Reinvención personal, en clave de humor, del significado de las palabras.
LADRÓN. Clavija que, a modo de Robin Hood,
roba corriente eléctrica al enchufe que la posee y la reparte entre tomadores
necesitados.
REBOTE. Enfado o disgusto que se disputa en las canastas de un campo de baloncesto.
REFINADO. Persona educada y muerta.
REGATEAR. Debatir el precio de algo andando a gatas.
REGULAR. Ajustar o poner algo en orden sin demasiado acierto.
REMOLÓN. Dícese del remo que gusta o resulta agradable.
SABANA. Llanura extensa utilizada como ropa de cama.
SABER. Conocer la sensación que ciertos cuerpos producen en el órgano del gusto.
SACIEDAD. Conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven completamente satisfechos.
SAVIA. Energía con profundos conocimientos.
SOSIEGO. Serenidad propia de un invidente.
SUCESIÓN. Conjunto de personas que se ponen en cola para recibir los bienes de una herencia.
TROMBÓN. Coágulo de sangre con pinta de no terminar en nada bueno.
TULIPÁN. Planta herbácea de la familia de las margarináceas.
TURBINA. Pequeña muchedumbre de gente confusa y desordenada.
REBOTE. Enfado o disgusto que se disputa en las canastas de un campo de baloncesto.
REFINADO. Persona educada y muerta.
REGATEAR. Debatir el precio de algo andando a gatas.
REGULAR. Ajustar o poner algo en orden sin demasiado acierto.
REMOLÓN. Dícese del remo que gusta o resulta agradable.
SABANA. Llanura extensa utilizada como ropa de cama.
SABER. Conocer la sensación que ciertos cuerpos producen en el órgano del gusto.
SACIEDAD. Conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven completamente satisfechos.
SAVIA. Energía con profundos conocimientos.
SOSIEGO. Serenidad propia de un invidente.
SUCESIÓN. Conjunto de personas que se ponen en cola para recibir los bienes de una herencia.
TROMBÓN. Coágulo de sangre con pinta de no terminar en nada bueno.
TULIPÁN. Planta herbácea de la familia de las margarináceas.
TURBINA. Pequeña muchedumbre de gente confusa y desordenada.