Parece
que fue ayer y ya va para veinte años. La verdad es que lo hicimos de manera
ejemplar. De mutuo acuerdo. Sin rencores. Hubo un amago dos años antes, pero
terminaron pesando los recuerdos. Volvimos cuando aún no habían transcurrido
seis meses, pero nos dimos cuenta enseguida de que lo nuestro estaba más que
sentenciado. Se había perdido la ilusión de los primeros años. La costumbre era
un argumento demasiado frágil para seguir dándole consistencia a nuestra unión.
Todo lo que fuera prolongarla demasiado iba a ser perjudicial para que
pudiéramos terminar como los buenos amigos que somos actualmente.
Nunca
he sido precursor de nada y mucho menos lo fui de niño. Todos mis compañeros
del equipo hablaban de sus experiencias, mientras yo seguía manteniendo que lo
único importante en esta vida era jugar al fútbol. Llegó un momento en que la situación se hizo insostenible,
porque tampoco quería que dudaran de mi hombría.
Mi
relación contigo fue egoísta al principio, porque te utilicé para
reafirmarme como macho cuando todavía no habías empezado a gustarme. Aunque
nuestras primeras prácticas no fueron precisamente satisfactorias sí que me sirvieron para salir airoso en las
conversaciones de vestuario, antes de que fuéramos a encontrarnos con nuestros
padres que venían a buscarnos. Me adornaba todo lo que podía, como supongo harían también mis colegas.
Estaba
cantado que tú y yo íbamos a terminar formalizando relaciones. A ti parecía
venirte bien cualquier cosa que sucediera con nosotros, por lo que dejabas que
fuera yo el que decidiera al respecto. Mis incertidumbres del principio se
fueron disipando, hasta que llegamos a hacernos inseparables. Todo fue mucho
más sencillo cuando dejamos de depender de nuestros progenitores para
desplazarnos. Vosotras pudisteis incorporaros al grupo de amigos y a nuestros
planes. Sin embargo, cuando llegaba a casa, te echaba en falta continuamente.
Por eso recuerdo con especial ilusión el día en que mi padre, poniéndose
trascendente, me dijo que sabía de nuestra relación y que podía llevarte
siempre que quisiera.
Compartí
contigo mis veinticinco años más felices. El plan más atractivo carecía de
sentido si tú no estabas a mi lado. No entendí el significado del verbo necesitar hasta que entraste en mi vida.
Y hasta que saliste. Al principio fue duro, aunque me ayudara el convencimiento
de que la decisión tomada había sido la correcta. Aún así no he dejado de
pensar en ti un solo día de estos veinte años. Al principio con verdadera
añoranza. Ahora ya con la serenidad que da el paso del tiempo.
Tengo
que contártelo, aunque entenderé si me mandas al carajo. Llevo pensándolo
desde hace unas semanas. Todavía es demasiado pronto, pero me gustaría
compartir contigo los últimos años de mi vida. Cuando ya no vayan a acusarte de
hacerme daño ni a mí de irresponsable, porque unos meses de más o de menos ya no tengan importancia. Cuando
pueda entregarme a ti sin complejos, mi amada cajetilla de cigarrillos.
¡Joder, me pillaste! Sabía que no estabas hablando de ruptura de pareja, pero iba leyendo y no se me ocurría de qué podía ser.
ResponderEliminarY el caso es que yo viví la misma experiencia.
Enhorabuena: por el relato, por la ruptura y por el probable regreso.
Un abrazo.
Pues me alegro de haberte pillado, porque pensaba que conforme iban pasando los párrafos la cosa quedaba demasiado evidente.
EliminarGracias por las felicitaciones por el relato y por la ruptura. El regreso trataré de evitarlo.
Un abrazo.
Esos amores, Maestro, no aceptan el duelo ni el trabajo del olvido porque los amantes son esclavos del recuerdo y ellos dueños de sus vidas.
ResponderEliminarEsa clase de amores son toros que no se pueden coger por los cuernos, no hay más remedio que dejarles pastar a sus anchas y torearlos, y dejar que nos embistan y volver a torearlos hasta dejarlos exhaustos y quedar nosotros exhaustos y rendidos a sus pies. Un fuerte abrazo.
Te ha salido un comentario tan poético y tan redondo que vale por una entrada.
EliminarSiendo consciente del peligro que tiene ese toro por el pitón izquierdo, he optado por mantenerme prudentemente en el burladero sin fiarme de salir a los medios ni estando picado y banderilleado. Soy consciente que que un simple cigarro puede ser fatal a pesar del transcurso de los años.
Un fuerte abrazo.
Jajaja!!! Me tuviste todo el relato pensando a qué objeto te referirías. Llegué a estar segura en un momento de que era el balón de fútbol...
