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Aquel día sus padres tuvieron la ocurrencia de llevarle al cine, para que viera la película de esa bruja que volaba con un paraguas. Hasta entonces su vida había transcurrido felizmente. Se relacionaba bien con otros niños y llevaba los primeros años de sus estudios por encima de la media.
Supercalifragilisticoespialidoso fue el principio de su tragedia. Todo el mundo sabía pronunciarlo, menos él. Tanto llegó a acomplejarle, que perdió la confianza en sí mismo y empezó a fallar en las calificaciones escolares. También dejó de alternar con sus compañeros de clase, por miedo a que en las conversaciones se le atravesaran las palabras largas y se rieran de él.
Lo que en principio se diagnosticó como un problema pasajero que se corregiría fácilmente con un poco de atención profesional, resultó todo lo contrario. El tiempo fue transcurriendo, los psiquiatras sustituyeron a los psicólogos y el chico se hizo hombre sin haber terminado los estudios más elementales, ni aprendido un oficio.
Tan desesperado estaba, que un día decidió investigar por su cuenta en internet. Cuando descubrió que su problema era una fobia a la que denominaban hipopotomonstrosesquipedaliofobia, ni supo pronunciarlo, ni su corazón pudo resistirlo.
“Te amo (tu ma), y yo (tu pa)” fue todo lo que sus padres se atrevieron a ponerle en la cinta de la corona de flores.
Muy bueno, y es que eso no son palabras son palabros y no hay quien los desenrede.
ResponderEliminarUn saludo.
Donde esté un buen monosílabo...
EliminarUn saludo.
Ufff que trágico final, muy bueno el cuento.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Carlos.
EliminarSaludos.
Tremendo.
ResponderEliminarBesos.
Besos, Amapola.
EliminarAy, pobrecito, que no le lleven al cine nunca más.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso lo tiene garantizado.
EliminarUn abrazo.
Los pensamientos se hacen con palabras y cada dia conforme la ciencia y otros campos avanzan las palabras se alargan mas y mas. Es una lastima que este chico haya caido en una epoca en donde se requieren palabras tan largas quizas 5 o 10 siglos atras todo este problema se hubiera evitado facilmente
ResponderEliminarEntre las palabras largas y rebuscadas y la afición por decir en inglés lo que se puede decir en español, vamos a volvernos todos locos.
EliminarY eso que no se le dio por leer a Lovecraft, con sus extraños personajes, con nombres impronunciables como Chulthu.
ResponderEliminarBien contado.
Saludos.
"Chulthu" por lo menos es corto.
EliminarGracias.
Saludos.
El nombre ideal para quien odia las palabras largas. Muy bueno el micro, y ese final... insuperable.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Rosa.
EliminarUn beso.
El mensaje de los padres en la cinta es pura ternura.
ResponderEliminarMary Poppins siempre me pareció una desequilibrada...
Saludos.
Yo no he llegado ni a ver la película.
EliminarSaludos.
¡Hola, Macondo! Muy bien hilada esa tremenda fobia con la clásica palabra mágica, pero lo que me ha derretido de verdad es ese finísimo humor negro con el que despides el relato. Un micro muy agradable y divertido. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, David. Celebro que te haya gustado.
EliminarLleva esta convocatoria la misma marcha exitosa que las anteriores.
Un abrazo.
Un final buenísimo, Macondo.
ResponderEliminarNunca me gustó esa niñera, la verdad.
Un beso!!
Muchas gracias, Carmela.
EliminarNo vi la película, pero me parece que era un poco Antoñita la fantástica.
Un beso.
A veces las películas infantiles son traumáticas y más con esos palabros difíciles de pronunciar.
ResponderEliminarGenial micro, Macondo
Saludos.
Muchas gracias, Marina.
EliminarSaludos.
Es muy tarde y no he buscado "hipopotomonstrosesquipedaliofobia" y además confio en ti, desconocía esa fobia. Si se decir la palabra de Poppins pero solo al derecho. A lo interesante, tu relato va desgranando una historia en la que nos involucramos pero el final nos deja helados, es sobrecogedor y genial.Abrazo
ResponderEliminarYo también la desconocía y mucho más todavía su nombre. Se le he copiado a David.
Eliminar¿Hay gente que se ha aprendido la de Poppins al reves? Como decía el torero: "Hay gente pa to".
