Siempre me han parecido un poco lelas las personas a las que les entra la risa porque alguien se caiga, pero reconozco que hay situaciones —sobre todo si la caída no ha sido dolorosa— que pueden llegar a resultar jocosas.
Acababan de realizarse obras (1991) en la Plaza del Pilar de mi ciudad (Zaragoza) y, aprovechando que me había acercado a hacer una visita a Pilarín, me detuve a ver las fuentes que se habían construido. La de la Hispanidad es una de las más pintorescas. Encontrábame observando distraídamente la figura del mapa de Latinoamérica que ella representa, dando pasos hacia delante y hacia atrás para coger la mejor perspectiva. Parece ser que en un momento dado los segundos excedieron a los primeros, con tan mala suerte que la fuente que habían puesto detrás estaba a ras del suelo. Efectivamente, cuando quise darme cuenta me encontraba dentro de ella con el agua a la altura de la rodilla.
Lo primero que se hace en estas situaciones es mirar si alguien se ha dado cuenta y después ver si se ríe para mandarle directamente a la mierda. Tengo que descubrirme ante la educación de los que pasaban por la cara de póker que pusieron, como si no se hubieran dado cuenta de lo ocurrido o fuera de lo más normal que un gilipollas trajeado estuviera bañándose a media mañana en una fuente de la Plaza del Pilar.
Yo hubiera sido uno de esos lelos que se habría reído y sin disimular. No es maldad, no puedo evitarlo, ya que me río igual cuando me pasa algo a mí.
ResponderEliminarSaludos.
En este caso hubieras estado disculpado, porque la situación era jocosa y no se había producido más daño que unos pantalones mojados.
EliminarSaludos.
Lo mejor en estos casos es salir como si no hubiera pasado nada y fuera una situación de lo más normal. En caso de mofa, burla o choteo por parte de desconocidos o incluso conocidos desagradables, Decir alto y claro que tú te limpias los zapatos así.
ResponderEliminarUn abrazo.
Importante poner cara de que no ha sido un accidente, sino una costumbre que tienes porque eres un cachondo.
EliminarGracias por el consejo.
Un abrazo, Alfred.
Hola!!!! La verdad es que en un despiste así se pasa mucha vergüenza. Yo soy de las que me caigo en todas partes y de las lelas que se ríen cuando no hay daños. No puedo evitarlo. No me río de primeras, pero si veo que la persona no se ha hecho daño es que no puedo evitarlo, me río, pero también de mi misma, eh? En el blog conté alguna de mis caídas, soy muy patosa. Y también he contado ataques de risa, es que me han dado en todas partes, jejejeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los que realmente me parecen lelos son aquellos a los que les hace la misma gracia o más si la víctima se ha partido la crisma. Además si eres capaz de reírte igualmente de ti mismo en situación similar, creo que hay un importante eximente.
EliminarUn abrazo, Marigem.
Con el sentido de "humour"se facilita cada situacion. La foto ha salido preciosa, intento ver america latina...
ResponderEliminar¿Ya has encontrado Latinoamérica?
EliminarMe has recordado cuando hace unos años una mañana nevada iba para el trabajo y me resbalé cayendo al suelo, y lo primero que hice fue levantarme volando y automáticamente mirar para los lados jajaja para ver si alguien me había visto ainsss que vergüenza pasé más que preocupada por el golpe, preocupada por llegar tarde y sucia al trabajo jajajaja.
ResponderEliminarUn beso.
En mi caso golpe no hubo, ni siquiera caída. Simplemente me metí en la fuente.
EliminarBesos.
Hay ciertas situaciones en las que es el cliché lo que te hace reir. Esa visión de ese hombre trajeado con el agua por la rodilla no puede provocar otra cosa que puro asombro con su risita seguidamente...
ResponderEliminarPero hay momentos en los que al protagonista le hace reir su propia metedura de pata.
Besos :)
En este caso la gente fue tan mirada que parecía ser yo el único que se reía de mí.
EliminarBesos.
Jajajaja, ¡¡¡Me encanta cómo lo explicas!!! ¡¡¡Es tronchante!!! Porque yo, de verdad, creo que no me hubiera reído del percance... Aunque todavía estoy preguntándomelo.
ResponderEliminarBesitos.
Pues la verdad es que había motivo para reírse, porque además no hubo daño alguno.
EliminarBesos, Sara.
Si la temperatura era agradable, yo creo que lo hiciste a propósito para refrescarte los pinreles.
ResponderEliminarAbrazo Macondo.
No recuerdo, pero creo que no hacía frío.
EliminarUn abrazo, Rafa.
Jajajajajaja, lo siento, yo soy una de las gilipollas que se hubiera descojonado y me descojono, jajajajajaja. Eso sí, te hubiera ayudado a salir muerta de risa, jajajajaja. Siempre y cuando no te hubieras hecho daño, que parece que no. :P
ResponderEliminarJajajajajaaaaaaaaaaaaaaaa
Besos, palurdillo :P Jajajajaja.
Gilipollas no, solo un poco cabrona.
EliminarLa verdad es que había motivo para reírse.