ResponderEliminarLa decisión tomada FUE la CORRECTA, ni lo dudes... Yo fumé 15 años, mucho, más de un paquete por día, y una de las mejores cosas que me pasó fue dejarlo, a raíz de ello empecé a hacer deporte y a sentirme mucho mejor... Hoy que por suerte ya ni tengo ganas, no volvería a fumar ni que me obliguen, todo lo que le veo son desventajas al cigarrillo, eso por supuesto lo piensas cuando no estás enganchado...
Un beso, y espero no vuelvas a él.
Mi caso era más grave que el tuyo, porque además de superarte en diez años te triplicaba en la cantidad. La mayoría de los días hacía corto con tres paquetes.
EliminarA pesar de que a veces pienso que no me moriré sin haber vuelto a fumar, procuraré que no suceda.
Besos.
;)
ResponderEliminarMuy bueno...
Muchas gracias.
EliminarSaludos.
Malísimo, cruel, tramposo, yo deshaciéndome con la historia, que doblaba ya la cabecita leyendo y me faltaba soltar un ohhhhhh!!!!! y con las que me vienes, y eso que tendría que comprenderlo siendo como es el tabaco mi amante más fiel, pero no, yo que soy una romántica tonta quería historia de amor.
ResponderEliminarAhora, después de desahogarme, vuelvo a releerla, para saborearla mejor.
Muchos besos guapo
Uau! leído de nuevo sabiendo de que va, es doblemente buena esta entrada, te has salido Chema. Bárbaro!
EliminarMás besos
Teniéndote a ti de seguidora echo menos en falta a mi abuela.
EliminarMuchas gracias, guapa. Y muchos besos.
¡Te felicito por tu prudencia y por tu arte! Es mucho mejor mantenerse en el burladero. Además, no es bueno empeñarse en repetir una vieja historia de amor como si todavía se pudiera extraer algo de su pulpa seca. Otro abrazo.
ResponderEliminarSi me enfrente al morlaco me alabas la valentía y si me quedo en el burladero la prudencia. Te digo como a Inma: con amigas como tú no me hacen falta abuelas.
EliminarOtro abrazo.
Amada cajetilla de cigarro ?!? wácala !! jajaja me engañaste hasta el último momento, muy bueno tu escrito, sólo agregaré un pequeño poema o sentencia del que siempre me acuerdo en casos como éste:
ResponderEliminarNi amor ni sopa de segunda vez
Porque ni la sopa es sopa
Ni el amor tampoco lo es.
Entro por aquí por vez primera y me ha gustado como escribes,un saludo.
Pues no sabes lo que me alegro, Rubén. De que hayas entrado y de que te haya gustado. Me gustaría que repitieras.
EliminarGracias por tu sentencia.
Un saludo.
Asht y yo imaginando tu cara compungida y la de tu amada aceptando estar hasta el fin jaja.
ResponderEliminarsaludos.
Las apariencias a veces resultan engañosas.
EliminarSaludos.
Coño, y al principio que pensaba que me había equivocado de blog y andaba leyendo el de la Corín Tellado.
ResponderEliminar¡Ay!, cigarrillos. Qué de salud me van quitando, pero, por contra, cuantas satisfacciones me han dado y me siguen dando. Mis fieles ducados, que me acompañan desde los quince años.
-- ¡Niño! ¿Tú fumas? -me preguntaba mi padre.
-- Yo no, papá -respondía yo, temeroso.
-- Que sí, niño, que tú fumas.
-- Bueno, papá... un poco -le respondí, esperando ya la bronca y el castigo.
-- Pues mira. Si vas a fumar, que no te falte nunca tabaco. Que no hay cosa más fea en la vida que ir por ahí pidiendo un cigarro.
Jajaja. Eso me dijo.
Entrañable entrada, compañero. Todo un homenaje a ese otro compañero inseparable que, entre calada y calada, cual mujer fatal, te va quitando la vida a besos.
Saludos.
Yo empecé con los Celtas. En mis tiempos universitarios fumaba uno que se llamaba Yuste. Los gorrones de tabaco (esos a los que odiaba con razón tu padre), como además son los más morrudos del mundo, cuando sacabas el paquete te decían: “Deja, que si no te importa voy a ver si alguien tiene Ducados”. Cuando lo dejé me había pasado al Ducados (negro). Creo que entonces costaba el paquete 85 pesetas (medio euro). Lo hice tratando de adelantarme a que tuviera que prohibírmelo un médico, porque yo hacía corto con tres paquetes. A veces me apetece volver, para acompañar a mis colegas fumadores frente a esas vergonzosas campañas que se han desatado contra ellos, pero comprendo que sería una burrada hacerlo.
EliminarUn fuerte abrazo, Jesús.
Buen relato, que me lleva a otros tiempos en que tambien fumaba Celtas y luego Ducados...
EliminarPues ya somos dos, Ildefonso.
Eliminarmuy bueno mac. muy muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias, Garriga.
EliminarSaludos.
Impresionante. He hecho lo de Inmagina y lo he releído después de saber la verdad y es mucho mejor que la primerta vez.