Celebro que te haya gustado el relato.
Un abrazo.
¡Qué bueno el relato, por Dios, Y EL FINAL DE TRACA!
ResponderEliminarTE FEICITO Y TE MANDO UN BESO!
Gracias, Tracy. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Se me ha ido el comentario, te decía que es muy bueno el relato y el final es de traca.
ResponderEliminarMis felicitaciones y un beso con ellas.
Ya ves que no se había ido, pero así he recibido el beso por partida doble.
EliminarOtro también para ti.
Joder, la primera víctima de Mary Poppins. Me ha causado incluso lástima el personaje. El relato ha estado genial, me ha gustado mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarEso de que es la primera víctima habría que verlo. Quizá haya unas cuantas ocultas.
EliminarCelebro que te haya gustado el relato.
Un abrazo.
Que barbaridad, Señor... Que barbaridad...
ResponderEliminarMuy bueno, amigo
Deberían ser fotografiables las fobias. Ahí estaría Ildefonso haciendo maravillas con ellas.
EliminarMuchas gracias.
Un relato válido para la trama de otra película. La verdad es que esa palabra tenía su dificultad, pero la aprendíamos todos. El nombre de la fobia creo que no la voy a aprender.
ResponderEliminarUn abrazo.
La fobia tiene un nombre como para utilizar el copia y pega.
EliminarUn abrazo, Matías.
Fobia letal!
ResponderEliminarUn beso volante.
Y tanto.
EliminarOtro beso para ti.
Mary Poppins fue la culpable, algo tan inocente que aguardaba una profunda fobia. Los monosilábicos están desvirtuados pero qué útiles son en nuestro día a día, sí, ¿no? o ¿qué?
ResponderEliminarJaja
Un abrazo!
Esos monosílabos alargados en la pronunciación dicen más que muchos párrafos.
Eliminar¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeé?
¡Nooooooooooooooooooooo!
Un abrazo.
Dicen que el infierno está lleno de buenas intenciones. La que armaron esos padres queriendo que su hijo pasara unos gratos momentos en el cine.
ResponderEliminarPor cierto, a mí también me costo un poco aprenderme los del supercalifrag...., eso.
Un abrazo.
Pues según dicen por arriba hay gente que le la aprendía al revés. "El que no tiene qué hacer, con el culo mata moscas".
EliminarUn abrazo.
Con lo fácil que es decir :¡tabién!
ResponderEliminarUn abrazo.
Son ganas de complicar lo que es sencillo.
EliminarUn abrazo.
Fantástico micro. Una historia muy bien trazada con un final genial. Felicidades.
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado, Marta.
EliminarGracias.
Recuerdo muy vagamente la película en cuestión, de la que me quede con el deshollinador feliz, que ya son ganas .
ResponderEliminarEncima resulta que existe una palabreja para definir una fobia que mata sólo intentar pronunciarla. Vivir para ver o morir en el intento.
Un abrazo.
Ya veo que huella, lo que se dice huella, no te dejó la película en cuestión.
EliminarUn abrazo.
Jesús que original esa palabra " made in Macondo" sí que es dificil de pronunciar hipopotomonstrosesquipedaliofobia, mucho más que la otra.
ResponderEliminarQué bueno volver a leerte.
Un abrazo.
Para una vez que no me invento una palabra o reinvento su significado. La palabra no es mía. Es así en realidad. Nos lo ha contado David.
EliminarGracias, María.
Un abrazo.
Si es que para qué utilizar esas palabras inmensas que no dicen nada, con lo fácil y claras que son las palabras cortas. Un sí o un no dicen mucho más que un tal vez, quizás,....
ResponderEliminarNunca me gustó Mary Poppins. Besines
Estoy viendo que por aquí somos más de los monosílabos a tiempo y bien dichos, mejor que los palabros largos y retorcidos.
EliminarBesos.
¡Uf! ¡Qué palabreja! Hipo...nomeacuerdofobia
ResponderEliminarLos niños tienen facilidad para recordar trabalenguas de lo más difícil, tienes el ejemplo del supercalif..., si lo pones en una canción, (menos el niño de tu cuento, R.I.P.)
Muy bueno, Macondo.
Yo no he hecho por aprenderla. Copié y pegué para ser preciso, eso sí.
EliminarGracias, Tara.
En resumidas cuentas , entre la bruja deslenguada y sus padres , jodieron al muchacho , muy bueno tu relato.
