a la perfección el paso de la resignación a la angustia de la protagonista.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Muchas gracias, Bruno.
EliminarComo voy justo de tiempo, leo el tuyo en cuanto tenga un rato de tranquilidad.
Mucha suerte para ti también en el concurso.
Hola, los microrrelatos me encantan y este que has escrito me parece muy, bueno. Es sobrio, escrito con un lenguaje muy adecuado. Me he dejado llevar por la escena en que la muchacha se prepara, el atuendo, el peinado, su manera de dirigirse al coche. Me ha gustado mucho, porque has logrado sorprenderme. Nos vemos en El Tintero. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Miry.
EliminarAún no te he leído, porque voy un poco liado de tiempo. Lo haré esta noche o mañana.
Suerte en El Tintero.
Un relato sorprendente; me has descolocado tanto que he tenido que leerlo dos veces. Te felicito. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarTe digo como a los anteriores compañeros. En cuanto tenga un rato tranquilo leo el tuyo.
Suerte también para ti en El Tintero.
Un micro en toda regla con los componentes adecuados: la imprescindible sorpresa final que no se vio llegar a pesar de las miguitas de pan que dejaste caer por el camino: el recogido del pelo para facilitar la tarea del ejecutor… la res camino del matadero…el verdugo esperándola…y el final.
ResponderEliminarAunque no soy experta en micros y normalmente prefiero los relatos de recorrido medio o largo, te felicito Macondo porque me ha parecido perfecto.
Suerte en el tintero compañera o compañero Macondo.
Muchas gracias Tara.
EliminarTe leo en cuanto pueda.
Suerte en El Tintero.
Hola Macondo,
ResponderEliminarHe leído con atención el relato de "El día señalado". La voz narrativa cumple su misión sin demasiadas complicaciones, con el objetivo claro de buscar la sorpresa final, cosa que parece conseguir a la luz de los comentarios. Hay un detalle que quizá no respete tanto la pulcritud con que se presentan los dobles sentidos durante todo el relato. Y es que al final el narrador (en el papel de la condenada) habla de un "pasamontañas" (¿?). El nombre de la prenda, creo que es precisamente "verdugo".
Por lo demás ha sido un placer. Te deseo que los votos te sean propicios
Hola, Javier:
EliminarSi bien creo que “verdugo” y “pasamontañas” sirven igualmente para definir la prenda en cuestión —y ambos términos están aceptados por la RAE— te agradezco el comentario porque me ha servido para darme cuenta de que lo que realmente había descrito mal es que estaba cubierto el rostro, cuando es precisamente lo que está al descubierto.
En cuanto pueda leo tu relato.
Te deseo mucha suerte en el concurso.
Hola, Macondo:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato. Al principio creí que iba de una joven mujer entregada a un hombre dentro de un matrimonio concertado. El giro final me ha encantado. Y lo del pasamontañas me parece más oportuno que el término "verdugo" que es mucho más explícito y cortaría de raíz la sorpresa.
Te auguro un buen resultado en el Tintero
Muchas gracias por tu comentario y por tus deseos, Juan Carlos. Voy a leer el tuyo.
EliminarMucha suerte también para ti en en EL TINTERO.
¡Cómo me gustan las sorpresas finales!
ResponderEliminarMe has conducido hasta el altar de lo imaginado para encontrarme con el patíbulo.
Algo de metáfora encuentro en ello.
Besos y suerte. Me quedo de seguidor no sea que funcione la guillotina.
Celebro haberte sorprendido.
EliminarSuerte también para ti en EL TINTERO .
Un abrazo.
¡Cuánta intensidad en tan pocas palabras! Me he sentido, por un momento, en la piel de la protagonista. Enhorabuena. Un saludo y mucha suerte en El Tintero.
ResponderEliminarMuchas gracias, Beitavg.
EliminarTe agradezco tus buenos deseos, pero hay mucho nivel en El Tintero.
Un saludo.
¡Wow! Impresionante, Macondo. Esa atmósfera que has creado te sobrecoge, ese juego con el lenguaje que te lleva a creer una historia y solo al final, muy al final, el auténtico te explota en la cara.
ResponderEliminar¡Felicidades, maestro.
Besos y espero seas el ganador.
Muchas gracias, María Pilar.
EliminarNo a ganar, ni siquiera a quedarme entre los primeros. Hay mucho nivel.
Besos.