ResponderEliminarYa sabes que yo dejé de fumar, porque el vicio me abandonó.
http://www.dolega.es/hace-mas-de-dos-anos-que-deje-de-fumar/
Besazo
Tienes la originalidad de las personas geniales. Hasta para dejar de fumar lo eres. No había escuchado nunca de nadie a quien abandonara el vicio del tabaco. Te agradezco el enlace, porque por esas fechas todavía no te había descubierto. Genial.
EliminarBesos.
Y bueno, hay amores difíciles de entender, yo podría decir lo mismo de una pluma fuente que me sigue desde la infancia ;)
ResponderEliminarBien contado, bien resuelto en pocas palabras.
Un abrazo.
HD
Muchas gracias, Humberto.
EliminarUn abrazo.
Whow, Chema que me tenias, contestando el tema del divorcio!!!! El divorcio de pareja iba inspirada como de 10 líneas, en mis dos divorcios!, bueno… que quede claro que me enganchas, que tu pluma es tan versátil que me atrapas… yo fumo desde los 17, se que no es gracia, últimamente, lo hago más, pues en la oficina y casi todos lugares es más que prohibido, así que me resta el carro y la casa, … pero apasionada en los Blog, y que se me van las horas , cosa que tengo que organizar y corregir, ya que por el trabajo no estoy entrando a diario, se me ha vuelto imposible, cuando entro me quedo hasta el amanecer, y claro “ cigarro tras cigarro”, … se que es malo, dejar de fumar no esta en mis planes, la única vez que me lo plantee con firme decisión fue hace 4 años, lo hice de nov. a junio, luego fue sólo uno, al día siguiente dos, y son cuentos eso, … luego ya estaba al día con mis queridos cigarros mentolados. Me cae re-mal que los que más te hacen la guerra, "son los ex fumadores", vaya si yo no le hago la guerra a los gordos ( aparte que también lo soy, jeje) , ni los que beben, ni a los que hacen bombas con el chicle, ni a los que escupen en la calle…”Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.”Confucio. Si no fumas, es tu desición hacerlo o no, pero sabes que si lo haces te enganchas. Un fuerte abrazo, TQM
ResponderEliminarYo tengo claro que cuando lo has dejado debes actuar como si tu problema hubiera sido el alcohol. No puedes pensar nunca que lo tienes superado, ni permitirte un cigarro por muy especial que consideres la ocasión.
EliminarYo tampoco puedo soportar a los exfumadores que no dejan vivir a los que fuman al mes de haberlo dejado. ¿Se puede ser más envidioso y egoísta?
Yo siempre digo que me molesta mucho más el olor de alguien que no frecuente la ducha que el de los que han fumado, sin embargo a aquéllos nadie les dice nada y a éstos se les persigue. Hasta en estas cosas funcionamos por modas.
Un fuerte abrazo, Regina.
Pues yo reconozco que estuve engañado hasta la parte del padre, ahí ya me sentí tan identificado que enseguida me vino el tabacazo.
ResponderEliminarYo fumo, no he logrado divorciarme, algún día no fumo, porque me quedo sin tabaco y si no tengo que salir a la calle me da pereza y prefiero haraganear a fumar, pero vaya, que reconozco que me gusta fumar, que las veces que lo he dejado por completo, dos, nunca llegué a olvidar el tabaco.
Sé que mata, pero en fin, que según se están poniendo las cosas menos estaré jubilado, a lo mejor el gobierno me agradece el gesto.
Abrazos.
Si alguien me garantizara que iba a ser capaz de fumarme tres al día creo que no me privaría del placer de hacerlo, pero conseguir eso me parece mucho más complicado que dejarlo del todo.
EliminarPor lo que veo (no sales como un poseso a comprar tabaco cuando te quedas sin él) no estás muy enganchado, por lo que creo podrías dejarlo con relativa facilidad si te lo plantearas. Otra cosa es que no quieras, porque fumas poco o porque no te sale de las narices, lo que me parece muy respetable.
Creo que olvidarlo del todo no lo haces nunca. A mí, después de veinte años, todavía me apetece de vez en cuando, lo que pasa es que ya no sufro. Por eso le decía a Regina que no puedes permitirte el lujo de creer que lo has superado y puedes echarte uno esporádicamente. Los puros de las bodas de los amigos son criminales.
Un abrazo.
A mí me gusta fumar, qué le vamos a hacer, me acostumbré a fumar poco porque en casa no me dejan hacerlo, de hecho puedo decirte los que fumo al día, tres en los paseos con la perra y uno cuando voy a por las niñas al cole.
EliminarLuego claro, en ocasiones especiales me paso :D, cuando hay partida al mus y eso, ahí caen ocho en una sentada.
Para mí eso sería mucho más complicado que haberlo dejado. Al día siguiente de haberme echado ocho en la partida de mus los incorporaría a la rutina diaria.
EliminarMuy bueno Macondo! Por la mitad o así pensaba que hablabas del fútbol. Demasiado evidente.