ResponderEliminarTe deseo una feliz noche besos de flor la del baúl de mis libros y juguetes.
Muchas gracias, Flor.
EliminarBesos.
ja ja... que cosas que hasta la Pobre Mary, con todo y sus cancioncitas, tambian se lleve los suyo con esto de las fobias. Muy buen relato. Saludos
ResponderEliminarEl palabro de la Poppins se las trae, aunque es peor el nombre de la fobia.
EliminarSaludos, Octavio.
Yo soy de esos que no pueden decir esas palabras largaaas
ResponderEliminarAunque las he leído tres veces ya sea la de la película y la tuya, no pude.
En la Escuela, recuerdo, que había competencias en el recreo, competencias de las que huía.
Abrazos
Menos mal que tienes un apellido corto y te pusieron el nombre en consonancia. Figúrate que tienes uno de esos apellidos vascos de siete y ocho sílabas.
EliminarUn abrazo.
Ay por Dios... pobre. Fue una fobia fulminante. El final me ha 'matao'.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues yo esperaba cargerme solo al protagonista, no pensaba que te afectaría a ti también. Mis disculpas.
EliminarUn abrazo.
Era contagioso. Un virus, que afectó a los padres. Al deshollinador le pasó algo parecido. En la peli lo doblaban al español. Luego vi la serie esa del doctor ese que es detective, y no dijo supercalí...loquesea, ni una sola vez.
ResponderEliminarSaludos
No vi la peli, ni tampoco la serie del doctor ese que dices. Casi me ha picado la curiosidad.
EliminarSaludos.
Hola Macondo, el acto tan inocente y cotidiano como ver una película y descubrir un miedo, que se transforma en terror, en fobia, y jode por completo la vida de un niño tan prometedor, describe tan bien, las consecuencias de una fobia, que lo has clavado. Un gran final por cierto, a un gran micro. Saludos, un abrazo¡¡¡
ResponderEliminarGracias por tu opinión y por tu generosidad.
EliminarUn abrazo.
¡Hola!
ResponderEliminarQué bien tenerte por aquí.
El relato me ha parecido brutal, aunque me he traumatizado con el final, pobrecito.
No tengo muchas fobias pero hay una que yo creo que no tiene nombre, ¿se te ocurre alguno a ti, que eres tan ingenioso?. Tengo una fobia terrible, odio beber en vasos de cristal de colores, no puedo. Hace poco me regalaron un vaso de cristal verde y lo usa mi marido, y me angustia cuando lo veo a él beber, jejeje. Prometo que es cierto. ¿Cómo llamarías a esa fobia?
Feliz semana.
Lo más parecido a tu fobia sería la cromofobia, que es la fobia a los colores; sin embargo en tu caso solo se la tienes cuando están en los vasos, porque de luto me parece que no vistes.
EliminarFeliz semana también para ti.
¡Hola! tu relato lleva la fobia al extremo causando fracaso profesional e incluso la muerte. Nunca debemos tomar una fobia a la ligera porque como en tu relato, pueden ser un verdadero problema. Muy buen texto. Saludos.
ResponderEliminarCierto que no hay que tomarlas a la ligera. Hay gente que lo pasa realmente mal con las fobias.
EliminarCelebro que te haya gustado.
Gracias, Ana.
Qué bueno, Macondo, muy original.
ResponderEliminarO sea, que quien tenga fobia a las palabras largas no puede nombrar su propia fobia. Menudo conflicto :D
El palabro en cuestión más parece que es para fomentar la fobia que para explicarla.
EliminarMuy bueno el relato y además he comprobado que esa fobia existe de verdad. El pobre protagonista de tu cuento no podría pronunciar la palabra "electroencefalografista", la más larga del idioma español según la RAE.
ResponderEliminarRecuerdo que cuando era niño supe que al hijo de una vecina le hacían recitar "Supercalifragilisticoespialidoso" como terapia para superar su tartamudez.
Saludos!
Borgo.
Luego sería que tartamudeaba porque le hacían escribir con la mano derecha siendo zurdo, que en tiempos no tan pretéritos existía esa costumbre, por ser la siniestra la mano del diablo.
EliminarSaludos.
Que buen relato, Chema. La palabreja que nombra la fobia le empujaría a ese final. Vaya frustración. El final, con ese humor negro, lo has bordado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como le decía a Ángeles, más parece una palabra para promocionar la fobia que para explicarla.
