Es asombrosa la sangre fría de Eva. Cualquiera de nosotros llevaría semanas dando el coñazo y ella acaba de decirnos, como de pasada, que mañana le hacen una sencilla operación en el brazo. "Me han dicho que va a durar menos de una hora". Se ha sorprendido de que le hiciéramos tantas preguntas y reído cuando hemos comentado que a todo el mundo —menos a ella, al parecer— le impresiona que le duerman, aunque solo sea por un rato. "Para esas tonterías no te duermen". Creo que todos hemos pensado que, aunque fuera con anestesia local, no dejaba de ser una intervención quirúrgica. Ha seguido quitándole importancia cuando nos ha dicho que no teníamos que ir a verla a ningún sitio, porque pensaba volver a continuación a casa y por su propio pie. Hemos escotado todos los colegas para que cuando regrese se encuentre nuestro cariño en forma de ramo de flores.
Cuando hemos llamado a su domicilio para interesarnos por cómo había ido todo, nos ha cogido ella misma el teléfono. Se nos ha descojonado al preguntarle si tenía ganas de visitas, respondiéndonos que pensaba acudir a tomar unas cañas con nosotros como todos los días. Cuando ha llegado la hemos recibido con una ovación. Nos ha agradecido las flores, pero también ha dicho que estábamos locos. Al empezar a arremangarse para enseñarnos el brazo, Ángel ha tenido que sentarse para no desmayarse. Nos hemos sentido ridículos cuando hemos visto que la sencilla operación era un 1+1=2 que le habían tatuado. Su vigésimo tatuaje. Ya podía estar tranquila la cabrona.
Cuando hemos llamado a su domicilio para interesarnos por cómo había ido todo, nos ha cogido ella misma el teléfono. Se nos ha descojonado al preguntarle si tenía ganas de visitas, respondiéndonos que pensaba acudir a tomar unas cañas con nosotros como todos los días. Cuando ha llegado la hemos recibido con una ovación. Nos ha agradecido las flores, pero también ha dicho que estábamos locos. Al empezar a arremangarse para enseñarnos el brazo, Ángel ha tenido que sentarse para no desmayarse. Nos hemos sentido ridículos cuando hemos visto que la sencilla operación era un 1+1=2 que le habían tatuado. Su vigésimo tatuaje. Ya podía estar tranquila la cabrona.
Jajajaja, me encanta!!!! Mi hija se va a hacer su primer tatuaje y en casa estamos con¡mo si la fueran a operar,jejejeje.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz finde.
Espero que se ponga algo más ocurrente que "1+1=2".
EliminarUn abrazo y buen finde también para ti.
Jajajajaja. De todos modos, dicen que duele. Odio los tatuajes, antes eran de macarras y ahora lo lleva todo Dios con orgullo. Jamás lo entenderé.
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana.
A mí tampoco me gustan, aunque ya los veo de otra manera. En la mili me sentía mal conmigo mismo porque cuando veía a alguien con un tatuaje (infrecuente entonces, como dices) instintivamente tomaba precauciones. Actualmente casi somos raros los que no los llevamos.
EliminarBesos y buen finde también para ti.
jajajaja por lo menos sabía sumar, jajaja. Yo tampoco soy de tatuajes, y creo que con el tiempo son una lacra.
ResponderEliminarBuen fin de semana, Macondo!!
Que sea muy bueno también para ti.
EliminarBesos.
La misma gente que se hace los tatuajes con tanta tranquilidad es la que cuando le van a poner una vacuna pregunta si le va a doler. Detesto los tatuajes, no comprendo que la gente se destroce la piel de esa manera y, además, ninguno piensa que cuando se hagan "viejitos", los tatuajes se arrugaran y se descolgarán y lo que antes era un águila se convertirá en un pajarraco desplumado.
ResponderEliminarBesos
Es muy posible además que al pajarraco desplumado se le haya cruzado en su camino una pajarraca desorejada y a la gente portadora de la imagen le gustaría podérselo quitar de ahí aunque fuera raspando con papel de lija.
EliminarBesos.
Jajajaja. Eso pasa por no preguntar... Besotes!!