ResponderEliminarY yo.... pues creo que ya sabes perfectamente como llevo lo de mi divorcio....fatal!! Pensando cada dos por tres en echar una canita al aire pero no. Pienso en el daño que me hizo, en el tiempo que me robo y me sigo manteniendo firme. Espero aguantar sin volver a "filtear" con él por lo menos los veinte años que has durado tú. Luego ya veremos....
Besos
Lo que he dicho sobre que me gustaría volver en mis últimos años es lo menos cierto del relato, aunque a veces lo piense. Solamente si tuviera una grave enfermedad irreversible. Mi padre también lo decía y luego no lo hizo. Mantente firme y, como decía más arriba, no le hagas ninguna concesión porque recaerás. No te creas nunca que lo tienes superado.
EliminarBesos.
Ya lo sé. Somos como los alcohólicos, que siempre lo serán.
EliminarNosotros también seremos fumadores aunque no lo volvamos a hacer nunca.
Más besos
Te estaba viendo venir... te estaba viendo venir, ja ja ja eres tremendo.
ResponderEliminarMuy bien escrito, y es que es así la relación cuando tenemos total dependencia de alguna adicción, yo la viví hace dos años y medio y todavía la echo de menos.
Y también pienso que cuando ya tenga todos los achaques del mundo y no tenga miedo a tener algo más, volveré a hacerlo, volveré a besar muchas..."boquillas".
Besos.
De momento aguanta como una campeona, que para llegar a eso de los achaques falta por lo menos un siglo.
EliminarBesos.
Como parecía claro que había truco, era necesario escojerla, y yo me tiré de cabeza a la piscina por la pelota (el balón de fútbol), así que cxuéntame entre los engañados.
ResponderEliminarPara que luego digas...
Un abrazo, maestro.
¿Ha visto cómo nos has contagiado a todos la ilusión por hacer alterfinesadas?
EliminarÉsta es mucho más previsible que las tuyas. De hecho estabas en la pista, aunque al final te hayas decantado por la del fútbol.
Un abrazo.
Que bien me engañaste!!!!
ResponderEliminarPensé que que hablabas de una pareja desdichada,obligada por la inercia a comprometerse a{un teniendo una relaci{on muy insatisfactoria...
Por suerte lo del tabaco deja huellas en el cuerpo pero no en el corazón ni en la mente.
Seguro que podrán reencontrarse y terminar juntos!
Saludos y te felicito por el ingenio!
Tenía mis dudas de que no resultara demasiado evidente. Me alegra haberte sorprendido.
EliminarGracias por comentar.
Saludos.
Jopé, ¡qué thriller, qué thriller! Me tenías el alma en vilo, he caído como una ingenua (romántica ingenua debo añadir). Me decía: "¿Una mujer? ¿El fútbol? ¿Un compañero del fútbol?!!!! Qué no, qué no, que parece que al final es una mujer" y, bah, resulta que es la puñetera cajetilla de tabaco.
ResponderEliminarSoy una lela (romántica lela debo añadir), pero... me gustas.
Si es que Dios las cría y ellas se juntan. Tanto monta, monta tanto, Pilar como Inmaculada. Dos de mis niñas predilectas desencantadas, porque la cosa no termina con la boda de la campesina con el príncipe. Ya haré una corintelladesca.
EliminarTú a mí tambíén me gustas, hermosa. Y de lela más bien nada: femenina y romántica.
Besos.
No lo he visto venir ni de lejos, muy bueno. Yo que estaba sufriendo por ti...
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por el sufrimiento. Ya ves que no había motivo. ;)
EliminarSaludos.
¡Qué sorprendente final! y yo que estaba casi dejándote mi hombro para que te desahogaras.
ResponderEliminarMuy bueno, ¡extraordinario!
Un abrazo:)
Muchas gracias, Pilar, por tu generoso juicio y por tu reconfortante hombro. Y muchas felicidades, porque mañana es el día de tu santo.
EliminarUn abrazo.
Si, definitivamente hay amores complicados.
ResponderEliminaren eso ando justamenfe ahora.
muy bueno
carlos
Tengo argumentos para decirte que se puede. Más de tres cajetillas diarias me fumaba y conseguí dejarlo. Aquí te dejo mi experiencia y mis consejos:
Eliminarhttp://bitacorademacondo.blogspot.com.es/2012/02/mi-decalogo-para-dejar-de-fumar.html
Un abrazo, Carlos.
Tout est dans la chute, bravo!
ResponderEliminarDans la chute?
EliminarUps nos has engañado jajajajaja yo que pensaba que te referías a una relación de pareja y... Jajaja que bueno el final cómo me has sorprendido.
ResponderEliminarTe diré que yo hace años fumaba como una colacha, era una viciosa empedernida, pero dejé el tabaco de un dia a otro, de forma radical, así como te lo digo, sustituí tabaco por regalices y caramelos sin azúcar, y ha sido la mejor decisión de mi vida .