EliminarUn abrazo, María Pilar.
Qué pena, pobre muchacho, lo que se ha perdido de la vida. Todavía recuerdo cuando aprendí esa palabra en un programa infantil de TV. Supercarifragilisticoespiralidoso, era una canción muy bonita, me divertía y me esforcé hasta lograr pronunciarla.
ResponderEliminarEl final, excelente
Un abrazo
Seguro que este chico se esforzó también, pero se le atravesó la palabra y con ella la seguridad en sí mismo.
EliminarMuchas gracias, Mirna.
Un abrazo.
Hioa, Macondo. La curiosidad mató al gato. Que ocasión para quedarse calladito cuando quería investigar y precisamente eso fue lo que le mató. Pos na, descan en paz.
ResponderEliminarNo se solucionaban la papeleta, se metió a faroloero y salió trasquilado.
EliminarHola Chema, pasara por aquí es reírse en toda la expresión de la palabra. Tienes ese don, de empatizar con cada uno de nosotros y que todos tus versiones de cuentos o bitácoras que publicas son genuinas, amigo.
ResponderEliminarEstupendo trabajo a como nos tienes acostumbrado.
Abrazos y feliz día.
Muchas gracias por tu generosidad, Josquín.
EliminarUn abrazo.
Vaya Macondo. Nunca más volveré a ver con buenos ojos a Mary Poppins (una bruja que volaba con un paraguas, como tú dices).
ResponderEliminarMe da mucha pena nuestro protagonista. ¿Cómo la fobia a las palabras puede tener un nombre tan largo?
Un relato muy conseguido. Un abrazo.
No querría influirte en tu opinión de Mary Poppins. Nuestro protagonista era carne de cañón, creo yo.
EliminarYo creo que el que inventó la palabra era un cabrito con todas las letras o incluso en aumentativo.
Un abrazo.
¡Oh Dio, vaya fobia tan extravagante y original, ni yo puedo pronunciarla!
ResponderEliminarTan fatal fue que le costó la vida al pobre hombre, jamás debieron sus padres llevarle a ver a la tal Mary Poppins. Muy buen micro, me gusto la palabreja tan complicada y larga.
Saludo
Conste que la palabreja no es inventada, sino real. Parece hecha a mala leche justo para quien padece la fobia.
EliminarUn saludo.
Vaya crueldad, apreciado Macondo. Con qué humor cuentas esta tragedia derivada de una fobia, que uno queda muerto de la risa. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarCelebro que lo hayas disfrutado, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Hola Chema, ay con lo que me costó aprenderme la dichosa palabrita, ni me imaginnó tener fobia a las palabras largas. Ahora como todo se acorta, estos fóbicos serán felices. Un saludito.
ResponderEliminarNo había pensado en que eso de que ahora la gente no se corte un pelo a la hora de acortar las palabras producirá menos hipopotomonstrosesquipedaliofóbicos.
EliminarOtro saludo para ti.
Menuda fobia, Chema, ese final me ha fulminado, eres genial, no me canso de decírtelo. Tú si que tienes para una docena de libros...
ResponderEliminarHe hecho un alto en el camino, me queda todavía mucho trabajo, pronto nos vemos.
Estoy feliz Chema, me da igual la acogida que tenga, mi satisfacción es lo que cuenta. Pronto nos vemos, ahora sigo con mi trabajo.
Un abrazo
Te comprendo perfectamente. No se puede describir la sensación de tener editado entre tus manos por primera vez un libro que has escrito tú. Lo de la acogida no tiene nada que ver con eso.
EliminarTe reitero por aquí mis felicitaciones y me adjudico el derecho a sentirme muy orgulloso por lo que estás haciendo.
Un abrazo.
Te felicito sinceramente, te quedo
ResponderEliminarbuenísimo tu relato.
Besitos dulces
Siby
Muchas gracias, Siby.
EliminarBesos.
Muy buena tu aportación, Chema.
ResponderEliminarCuando estudiaba alemán en el instituto me parecía increíble que pudieran existir palabras tan largas (en algunos casos hasta con 80 letras). En realidad, en alemán no existe la palabra más larga como en francés (25 letras para “anticonstitutionnellement”, una broma en comparación) porque es un idioma “lego” donde siempre puedes añadir algo más; se ensamblan ladrillos para crear palabras juntando conceptos.