ResponderEliminarLe preguntaron de todo, menos lo que interesaba.
EliminarBesos.
Jajaja no me gustan los tatuajes!
ResponderEliminarBesos =)))
A mí tampoco.
EliminarBesos.
Jo, qué corte me he llevado :D
ResponderEliminarAunque la operación tampoco es tan sencilla, eh? Yo sé de uno al que le preguntaron: "¿Uno + uno?" Y respondió: "¿Pero así, sin más pistas?" (pfff)
Aquí no hay cortes, solo pinchazos.
EliminarHay gente que discute ese resultado o por lo menos ofrece argumentos para demostrar que puede ser otro.
Jajaja, me gusto.
ResponderEliminarAbrazos
Me alegro, Chaly.
EliminarUn abrazo.
Ocurrente y divertido relato sobre una moda cada vez más en auge. Particularmente no me gustan, quizás por ser de una época en que este tipo de actuaciones sobre la propia piel, era cosa de gente carcelaria o como más tolerada la marítima. En cualquier caso no de gente "normal". Ahora, sobre todo en verano, con más carne a la vista, es un festival por ver quién lleva más y sorprendentes o curiosos.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya veo que entre los que entramos por aquí voy a tener complicado hacer un concurso de tatuajes. Quizá Holden pudiera ser mi salvación.
EliminarUn saludo, Alfred.
Vaya chasco, Macondo.
ResponderEliminarGran final.
Admiro tu sentido del humor.
Muchas gracias, Tecla.
EliminarJajajjajaja que pague ella la ronda de cañas!
ResponderEliminarNo me suelen gustar los tatuajes,sobre todo los grandes,pero bueno cada uno que haga con su cuerpo lo que quiera.
Yo no me pondría uno,de ningún tipo.
Besos.
Yo tampoco me pondría, pero es lo que tu dices: cada cual es muy dueño de hacer o que quiera con su cuerpo.
EliminarBesos.
¡¡¡Y yo que me creía que se había operado!!! Jajaja. ¡¡¡Qué final tan sorprendente!!! Me he quedado patidifusa.
ResponderEliminarMuy bueno, Macondo.
Besos.
Intervención era, pero de otro tipo.
EliminarGracias, Sara.
Besos.
jajajjajajaja
ResponderEliminarLa cuestión cuando te leo... sé que va a haber algo al final... Y me tienta leer el final primero. Pero no lo hago. Porque me atrapas desde el principio... jajaja
Por eso suelo escribir corto, para que no caigas en la tentación.
EliminarBesos.
Supongo que semejante tatuaje habrá salido menos que el resultado del mismo. Es una porquería; no así el relato, por supuesto.
ResponderEliminarSaludos.
¿Menos... ?
EliminarSaludos.
Jajajajaja, me habías asustado.
ResponderEliminarYa habías pensado que me la cargaba o poco menos.
Eliminarjajajajaja
ResponderEliminar;-)
EliminarMuy buena !
ResponderEliminarGracias, Manouche.
Eliminarjajajjaaj.. para mucha gente una sencilla operación como 1+1=2 ... no es tan sencilla!! jajajajjaja..
ResponderEliminarAlgunos se han empeñado en demostrar que la respuesta no es correcta.
EliminarBesos.
Sí, señor. Una operación y, por los antecedentes, una adicción.
ResponderEliminarSaludos.
Adicción a la adición.
EliminarSaludos.
Que buena XD!!!
ResponderEliminarEs increíble las precauciones que se deberían tomar a la hora de hacerse un tatuaje
Entre otras muchísimas cosas, está el típico 'scratcher' que tatúa a bajo precio sin tener preparación y sin cumplir las normas higiénicas necesarias y puede ser peligrosísimo para la piel y por supuesto para la salud.
No me gustan los tatuajes. Bueno...si, me hice uno (me hicieron) un pequeñita y preciosa violeta, pero con Hena,
e incluso estos, pueden no ser tan inofensivos como creemos.