Un placer leerte desde otro prisma. Me ha encantado
Un beso.
Yo también era fumador y de tres paquetes diarios.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un beso.
Hasta el mismísimo final me has tenido en ascuas y pensando en varias opciones excepto esta, jeje. He oído a bastantes ex fumadores decir lo mismo: "cuando sea viejo volveré a fumar, total ya me quedarán pocos años de vida y ya no tendrá tiempo de hacerme daño". Yo fui uno de ellos, pero ya he desistido de cualquier tipo de reconciliación, jajaja.
ResponderEliminarUn relato muy original y muy bien concebido y narrado.
Un abrazo.
Yo también fui fumador empedernido, pero hace a 25 años que lo dejé. Pasado ese tiempo, todavía no me atrevo a fumar un cigarro porque estoy seguro de que volvería a caer.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Muy bueno buenísimo, pero yo conociéndote un poco ya me imaginaba que al final del relato le darías un vuelco impresionante, pero por supuesto siempre te queda la duda. El tabaco está claro que mata, yo fumo, y nunca me he planteado en serio dejarlo, porque creo que con tabaco y sin él, cada uno ya tenemos marcado nuestro destino final. Aunque por supuesto si fumas, tienes más opciones de que enfermes y la casques antes.
ResponderEliminarAbrazo Macondo
Lo de dejar es decisión muy personal. Yo respeto mucho al fumador, porque lo he sido. Me cabrean mucho los que no quieren que nadie fume porque ellos lo han dejado. Lo que sí puedo decirte es que se puede dejar si te lo propones con un poco de seriedad.
EliminarUn abrazo.
Jajajaja. Muy bueno!! Yo aún no he abandonado a ese amante. No sé si lo haré alguna vez. Por cierto, qué nostalgia me ha entrado leyendo los comentarios, de tanta gente que ya no escribe y a la que me encantaba leer... Se me va a escapar una lagrimita y todo. Besotes!!!
ResponderEliminarEl la segunda reedición que hago de entradas antiguas y me ha sucedido lo mismo al releer los comentarios de hace casi seis años. El primero nada menos que de Miguel. Se llegó a formar una entrañable familia.
EliminarBesos.
Chema muy bien llevado ese juego con el lector haciéndonos creer lo que no era, aunque hacía el final si me permites decirlo sí que he tenido alguna sospecha de por dónde podría ir, igual es porque soy una ex de más de 26 años.
ResponderEliminarDicen que lo peor de dejar el tabaco es ese saber que ha de ser para siempre, porque un bajón puede llevar a una recaída y por si acaso mejor no acercarse. He visto muchos que han empezado con un purito o un pitillo de tanto en tanto y vuelven a estar muy pillados, son adicciones y por tanto difíciles de controlar.
Besos
Yo al principio sustituí el "para siempre" —que, como dices, causa un terrible respeto— por un "hasta que aguante". Aún llevando 25 años de ex soy consciente de que si me fumara un cigarro estaría corriendo un gravísimo peligro de tirarlo todo por la borda. Los puros de las bodas fueron terroríficos para personas que llevaban años sin fumar.
EliminarBesos.
Espero que de aquí no mucho el tabaco haya sido erradicado.
ResponderEliminarSupongo que eso ocurrirá, quizás más pronto de lo que imaginamos.
Saludos.
Sigue habiendo mucho intereses creados, pero la verdad es que se ha avanzado mucho en la mentalización de la gente.
EliminarSaludos.
Me he quedado impresionada. Has llevado el relato con mucha maestría, hasta el final pensé que se trataba de una relación sentimental.
ResponderEliminarUn fumador sabe siempre que no puede volver a coger un cigarrillo nunca. Si lo hiciera, detrás de ese vendrían veinte más y no vale la pena.
Un beso y buen fin de semana.
Muchas gracias.
EliminarYo hace 25 años que lo dejé y en todo este tiempo solo he osado a fumarme uno y fue por cumplir una palabra. Como yo siempre había fumado negro procuré que fuera rubio. Me supo fatal, pero me quedé con esa sensación de que estaba jugando peligrosamente con fuego.
Un beso y buen fin de semana también para ti.
Mejor no volver con él...
ResponderEliminarBuen fin de semana,besos.
Mejor.
EliminarBuen fin de semana.
Besos.
Muy buen relato Macondo, la verdad es que me tenías completamente despistada sobre cual sería el final.
ResponderEliminarYo llevo tres meses sin y no veas como le echo de menos jajajaja
Un besazo
Gracias, Carmela.
EliminarYa has pasado lo peor. Mucho ánimo.
Un beso.
Hay ciertos amores que vuelven porque no puede ser de otra forma.
ResponderEliminarHermoso texto.
Besitos y feliz fin de semana.
Gracias, Nieves.
EliminarFeliz fin de semana también para ti.