Te dejo un video viral muy gracioso con un niño que intenta pronunciar “anticonstitutionnellement” y que al final decide pronunciarlo a su manera. Un crack el niño.
https://www.youtube.com/watch?v=YYSAunllZPk
Al final “Karima” no va a resultar tan difícil, o sí ? (puto corrector que no se aclara)
Un fuerte abrazo.
Gracias, Karima (aquí no hay corrector).
EliminarSiempre que escucho hablar alemán recuerdo esta cita: “La vida es demasiado corta para aprender alemán” (Tad Marburg).
Qué majo el crío.
Otro fuerte abrazo para ti.
Un magnífico microrelato, Chema, o Macondo.
ResponderEliminarTodo un drama, intentar aprender la palabreja maldita, y al no conseguirlo, perder la seguridad en si mismo.
A veces, es mejor vivir en la ignorancia y seguir adelante escudriñando la vida por cuenta propia de manera sencilla. Esas palabrejas complicadas, al final, apenas dicen nada.
Bien por volver.
Abrazos.
Chema o Macondo, como quieras.
EliminarNunca me he marchado del todo. Solo estoy pasando un periodo de vagancia (o dedicado a otras cosas), pero ya ves que os voy leyendo y comentando con frecuencia.
Un abrazo, Maripaz.
Querido Macondo:
ResponderEliminarHe oído de diversas dolencias y obsesiones pero en esta si me ganaste.
“ hipopotomonstrosesquipedaliofobia “ , ni idea.
Un abrazohipoalergenico.
Yo tampoco la conocía, Ricardo. Y mucho menos con semejante nombre.
EliminarOtro abrazo para ti.
Hola, Macondo. Para este los trabalenguas debían de ser de alambre de espino cuando menos. Bueno, ahora en la eternidad tiempo tendrá de aprenderla y sin tartamudear. Es que menudo tren de sílabas, hace falta coger dos veces aire para soltar esa palabreja 😂🖐
ResponderEliminarA este le empiezas con que el cielo está descarabiscuncunteado y te salta a la cara con las uñas.
EliminarEs que la palabrita se las trae, entiendo a ese niño incapaz de nombrarla y las consecuencias que eso le acarrea. Lo que no sabía es que existiera esa fobia a las palabras largas.
ResponderEliminarTe felicito por como lo contaste.
Con este reto que nos propuso David estoy descubriendo una mar de fobias.
Un abrazo Chema.
Puri
La nombraba David en su presentanción y enseguida me vino la idea del relato.
EliminarGracias, Puri.
Un abrazo.
Lo mató una enfermedad innombrable de cierto.
ResponderEliminarBesos MiChema
Nombre largo y feo con ganas.
EliminarBesos, MiChamaca.
Hola Chema, mira que cargarte a la pobre de Mary Poppins, el paraguas era lo de menos, lo genial era esa cartera donde cabían hasta las camas, ja, ja.
ResponderEliminarEl relato muy refrescante a pesar de la tragedia del chico, pero quien lo manda a ser tan aplicado, hay que dejar pasar algunas, ja, ja.
Con lo sucedido al ponerse a investigar, le cabe bien eso de que la curiosidad mato al gato, ja, ja.
Y creo que la fobia era contagiosa, con ese final al parecer los padres también salieron afobiados, ja, ja.
Me he reido bastante Chema, pues el micro resulta muy jocoso para los que vimos la peli. Creo que la misma Mary Poppins hubiera caído muerta queriendo pronunciar el nombre de la fobia, con todo y lo supereficiente que era..., ja, ja.
Disfruta el domingo y la semana.
Desde el punto de vista del chico y familia, poco es bruja para decirle a Mari Poppins.
EliminarEn este caso no sé si llamarle curiosidad a lo que es más bien necesidad. Si no dan los profesionales con la solución, el chaval se desespera y busca por su cuenta.
Celebro que te hayas reído. Eso ya compensa el escrito.
Feliz semana también para ti.
Ay Macondo que supercalifragilisticoespialidoso final aunque a la vez, simplemente triste. los padres muy correctos ellos.
ResponderEliminar¡Genial esta fobia!
Un abrazo.
Gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo.