Besos, cacho bruja.
Jajajaja, cabrona y cacho bruja??? Te la tengo jurada, que lo sepas, jajajaja :P
EliminarBesos, peazo cazurro :P
No te tengo miedo, que lo sepas.
EliminarBesos, bruja.
Yo hubiera pebsado " hay gente para todo"
ResponderEliminarY a lo mejor reir no, pero sonreir seguro
Besos y una sonrisa
Reírte no, solo descojonarte. :)
EliminarBesos y otra sonrisa.
jajajaja!, pues yo me rio hasta de mis propias caídas, claro que, hay caídas y caídas...he visto alguna caída que me he acojonado...
ResponderEliminarEs un placer leerte, me encanta como lo haces, yo no sé si podría.
Besos, Macondo.
Contar las estupideces que le pasan a uno en su despiste no tiene un mérito especial. De todas formas, muchas gracias.
EliminarBesos, Carmen.
A mí me da penita cuando alguien se cae. Sobre todo si hace el ridículo. Es que se pasa muy mal... Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarTú porque eres una buena chica, no como alguna bruja de por ahí arriba.
EliminarBesos.
En defensa de los que se rieron una caída, te diré que a veces no se puede evitar, a mí me ha pasado con mi madre y con mi hija y en los dos casos me desternillé con el consiguiente enfado de ambas.
ResponderEliminarEs es lo malo, que no se pueda evitar. De todas formas, en este caso había motivo. Me entró la risa hasta a mí.
EliminarQué singular fuente. Qué interesante...
ResponderEliminarYo siempre me río o me quejo en voz alta, según sea la situación, cuando me caigo o me pego. A lo que me refiero es a que "hago ruido", como en plan de: "yo me río primero" o "sí, esto fue un desastre y soy la primera en saberlo".
Yo también creo que es una buena idea eso de que la víctima sea la primera en reírse. Así se evita el pitorreo.
EliminarBesos.
Jajajajajajajaj, seguramente me hubiese reido, depende la caida, claro está, hay algunas tan aparatosas que te cortan la respiración porque piensas que se ha tenido que matar la persona en cuestión. Pero un hombre trajeado en una fuente, tiene su puntazo,jajajaj
ResponderEliminarBesos
En este caso no hubo que lamentar otra cosa que el ridículo. Daños no hubo.
EliminarBesos.
Yo también acostumbro a reírme cuando me encuentro en una situación como la que cuentas, Macondo. Aunque me levanto como el rayo y nunca nadie apenas se ha dado cuenta.
ResponderEliminarMe encanta la fuente de la Hispanidad.
Si pasas por Zaragoza te la enseño. Más por echar unas cañas, porque la fuente no tiene pérdida.
EliminarLa carcajada esta en función de la caída, si es aparatosa, tonta o estúpida; también prima el sexo y la edad del caído.
ResponderEliminarCuando yo caigo, no miro alrededor, me levanto y me sacudo. Si escucho una risa lo miro y le dedico una sonrisa de chacal.
Abrazos
¿El sexo también influye? Hasta para las caídas somos machistas. Lo de la edad lo entiendo, porque si es una persona mayor la cosa puede ser más complicada que si es una joven con los huesos recién estrenados.
EliminarUn abrazo, Chaly.
Jajajaja, "Charly y el sexo". ¿Quién tiene pelas y hacemos una serie de TV? Jajajajaja. Es la leche, me encanta, jajajaja.
EliminarEn lo de las pelas me pillas, pero si hay algún patrocinador interesado que se manifieste.
EliminarSuelo ser muy contenida, probablemente por defecto profesional, pero, mentalmente, me habría reído. Debías estar muy gracioso trajeado y mojadito.
ResponderEliminarUn abrazo
Te habrías reído mentalmente y hubieras hecho como que no te dabas cuenta. Ya veo que fuiste una de las que estaba ahí. XD
EliminarUn abrazo.
Muy bueno, es verdad que tenemos la mala costumbre de soltar la carcajada, eso sí después de comprobar que no se han hecho daño, después es cuando te entra la risa tonta, de los demás y de una misma.
ResponderEliminarBueno ahora seguro que encontraríamos energúmenos que se ríen y hasta graban en sus móviles las caídas de otros, ayudar no, pero reírse un montón.
Aunque tengo que reconocer que divertido debía ser verte, todo trajeado y en la fuente.
Saludos
Eso me salvó, que si hubiera sido en estos tiempos seguro que alguien me hubiera captado para sacarme en alguna red social.
EliminarSaludos, Conxita.
Si te hubiera visto meterte con el traje en la fuente...se me hubiera escapado una risilla traviesa...jajjaja
ResponderEliminar:P
Besos.
Qué menos.
EliminarBesos.
Yo me hubiera reído, es que me río cuando me sucede a mí, que no son pocas veces ;)
ResponderEliminarUn saludo!
Te confieso que al final terminé echando en falta que alguien se riera conmigo.
EliminarUn saludo.
Reirse ante una caida no lo hago, yo si me caigo me muero de verguenza
ResponderEliminarYo caerme también me he caído, pero lo de meterse en una fuente es mucho más jocoso.
