Murieron en una desinsectación, subieron al cielo y San Pedro puso el grito en el mismo. No podía consentir que por buscar acomodo a unas ladillas tuviera que mortificar los bajos a un santo de los de toda la vida. Como por otro lado comprendía que ellas habían hecho méritos suficientes para estar allí, les dijo que les garantizaba la entrada si regresaban a la tierra, se reencarnaban en otra cosa y volvían a morir en paz con Dios.
Antes de una semana estaban de vuelta:
—Ábrenos, San Pedro. Venimos de ser víctimas de los golosos niños asistentes a un bautizo.
—¿Quiénes sois?
—Las peladillas.
Jajajja, las pelarons...
ResponderEliminarSaludos.
Había pensado que "pelarons" sería "peladillas" en catalán, pero veo que es "confits".
EliminarSaludos.
Si, es confits...
EliminarMe sobró una "s" quería decir "pelaron" pero de matar...
Aclarado. Gracias.
Eliminarjajajaja eres tremendo, y motivo de una gran sonrisa.
ResponderEliminarUn beso.
Pues no sabes cómo me alegro.
EliminarBesos.
Jajajaja. NO vuelvo a comer una en mi vida. Jajajaja. MUy bueno.
ResponderEliminarBesos.
Mujer que sí, que son muy buenas. Un poco duras algunas, eso sí.
EliminarBesos.
Me alegra que te haya hecho reír.
ResponderEliminarEs que una simple sílaba puede cambiarnos la vida. Y por lo que se ve, también la muerte.
ResponderEliminarAsí es la cosa, Ángeles.
EliminarMuy bueno!!. Por un momento pensé que se iban a reencarnar en políticos! ;)
ResponderEliminarBesos.
También podía haber sido, pero no hubieran muerto tan pronto ni mucho menos en paz con Dios (ni con los hombres).
EliminarBesos.
jajajaja Yo tambien pensé automáticamente, ladillas=políticos...jajaja
ResponderEliminarSalud
Pobres ladillas, qué mal os habrán hecho para semejantes comparaciones.
EliminarSalud.
Debe ser una especie de combo, ¿no? Vivir ladilla y reencarnarse en peladilla xD Pobres bichines sin un cielo de ladillas al que ir :(
ResponderEliminarCierto. Sin un cielo al que ir, después de haber muerto en acto de servicio.
EliminarHe borrado el comentario anterior para corregir “hacia”, que aparecía con tilde.
ResponderEliminarTe decía que tenías mucho valor. Yo que tú no hubiese mentado las ladillas. Ahora se te aparecerán en sueños, mirándote con fijeza a los ojos. Querrás despertar, pero no te será fácil. Seguirás con los párpados abiertos dentro de la pesadilla, viendo cómo una legión de ellas avanza peligrosamente hacia los genitales, donde imaginas un dolor tan agudo que se te cuaja la saliva en la boca.
¡La pistola!, dices. Sacas fuerzas a pesar de la opresión en el pecho y extiendes el brazo hacia el cajón de la mesilla de noche. Sabía que esta noche iba a ser disparada …y lo es. El fogonazo te retorna a la realidad…. y es cuando me mandas a escaparrar.
Un fuerte abrazo doble para compensar, muchacho.
No hacía falta que fuera tan puntillosa con la tilde. Borro del todo el comentario.
EliminarMe has puesto los vellos de punta.
Un fuerte abrazo, doble también.
Menos mal que las peladillas no me gustan, porque dudo que pudiera volver a comerlas a partir de ahora. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarTe pasa como a la chica de Viena, pero a ella sí debían gustarle.
EliminarBesos.
Me encanta como juegas con las palabras. Te superas en cada relato.
ResponderEliminarMuchas gracias, Karin.
EliminarEsas que se ponían en los bautizos, que bueno!
ResponderEliminarSaludos!
Típicas de los bautizos, aunque también se ofrezcan por otros motivos.
EliminarSaludos, Alfred.
Maldita suerte !
ResponderEliminarCreo que era la que buscaban.
EliminarJAJAJAJAJAJAJAJA...Sabes Chema? Vine, me reí un rato, y no supe que decirte, palabrita del niño Jesús. Vengo de nuevo y vuelve a sucederme igualito,
ResponderEliminarasí que...
Te dejo un besote y me largo :)
Comprendo que es difícil decir algo. Me doy por muy bien pagado con el beso. Otro para ti.
EliminarMe he reído, y es que las palabras, cual peladillas, dan mucho juego, como ese azúcar que rodea a esa almendra esquiva. Pelada de cáscara, eso sí.
ResponderEliminarUn abrazo
Bastante tiene que luchar la dentadura con la dureza que a veces tiene el caramelo, como para que encima le dejes la cáscara a la almendra. Parecería un dulce inventado por los dentistas.
EliminarUn abrazo.
Menos mal que no me gustan las peladillas porque si no después de leerte ya nunca más jajajjajajaa
ResponderEliminarBesines
Al final va a terminar denunciándome alguna fábrica de peladillas. XD
EliminarBesos.
Bonito juego de palabras.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Chaly.
EliminarUn abrazo.
¡Jajaja! Si lo tuyo es el ingenioso juego de palabras. Nos haces descubrir parentescos en lo más inimaginable.
ResponderEliminarAbrazo de los grandes Chema.
Yo lo llamaría retorcido, pero así eres de generosa conmigo.
EliminarOtro igual de grande para ti, María Pilar.
Jjjjjj que bueno Chema, cada día nos sorprendes más con tus genialidades, como siempre que leo tus entradas esta vez también solté unas carcajadas que me supieron a gloria.
ResponderEliminarTe mereces muchos besos.
Puri
Pues no sabes lo que celebro ser el culpable de tus carcajadas. Se ve que eres de risa fácil.
EliminarBesos, Puri.
Jajaja que jodido eres. Como te las ingenias siempre, para darle la vuelta a la tortilla. Hay niños tan malos, que a esos ni de niños, ni de grandes, tienen las ladillas cojones de pegarse a ellos.
ResponderEliminarAbrazo Macondo.
Pues si las ladillas no tienen cojones, los cojones no tendrán ladillas. Mejor para todos.
EliminarOtro abrazo para ti, Rafa.
tanto que me gustan las peladillas....gustaban! puaj! :P
ResponderEliminarbesitos
Pobres comedoras de peladillas, qué disgusto os estoy dando.
EliminarBesos.
Entre ayer y hoy he leído varias veces "ladillas" tanto que a estas horas y en domingo me han dado ganas de meterme a bañar de inmediato, no vaya a ser el diablo y se contagien con sólo leerlas jaja. Ay malísimo chiste.
ResponderEliminarBesos
Afortunadamente la lectura no es una de las formas de contagio.
EliminarBesos.
Jejejeje bueno, morir en la boca de alguien me parece mejor sitio... para ser un bicho digo :D Besos infernales!
ResponderEliminarQueda como más digno, sí.
EliminarBesos.
Suerte de oportunidad que tuvieron :D
ResponderEliminarSan Pedro tenía que ser justo.
EliminarPara mí lo mejor: imaginarme a San Pedro maldiciendo a voz en grito y rascándose sin parar las partes pudendas. Esa imagen me ha arrancado una gran sonrisa.
ResponderEliminarPara qué buscar el vello de otro santo, teniendo tan cerca a San Pedro.
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