Hola Macondo. Simpático y trágico final en este micro que traes al Tintero. La verdad es que los guionistas de películas infantiles deberían pensar bien lo que hacen antes de llevar sus ideas a la gran pantalla jaja. Un abrazo.
ResponderEliminarEso me parece a mí, Jorge. Una palabra larga a destiempo puede amargar la vida de una persona parasiempre.
EliminarUn abrazo.
¡Con lo que a mí me gusta Mary Poppins! De haberme enterado del problema le hubiese enseñado a pronunciar la dichosa palabreja sílaba a sílaba y no me hubiese importado darle algunas clases de dicción con tal de que hubiese aprendido a querer a la niñera del paraguas. D.E.P.
ResponderEliminarSi es que donde esté Conchita se pueden quitar todos los profesionales de la cosa que llevamos encima de los hombros.
EliminarOh! Que terrible la vida de tu protagonista, he disfrutado el relato a pesar del triste final de sus días! Un abrazo 🐾
ResponderEliminarCelebro que lo hayas disfrutado, Rosa.
EliminarUn abrazo.
Hola, Chema, una infancia traumatizada a raíz de una palabra (que por cierto me costó de aprender en su momento jaja), y que a tu prota le costó la vida. Originalidad, y con ese toque de humor negro hace tu relato muy ameno. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias, por este agradable rato.
Me alegra que hayas pasado un buen rato leyéndolo.
EliminarLas gracias a ti, por venir a leerlo.
¡Vaya final, Macondo! No me lo esperaba... y me ha dejado helado. Pocas veces se puede contar tanto en tan pocas palabras. Me ha gustado mucho el relato, ¡felicidades! Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Javier.
EliminarMuchas gracias.
Un saludo.
Y a mí me carcome la curiosidad por saber quién fue el clarividente que se inventó la palabrita. Por lo que se ve cumplió su cometido con creces.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato, y el final le va como anillo al dedo.
Un abrazo.
Sin meterme en análisis del palabro, para el que no me considero capacitado, la verdad es que es retorcido con ganas.
EliminarCelebro que te haya gustado.
Un abrazo.
Boa tarde. Texto maravilhoso e nos faz refletir muito.
ResponderEliminarGracias.
EliminarMira que estás perezoso para escribir, Chema.
ResponderEliminarQue estés pasando un feliz día.
Un abrazo.
Entrar sí que entro, como ves.
EliminarUn abrazo.
Buenísimo ¡BUENÍSIMO! Me encantó. Pero hay algo que no entendí... y es el epitafio ¿Me lo puedes explicar?
ResponderEliminarLos padres, conociendo el problema de su hijo, tanto evitan las palabras largas que no ponen ninguna que pase de tres letras. Es una reducción de lo que podría haber sido "Te queremos, tus padres", que ya de por sí no resultaba complicado de leer.
EliminarEn Colombia hay un libro de mi amigo Jaime Lopera Gutierrez llamado " La culpa es de la vaca "
ResponderEliminarExcelente tu post, mi muy estimado Macondo.
Gracias, Ricardo.
EliminarPaso de nuevo a saludarte, apreciado amigo. Carlos
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos.
EliminarHola Chema solo vengo a darte un abrazo.
ResponderEliminarPuri
Otro para ti, Puri.
EliminarMuy buen post,abrazo.
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn abrazo.
No solo Mary Poppins, sino también Laura Michelle Kelly, por hacer esta preciosa obra musical llevada a la vez al cine.
ResponderEliminarAbrazos bien grandes
Abrazos también para ti, Ricardo.
EliminarSin lugar a dudas post para leer y meditar, con un final estremecedor... Encantada de volver a leerte de nuevo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Enca.
EliminarUn abrazo.
Mi querido Macondo.
ResponderEliminarLa pandemia baja pero la gente vuelve a descuidarse.
No podemos bajar la guardia si queremos que el Covid19 se vaya y del todo.
Cuídate mucho!!
Tienes razón, Ricardo.
EliminarCuídate tú también.
La bruja del paraguas te hechizò o donde andas compañero?
ResponderEliminarTe dejo un beso 😘
Ando por aquí, pero con vagancia para escribir. Ya ves que contesto a los mensajes y entro en tu blog a leerte cuando escribes. Para eso no hay bruja que me hechice.
EliminarOtro beso para ti, chamaca.
La verdad es que es un nombre como para que se te ponga la fobia si no la tenías.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.
