Las diademas del 2016

Cuando la Madre de los Años estaba embarazada del Dos Mil Dieciséis, el Supremo Hacedor le prometió que nacería con un obsequio especial. La curiosidad propia del género femenino llevó a la gestante a querer sonsacarle un anticipo sobre la sorpresa, pero lo único que pudo llegar a saber fue que estaba relacionada con unas diademas. No le dijo cuántas eran, ni de qué material estaban hechas, ni cuál podía ser su utilidad para un pelón recién nacido. Transcurrido enero sin haber tenido noticias, no pudo ocultar más su impaciencia y le escribió una carta recordándole la promesa. A vuelta de correo recibió la respuesta, diciéndole que antes de un mes el nuevo año podría disfrutar del regalo. Cuando arrancó la hoja del 28 de febrero para entrar en marzo, vio que había un día 29 con el que no había contado. Entonces se dio cuenta de que donde había entendido diademas le habían dicho día de más, porque su hijo era bisiesto.