Al principio pense en una ruptura sentimental, mas luego pense en la pelota con la cual nos encariñamos cuando eramos niños y nos dolia separnos de ella y de la calle.
ResponderEliminarAbrazos
Al final ni una cosa ni la otra.
EliminarUn abrazo.
Yo, como casi todos, creí que iba de una relación de pareja, aunque, conociéndote, lo dudaba, pero ni por asomo me esperaba el final que lo cambia todo. Porque sin él te hubiera quedado un texto limpio y bien escrito, pero con esta guinda has conseguido hacerlo genial. Has plasmado en ese verbo “necesitar” todo el “mono” que un adicto puede experimentar por su “droga”, y en ese deseo postrero de esos últimos días junto al cigarrillo revelas todo un anhelo de felicidad. Aplaudo tu relato enormemente.
ResponderEliminarUna fumadora (o casi).
Podría decirse que el relato es autobiográfico. Cuando lo escribí iba para 2o años que había dejado de fumar y ahora voy a cumplir 25. Era fumador de más de tres paquetes diarios. La idea de volver al final de la vida sé que es frecuente en muchos que lo han dejado, aunque yo jamás he pensado en eso.
EliminarBesos.
¡Lo. Sabía! Tú no escribes historias románticas. Intuía pudiera ser un balón pero nunca una mujer. No te imagino enamorado o atado a alguien.
ResponderEliminarBesos Chema
Me conoces muy bien y eres demasiado lista para mí, pero tampoco me consideres un bicho tan raro que es incapaz de enamorarse.
EliminarBesos, chamaca.
jajaja Párrafo a párrafo iba presintiendo que algo extraño había en todo este asunto.
ResponderEliminarEstá buenísimo Macondo, muy bien llevado el relato. Gracias por la reedición.
Ya lo dice el tango: veinte años no es nada.
Abrazo!
Fíjate si no es nada que yo llevo ya veinticinco y aún no me atrevo a darle una calada a un cigarro.
EliminarGracias, Frodo.
Un abrazo.
Jo, qué corte! :D Lo cual quiere decir que el relato funciona muy bien.
ResponderEliminarGracias, Ángeles.
EliminarBuenísimo Chema, está genial, el final me desconcertó totalmente, me imaginaba una relación sentimental y mira por donde cual era la relación....
ResponderEliminarLa narración de toda la trama es perfecta para el despiste,no escatimas detalles que llevan al lector hacia pensamientos equivocados.
Te mereces un diez y un montón de aplausos.
Besos
Puri
De eso se trataba, de jugar al despiste.
EliminarMuchas gracias, Puri.
Besos.
Los vicios necesitan de la fidelidad de quien los contrae.
ResponderEliminarMagnífico relato, Macondo.
Un beso.
Gracias, Ilduara.
EliminarUn beso.
Como relato con ese final inesperado, magnífico.
ResponderEliminarYo llevo casi diez años sin olerlo, lo único que me duele es haber malgastado salud y dinero durante muchos años.
Un abrazo.
A lo hecho, pecho. Lo importante es que no caigas en la tentación de jugar con fuego pensando que lo tienes superado. Ni un cigarro.
EliminarGracias.
Un abrazo.
Por favor que alguien la diga a la Felicia que lea hasta el final, la cosa es que me temía que ibas a salir con alguna "cosilla" pero lo has bordado, jajajajaa.
ResponderEliminarBesines utópicos, Irma.-
Ya he borrado todos los mensajes de la cansina esa.
EliminarGracias, Irma.
Besos.
Buenísimo. Yo no lo he visto venir. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarGracias, Marta.
EliminarHola Macondo, me he quedado "flipada" con el final, muy bueno; ni me imagino que tipo de progenitores tiene el tabaco ¿rubios o morenos? jaja, será porque nunca fumé, eso tiene que ser, soy tan ajena a ese tipo de dependencia... está claro que no es muy saludable jeje. Bravo por esos 25 años envueltos en papel de plata. Saludos nos vemos en el tintero.
ResponderEliminarGracias, Emerencia. Nos vemos en EL TINTERO. No entro todavía a leer el tuyo, porque prefiero hacerlo con todos seguidos.
EliminarSaludos.
Pocas relaciones habrá que sean más adictivas,y fatales, a la larga, por lo que 20 años de separación supone una gran fuerza de voluntad por parte del "amante" para prescindir de su peligrosa "amada".
ResponderEliminarHas construido una historia con un final inesperado que nos arranca una sonrisa y un gesto de asombro. Releemos la historia y comprobamos que todo encaja. Este tipo de relatos se cuentan entre mis favoritos, tengo escritos unos cuantos por el estilo.
Suerte en el concurso de El Tintero.
Saludos cordiales, Macondo.
Muchas gracias por tus palabras, Paco.
EliminarEn unos días entraré a leer tu relato participante, pues quiero hacerlo con todos al mismo tiempo.
Muchas gracias.
Saludos.
