Tenían razón mis mayores cuando me decían que el tiempo pasa cada vez más deprisa. En realidad transcurre siempre igual, pero conforme vamos cumpliendo años se nos hace más corto. Supongo que el motivo es que la unidad de medida (nuestra vida) va creciendo, por lo que cada vez hay que multiplicarla por menos para medir el mismo período. Cuando me hablaban de un año y yo tenía cuatro, suponía la cuarta parte de mi vida. Actualmente es la sesentava parte, o sea como un minuto en toda una hora. Un suspiro.
¿No os acordáis cuando de niños nos daban consejos al empezar el verano (especialmente si las notas no habían sido del todo buenas, como solía ser en mi caso) sobre los planteamientos que debíamos hacernos para el curso siguiente? Solo un mayor podía pensar en algo que estaba a más de tres meses vista. Porque aquellas vacaciones eran de 21 de junio (San Luis Gonzaga, mi santo favorito) a primeros de octubre. Quizá fuera lo único que teníamos mejor que los niños de ahora.
¿No os acordáis cuando de niños nos daban consejos al empezar el verano (especialmente si las notas no habían sido del todo buenas, como solía ser en mi caso) sobre los planteamientos que debíamos hacernos para el curso siguiente? Solo un mayor podía pensar en algo que estaba a más de tres meses vista. Porque aquellas vacaciones eran de 21 de junio (San Luis Gonzaga, mi santo favorito) a primeros de octubre. Quizá fuera lo único que teníamos mejor que los niños de ahora.
Recuerdo cuando esos mayores me hablaban de la guerra civil española. Me parecían batallitas medievales, cuando en realidad solo había nacido catorce años después de su finalización. Hace sin embargo cuarenta años de la muerte de Franco y me parece que fue anteayer. Cuando sucedió, yo ya estaba en la universidad.
Que nadie piense que me hallo con la depre por hacer estos razonamientos. Me encuentro estupendamente. De hecho, creo que estoy cada día más joven. Y más guapo.
Exacto Mac. Nuestro único capital verdadero es el tiempo. Es lo único que tenemos. Cuando menos tenemos más vale. Pagamos por extenderlo creyendo que con dinero.... pero qué, lo unico que vale es eso, el tiempo, y el tiempo no existe, chema; el tiempo es sólo este segundo en que te estoy escribiendo. Ni futuro ni pasado, hoy. y nada más. Por eso le aconsejo a quien tenga en frente diciendole que cuando damos nuestro tiempo a un "trabajo" estamos sacrificando nuestro capital. Que tenemos que elegir unicamente trabajos que nos hagan felices. Muy buena entrada.
ResponderEliminarYo no sé si es porque tengo buena capacidad de adaptación, pero la verdad es que en todos los trabajos que he desempeñado he sido al menos moderadamente feliz. Quizá sea porque no he tenido una vocación absolutamente definida a la que haya tenido que renunciar.
EliminarMuchas gracias, Fernando.
La percepción del tiempo varía mucho según la edad que tengas. Yo no me puedo creer que ya estemos en julio, y parece que ayer mismo estábamos con las uvas y el cava. Un besote!!!
ResponderEliminarY eso que tú eres una chavalica.
EliminarBesos.
A medida que te iba leyendo, me iba sonriendo y he recordado cuando veíamos a hermanos mayores de nuestros amigos con treinta y tantos años que nos parecían mayorcísimos
ResponderEliminarRecuerdo cuando mi padre cumplió 40 años. Pensé que tenía un padre ya mayor.
EliminarSaludos.
Totalmente de acuerdo, incluso en el último párrafo ;)
ResponderEliminarEn la infancia el tiempo era lento, cada curso era un mundo en el que todo podía cambiar. Ahora el tiempo se me escurre de las manos, no se detiene.
Un beso
Ya veo que te sucede a ti lo mismo. Que estás cada día más joven y más guapa. Y que se te pasa el tiempo cada vez más deprisa.
EliminarBesos.
Que cierto es lo que cuentas Macondo, y esto nos sucede a todos. En cambio cuando eres niño la vida se hace muy larga, y parece que los años no pasen, pero una vez que entras en las barrera de los dieciocho o veinte años, ya encarrilas la cuesta abajo, y no hay quien la pare. Yo cuando me fui a la mili, que ya creo que te comenté que hice el campamento en Zaragora; mí padre un día antes de marchar me dijo: "cuando te licencies se te pasaran los años tan rápido que no te vas a enterar". Y que razón tenía, cuántas y cuántas veces me acuerdo de aquello que me dijo. Ahora que me pasa como a ti; cada día me encuentro más joven; con achaques, pero más joven y sobre todo más guapo. Tengo la cara más bonita y soy más lindo que un San Luis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad que la mili es lo último que se te hace largo en la vida. Nunca lo había pensado. Tu padre es un sabio.