EliminarCon el traspiés tonto es normal reírse siempre que veas que el otro no se ha hecho daño. Yo si soy la que tropiezo suelo reírme la primera por la torpeza sucedida. No hay nada mejor que reírse con uno mismo ;)
ResponderEliminarYo también pienso que si el que se cae o mete la pata de alguna manera es el primero en reírse, resulta menos ridículo y además da de alguna manera licencia a los demás para que se rían también.
EliminarLo importante es que quedó en mojadura y no en esguinces. Uno sale mojado, como si nada hubiera pasado y ya está.
ResponderEliminarLinda plaza. Un abrazo
Efectivamente la cosa no pasó de una mojadura. Que todas las meteduras de pata —nunca mejor dicho— sean como esa.
EliminarUn abrazo.
Magnifica crónica, en la que señalas, con razón a los que ,ante las situaciones, se hacen los de la "oreja mocha"
ResponderEliminarUn abrazo.
No había escuchado nunca esa expresión. Qué rica es nuestra lengua.
EliminarUn abrazo, Ricardo.
Jajajajajaa ejem ejem este... lo confieso habría muerto de risa jajaa. Este... ¿estás bien? ¿no te lastimaste? :D
ResponderEliminarBesos Chema
Estoy estupendamente, entre otras razones porque han transcurrido veinticinco años. Cómo pasa el tiempo.
EliminarBesos, Flor.
jajajajaja sólo de imaginarte trajeado y con el agua hasta las rodillas, me hubiera carcajeado!! jajaja porque daño no te hiciste, pero la cara que debes haber puesto, me la imagino!! jijijijijiji
ResponderEliminar:P
Besossssssssss jajajajajajajajajaja
Si me hubieras dicho otra cosa no me la hubiera creído.
EliminarBesos.
jajajaja pero que fama me cargo Chema!!! jajajajaja
Eliminar:P
:)
EliminarYo, es que soy muy, y me caigo y me hago daño, pero me rio de mí misma...
ResponderEliminarSi eres el primero en reírte parece como que das licencia a los demás para hacerlo también sin ofenderte.
EliminarSimpatica anecdota, amigo... Son cosas que pasan. Asi es la vida, y asi somos nosotros
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Ildefonso. A los despistados nos pasan más veces.
EliminarUn abrazo.
A ver, yo soy de las que me hubiera descojonado viva,lo siento. Si yo estoy viendo como un trajeado va caminando hacia atrás hasta meterse en el agua, lo siento, pero aún estaría llorando de risa. Otra cosa es si veo como alguien se cae de golpe, primero me preocuparía, eso sí, si luego veo que la cosa no ha sido nada, también me reiría. Mil disculpas. Soy de risa fácil, sirve como disculpa?
ResponderEliminarBesines
Yo creo que lo de tener la risa fácil no es disculpa, pero sí que no te rías si la víctima se ha partido la crisma. De todas formas no te disculpes, que cada uno se ríe de lo que quiere y, como decía Peret, "es preferible reír que llorar".
EliminarBesicos.
Un sobresalto, acudir en tu ayuda y sin duda esbozar una sonrisa.
ResponderEliminarMuy sensata.
EliminarEs todavía hace calor.
ResponderEliminarTu subconsciente te guió.
Saludos.
Esto fue el siglo pasado. No recuerdo en qué estación estábamos, pero me parece que no hacía frío.
EliminarSaludos.
Bueno yo tengo que confesarte que si veo que no te has hecho daño no habría disimulado la risa, eso si, te habría ayudado a salir, pero jajajaja risa da, la verdad.
ResponderEliminarUn beso
A ver si por ayudarme terminamos los dos en la fuente.
EliminarUn beso, Carmela.
La escena tiene todos las papeletas para provocar sonrisas, yo acudiría a saludarte y luego nos reiríamos juntos.
ResponderEliminarQue no nos falte la risa sana.
Besos Chema.
Puri
Que no nos falte.
EliminarBesos, Puri.
No conformarse con conocer las cosas a través del sentido de la vista, sino impregnarse de ellas. Está bien ese aprovechamiento de los viajes.
ResponderEliminarMás saludos, Julio David.
La escena me encanta, me parece como de Berlanga o de Jacques Tati, o algo por el estilo: un ciudadano en una situación comprometida, sin saber cómo comportarse e intentando mantener la compustura.
ResponderEliminarTambién me encanta la acitud de los paseantes: qué civismo y que consideración.
Yo hace unos años me caí en la calle, en el sitio más concurrido de Sevilla, donde viví un tiempo. Me levanté en seguida, pero ya se habían acercado unos caballeros muy amables a preguntarme si me había hecho daño. 'Solo en mi amor propio', les dije, intentando hacer un chiste para disimular el corte que me daba :D
También me ha gustado lo que ha dicho Julio David de "empaparse" :D
Lo importante es levantarse pronto y decir que no te has hecho daño aunque tengas fracturado un peroné.
EliminarSí que ha estado sembrado Julio David, sí.