Muy buen relato, Macondo. Es la primera vez que te leo y me has dejado sorprendida, en principio pensé que la ruptura era con una mujer, luego comencé a dudar pero para nada esperaba ese final. Te deseo mucha suerte en El Tintero!! Allí nos veremos. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y buenos deseos, Pilar.
EliminarEn unos días leo tu relato participante, pues quiero cogerlos todos juntos.
Un saludo.
Muy bueno Macondo y mucha dependencia deja el amigo que mucha gente se engancha y no lo puede dejar hasta que a veces mata.¡Suerte en el concurso! Un abrazo
ResponderEliminarYo pasaba de tres paquetes todos los días y por eso lo dejé. Pensé que más tarde o más pronto podía pasarme factura.
EliminarMucha suerte a ti también en el concurso.
Un abrazo, Pilar.
Supongo que ninguno de los que te hemos leído pudimos resistir la tentación de leerlo de nuevo para comprobar si ese vuelco final inesperado era consistente con todo el relato. Y lo es, ciertamente. Es curioso comprobar como nos hacemos una idea de las cosas aunque no hay nada en el texto lo suficientemente explícito para ello. A medida que iba leyendo supuse que habría sorpresa final pero no me esperaba eso. Te deseo mucha suerte en el Tintero de Oro. Un saludo.
ResponderEliminarMe alegra que el relato haya soportado tu segunda lectura encontrándole consistencia.
EliminarMucha suerte también para ti en el Tintero de Oro.
Un saludo.
Buen relato. Yo también llevé una relación larga y asfixiante de 20 años con el tabaco y conseguí dejarlo con la acupuntura. Lo recomiendo, a mí al menos me funcionó.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Yo me ayudé con el chicle de nicotina —entonces todavía no se comercializaban los parches— y también tengo que reconocer que me ayudaron bastante. Entonces mi di cuenta de que era un drogadicto.
EliminarSaludos, Borgo.
Hola.
ResponderEliminarQué bueno, me ha encantado y sorprendido.
Por desgracia todas las muertes recientes de mi familia han sido consecuencia del tabaco, yo fumaba caso dos paquetes al día y lo dejé de un día para otro y he ganado en todo; salud, dinero y conciencia tranquila.Un abrazo.
Cuando yo dejé un paquete de Ducados valía 85 pesetas (medio euro). Al precio de hoy hubiera tenido que hacer horas extraordinarias, porque me fumaba más de tres paquetes diarios.
EliminarUn abrazo.
¡Hola! ¿sabes qué eres tú? un sinvergüenza, eso eres..Leía, casi de prisa, y pensaba ¿adónde va? Y ahora en serio, me ha gustado mucho, llevas al lector hasta un final muy sorprendente. Te felicito. Y no fumes, que es de verdad, sin vueltas muy malo. (Aunque esto no se debe decir nunca) Te dejo un abrazo compañero.
ResponderEliminarEl relato es casi autobiográfico, pero en lo que no he pensado nunca es en volver.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Hola Macondo ,por un momento pensé que era que dejaba de jugar al futbol por una chica , pero veo que me columpie , jajajaj era la cajetilla de tabaco , ahora mira tu si son bordes , que dicen que el cigarrillo electrónico , es más perjudicial que el tradicional de toda la vida , y la verdad es que no saben como fastidiar al consumidor , muy bueno tu relato , te deseo una feliz tarde besos de flor.
ResponderEliminarMi experiencia me dice que es mucho más difícil reducir la dosis que dejarlo del todo. Lo primero te sirve de escusa durante un corto periodo de tiempo hasta que te pilla un día destarifado y vuelves a las andadas.
EliminarMuchas gracias, Flor.
Besos.
Te puedo hacer una pregunta , ¿ Hace días que no te veo entre mis seguidores , y la verdad es que no se si es cosa de blogger que esta haciendo limpieza , de seguidores por tener diferentes cuentas de google + ya que hace cosa de un mes vengo mirando que unos días tengo 188 y otros 200 seguidores , no es por nada pero este baile de que me llevan con los seguidores pues la verdad es que no me hace mucha gracia , tú sabes algo ? gracias por todo y espero que no te haya incomodado esta pregunta , te deseo una feliz noche besos de Flor.
EliminarComo no llevo mucho control no estoy puesto de seguidor en los blogs de todas las personas a las que sigo, por lo que no recuerdo si estaba y me han quitado o no estaba. Ahora sí que me he puesto. No sé si tendrá algo que ver con lo de la protección de datos. Creo que a mí no me ha cambiado el número de seguidores, si te sirve de referencia.
EliminarBesos.
Me atrapé de entrada y no imaginaba el final.Muy buen relato.Hay que vencer las adicciones...no son convenientes.Mucha suerte en el concurso!Abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Graciela.
EliminarMuchas suerte también para ti en el concurso si te presentas. No he leído todavía ningún relato de los participantes, porque lo haré cuando los tenga todos.
Un abrazo.