EliminarFíjate que incluso yo tuve más achaques en mi juventud. Antes de los 30 años tuve una perforación de estómago y la mayoría de los dolores los recuerdo de aquella época. Ahora (toco madera) estoy más sano. Evidentemente ahora estoy más deteriorado en general. Tampoco soy gilipollas para pensar otra cosa.
Un abrazo.
el tiempo pasa, irremediablemente,
ResponderEliminarCada vez más se nos termina amontonando y no podemos hacernos con él.
EliminarSaludos.
¡Chiquillo, que me has asustado con los latinajos! Y con ese primer párrafo tan profundo. Pensé que te pasaba algo, un golpe de calor. Pero seguí leyendo hasta caer en la cuenta de que estabas hecho todo un filósofo. Sí, sí. Y me ha encantado tu reflexión, aunque no mencionaras a San Lorenzo, también día de fiesta y sobre todo de refresco (que yo sepa y recuerde).
ResponderEliminarEs verdad que la percepción cambia conforme vamos cumpliendo años. Quizá porque el tiempo continúa siendo un laberinto tan absurdo como cruel. En sus remolinos se pierden los días y, sin darnos cuenta, vamos traspasando esa línea imaginaria que marca la irrecuperabilidad de las personas y de las cosas. Porque, a fin de cuentas, al recordarlas continuarán huyendo irremisiblemente. Así que nuestra retahíla de recuerdos solo viene a cuento para recordarnos que nos queda el presente absoluto en lugar de echar de menos el tiempo que ha pasado. Ahí es nada.
Un fuerte abrazo, Chema.
Lo del golpe de calor también me ha pasado. Para que luego presumáis por allá abajo. Para el día de San Lorenzo (10 de agosto) seguro que no hará tanto. Ozú.
EliminarOtro fuerte abrazo para ti, Karima.
Así mismo es.
ResponderEliminarLos niños son quienes más nos hacen caer en la cuenta del paso del tiempo. Lo que cambian en poco tiempo cuando son de la edad de tu hija.
EliminarBesos.
Ayer me di cuenta. Se movía mucho cuando yo quería hacer no sé qué: darle gotas de hierro o cambiarla; el caso es que me quedé pensando en lo poquito que se movía de recién nacida; en las primeras semanas en las que apenas abría los ojos.
EliminarBesos, Macondo.
Pues espera a que pasen unos meses más. Entonces vas a enterarte de verdad de lo que es movimiento, aunque también es cierto que es cuando más majos empiezan a estar.
EliminarBesos.
Jajaja!! Yo reflexiono mucho sobre esto, sobre todo en verano... antes los veranos eran eteeeernos... y ayer me di cuenta de que estamos en Julio y que antes de que quiera darme cuenta, seguro que ha llegado Septiembre. Quizás también disfrutamos más el tiempo, a medida que pasa, y por eso lo bueno se hace más corto (me hace bien pensar así, mejor que en la fugacidad de la vida!).
ResponderEliminarUn besote!
Es que las vacaciones de verano cuando eres niño parecen interminables. Conforme van cumpliendo años los meses parecen semanas. Pero, como tú dices, lo que hay que hacer es disfrutar el tiempo sin agobiarse por el paso del mismo.
EliminarBesos.
Lo del paso del tiempo nunca me lo había planteado así, pero tiene todo el sentido del mundo. Biquiños!
ResponderEliminarDéjalo para cuando seas mayor, porque ahora eres todavía una chavalica. Muy madura, pero chavalica.
EliminarBesos.
Vuela, el tiempo vuela.
ResponderEliminarSaludos.
Lo que vuela el cabrito.
EliminarSaludos.
Pues sí está mas guapo, no hay nada que reprochar a ningun minutero.
ResponderEliminarBeso Macondo.
Al minutero no. En todo caso a la Sra. Mary Moonlight, por tratarme de usted.
EliminarBesos.
Lástima que no te conozca para corroborar que de verdad estás guapo. Ni modo creeré en ti :P
ResponderEliminarBesos jovencito
Mejor que no creas. Si fuera guapo quitaría a Mafaldita y pondría mi bella cara.
EliminarBesos, chamaca.
Antes, éramos nosotros los que corríamos detrás del tiempo, teníamos prisa por hacernos mayores, ahora el tiempo es el que no nos da tregua y nos persigue sin dejar pasar siquiera un minuto sin contarlo...
ResponderEliminarEn cuanto a lo de que estás más joven y más guapo, me lo creo a pies juntillas, porque a mí, me pasa exactamente lo mismo, jajaja...
Muchos, Chema.
A ver si vamos a ser como aquél que en vez de envejecer rejuvenecía, hasta terminar en un orgasmo.
EliminarBesos.