Qué malababa ha tenido siempre Mary Poppins y que pas muy que muy apañadines.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Besos.
EliminarChema, me dejaste con la boca abierta! What???? Voy a investigar esa fobia, no sé si has visto la nueva versión de Mary Poppins, pero Vale la pena solo por una escena 🤐sin spoilers,
ResponderEliminarSaludos,🤗
No he visto ni la nueva, ni la antigua.
EliminarSaludos.
No te puedo creer!!!!eres Único en el mundo 😃😃😃 ya tendrías que ponerte al día.
EliminarSoy un bicho un poco raro, sí.
EliminarDE nuevo paso a dejarte mi saludo y aprecio. Carlos
ResponderEliminarGracias, Carlos. El aprecio es mutuo.
EliminarQuerido Macondo.
ResponderEliminarComo siempre, para mi es de gran gusto visitarte y leerte.
Abrazos!!!!!!!!!!!!!! con mis saludos a la Señora Poppins
Gracias, apreciado Ricardo.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado este relato, muchas gracias por compartirlo, y espero ansioso el proximo! Un abrazo
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Nuevo abrazo, mi muy querido Macondo
ResponderEliminarRenuevo también el mío, Ricardo.
Eliminarte leo en silencio
ResponderEliminarsonrio nada mas que eso
Nada más y nada menos. Para mí tu sonrisa es mucho.
EliminarMuy querido amigo.
ResponderEliminar" hipopotomonstrosesquipedaliofobia", ahí si que te inspiraste con ese nombre que me parece super.
Te dejo mi abrazo bien grande!!
La palabra en cuestión más parece para generar la fobia que para definirla.
EliminarOtro fuerte abrazo también para ti.
Supercalifragilisticoespiralidoso abrazo mi Chena,
ResponderEliminarOtro abrazo así de fuerte también para ti, mi chamaca.
EliminarFortísimo abrazo, querido amigo Macondo
ResponderEliminarIgualmente, Ricardo.
EliminarChema, ya te estás pareciendo a mi con tus publicaciones, espero que el verano te este tratando bien.
ResponderEliminarSaludos
Aunque entro casi todos los días para leer lo que escribís, llevo unos meses sin apenas publicar.
EliminarEl verano sí que me está tratando bien.
Saludos.
Maestro querido, recibe hoy un abrazo grande!!
ResponderEliminarOtro para ti, Ricardo.
EliminarEspero que no hayas renunciado a publicar en el blog, llevo demasiado tiempo sin leerte y eso no es bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy dedicando más tiempo a otras actividades, pero llámalo vagancia más que renuncia. Sigo entrando por aquí todos los días, aunque escriba tan poco.
EliminarUn abrazo, Alfred.
Te deseo lo mejor en este fin de semana.
ResponderEliminarCuídate mucho que la pandemia ruge por doquier.
Mis mejores deseos también para ti, Ricardo.
EliminarUn abrazo.
Querido Macondo.
ResponderEliminarQue la Divina Providencia ilumine tu vida en este fin de semana.
abrazo inmenso!!
Gracias, Ricardo. Igualmente para ti esta semana.
EliminarUn abrazo.
Hola, Chema, vengo a darte un achuchón, y a dejarte un besazo.
ResponderEliminarQue estés disfrutando del verano.
Muackssss.
Acuso recibo ilusionado de tu achuchón y tu besazo.
EliminarEl verano bien. Espero que también el tuyo.
Un beso gordo.
Te dejo un abrazo , pleno de aprecio, muy querido amigo Macondo.
ResponderEliminarOtro muy fuerte para ti, Ricardo.
EliminarHola Chema veo que estás tambien poquito por el blog, supongo que otras tareas te tienen ocupado y ya cuando tengas ganas volverás con tus ocurrentes entradas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Sí, Conxita. He perdido el hábito de publicar periódicamente y cada vez me está costando más escribir algo en el blog. Es cierto que hago otras cosas, pero tampoco deberían ser excluyentes.
EliminarOtro gran abrazo para ti.
¡Ahhhhhh! ¡No sé dónde puñetas se metió el comentario! Hice la estupidez de no revisar.
ResponderEliminarPerdón.
Aquí estoy.
Después de las vacaciones, de nuevo em el "tajo" y gustazo en volver a tu casa.
Te he echado de menos.
Espero que todo esté bien por ahí.
Besos.