Me ha entretenido tu relato, Macondo, y gratamente. Como muchos, lo he releído y he visto la maestría con la que eliges las palabras para no revelar el sentido del texto, sino hasta el final. Mucha suerte en el concurso del tintero!!
ResponderEliminarAriel
Muchísimas gracias, R. Ariel.
EliminarEspero que tú también tengas mucha suerte en el concurso.
Ya me intuía un algo made in Macondo :)
ResponderEliminarCon la pelota o algo por el estilo.
Genial como siempre.
Un abrazo.
Muchas gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Gracias, Macondo, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminarLas gracias a ti por la organización y por ofrecerme la posibilidad de participar.
EliminarUn abrazo, David.
Muy bueno lo tuyo Macondo. Un divorcio en toda regla. Creí en todo momento que hablabas de una larga relación, aunque sí que formabais una pareja estable. Que nos has engañado Macondo.
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que te leo, suerte en el Tintero compañero.
Ojalá vuelvas más veces por aquí, Tara.
EliminarMuchas gracias por tus buenos deseos. Si participas, te deseo también lo mejor en EL TINTERO. Cuando David publique la lista completa, me pasaré por el blog para leer todos los relatos juntos.
Me tienen castigada sin participar en esta edición ;( pero supongo que en la lista de David añadirán mi relato de exhibición.
EliminarHasta pronto Macondo.
No me había dado cuenta de que eras nuestro flamante Tintero de Plata, discúlpame. De haber sabido que venías me hubiera puesto el traje. Bendito castigo ese tuyo de no poder participar en esta edición.
EliminarHasta la vista.
Has descrito muy bien el proceso de una relación. Desde el inicio, ese tonteo adolescente, el enamoramiento, los inconvenientes de la convivencia, la dependencia y la añoranza tras la separación.
ResponderEliminarUna relación romántica que bien puede darse con el tabaco, pues muchos aman más a su cajetilla de cigarrillos que a su pareja.
Muy buen giro final y una manera estupenda de hacernos ver qué es el tabaquismo.
Suerte en el Tintero. Aprovecho la visita para quedarme por aquí.
Un saludo.
Bienvenido y muchas gracias por quedarte.
EliminarMucha suerte también para ti en el Tintero, si participas. Todavía no he leído nada.
Un saludo.
Como a muchos otros lectores, me has pillado.
ResponderEliminarLo mejor que puede hacer es olvidarse de "volver", con o sin complejos.
Mucha suerte en el Tintero.
Besos
No llevo idea de volver, desde luego. Después de 25 años sería un poco cantamañanas.
EliminarMucha suerte para ti también en El Tintero, si participas. A partir de mañana empezará la lectura.
Besos, Chelo.
Muchas gracias, Julio David.
ResponderEliminarSi tú también te presentas, mucha suerte también para ti.
Un abrazo.
Jejejeje. Es lo primero que leo tuyo (llego de la mano de David y su Tintero de Oro) pero desde ya vas a la carpeta de “tramposos”. Que forma de jugar con nosotros! 😉
ResponderEliminarUn saludo, nos leemos en la ceremonia!
Menos mal que no se pueden dar votos negativos, porque me ibas a restar de los pocos positivos que me vayan a dar.
EliminarMucha suerte en EL TINTERO.
Un saludo.
Muy bueno este jueguecito que te has marcado con los lectores hasta el final.
ResponderEliminarCreo que hay relaciones que por perjudiciales habría que cortar por lo sano...Y yo pensando que escribías sobre otro tipo de amores.
Un saludo y suerte.
Yo tuve ese tipo de relaciones y muy apasionadas durante unos años, pero hace ya 25 años que recapacité y rompí.
EliminarUn saludo y suerte también para ti.
Jajajajajaja!!! Las adicciones, siempre entre el amor y el odio.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, David.
EliminarSuerte en EL TINTERO.
Un saludo.
Muy bueno, Macondo.
ResponderEliminarYo también intuía que no hablabas de una pareja, pero el final totalmente sorprendente. Enhorabuena.
Un abrazo
Muchas gracias, Ana.
EliminarSuerte en EL TINTERO.
Un abrazo.
Hola, Macondo
ResponderEliminarCaí redonda, no me esperaba ese magnífico y sorprendente giro argumental. Pense que ra un divorcio si, pero jamás imaginé que fuese con una cajetilla de cigarros! Me encanto, genial aporte. Suerte en el tintero!
Hola Yessy kan.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Suerte también para ti en EL TINTERO.
Hola, Macondo
ResponderEliminarHas escrito un relato para mi yo futuro. Cuando deje de fumar (espero que sea pronto) quizás añore, extrañe, eche de menos a esa cajetilla.
Y debo decir que me has tomado por sorpresa, no imaginé ese final. Brillante.
Un abrazo
No había visto tu comentario, Mirna. Disculpa el retraso.
EliminarSeguro que lo consigues. Te lo dice uno que lo hizo fumándose tres paquetes todos los días.
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.