El problema es que este ingrediente contiene un componente químico llamado
p-fenilendiamina que, en muchos países, su uso en productos cosméticos que se aplican sobre la piel es ilegal. Por ello, en muchas personas, los tatuajes de henna pueden ocasionar:
Ampollas, enrojecimiento,sensibilidad a la luz solar
lesiones exudativas...
Me pasé, he tomado tu blog por asalto:):):)
Tu trabajo fabuloso como siempre.
Besicos Chema.
Tú en mi casa nunca te pasas, porque es la tuya. Además, enriqueces mis entradas con tus comentarios.
EliminarBesicos.
Jajajaja, hoy pensaba que no lo ibas a conseguir y mira, al final, sí, otra vez.
ResponderEliminarSaludos.
Pues me alegro. Gracias.
EliminarSaludos.
Yo le hago comer las flores, sin sal ni pimienta ni nada, y sin son rosas, ni le quito las espinas, por cabrona...
ResponderEliminarJejejejeje! Qué bueno, por favor!
Abrazos, amigo.
La chica no mintió. Quizá el problema fuera que no le preguntaron.
EliminarGracias, Alfredo.
Un abrazo.
jajaja,muy bueno, y tanto que era sencilla la operación
ResponderEliminarBesos
Ya lo decía Eva, pero no le hicieron mucho caso.
EliminarBesos.
Quede constancia de tu apoyo a Eva.
ResponderEliminarAl menos en esas operaciones la marca es algo más bella aun siendo un 1+1=2. Me gustaría encontrarme algún día al que me operó de apendicitis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Igual creyó que era una cesárea.
EliminarUn abrazo.
Habeis pecado de buena fe, que sin duda es uno de los pecados que se castigan de modo mas benevolo...
ResponderEliminarUn abrazo
Con el purgatorio como mucho, ¿no?
EliminarUn abrazo.
menos mal, me estaba dando un poco de chucho...
ResponderEliminarsaludos
¿Te habías creído que me la cargaba?
EliminarSaludos.
jajajajajajajajajaaja si es que si a alguno se le hubiera ocurrido preguntar....
ResponderEliminarBesines
Eso digo yo.
EliminarBesicos.
A mi me pasa algo curioso con ellos, me gustan en otras personas.
ResponderEliminarHace poco acompañe a una amiga a hacerse uno y no podía dejar de mirar un enorme ojo en la nuca del tatuador. Llegué hasta a disculparme: "disculpa, me llama la atención" a lo que respondí dió" jajaja, eso , nha wuedé con un amigo y le dije algo en la nuca venga ...no pensé que lo haría tan grande el cabrón".
Fascinante.
Mi abrazo
La verdad es que yo nunca me haría uno, pero cada cual tiene sus gustos.
EliminarUn abrazo.
Pensé que hablabas de una Eva que conozco, ya vi que no.
ResponderEliminarBeso Chema
Efectivamente elegí ese nombre como podía haber puesto cualquier otro. No está relacionado con ninguna persona real.
EliminarBesos, Flor de María.
Muy buena esa intriga con la operación, claro que Eva estaba tranquila aunque bien pensando, no sé yo si esto de los tatuajes, también es doloroso. Y los otros pecaron de ingenuos, que ¡¡¡preguntar es gratis!!!
ResponderEliminarUn saludo
Entre que no tenían que anestesiarla y que llevaba veinte tatuajes, nervios debía tener pocos.
EliminarUn saludo, Conxita.
Esta vez me has pillado aún más de sorpresa que lo que sueles hacer. Y mira que contigo estamos avisados, que juegas con las palabras y por extensión con nosotros... pero nada, esta vez me has pillado fuera de juego totalmente.
ResponderEliminarMuy buena la operación, la tuya y la de Eva. Creo que tras leerte me he quedado tan sorprendida como sus colegas :)
BEsazos.
La chica no había mentido para nada, lo que pasa que no se pueden dar las cosas por supuestas.
EliminarGracias.
Besos.
Nunca he sentido miedo por operación alguna, jamás me han producido aversión y voy a ellas -pues me han hecho varias, más de las que se imaginan- como quién va al teatro; aunque sin teatro, claro. No entiendo, aunque comprendo por otro lado, el porqué de la gente hacia las operaciones y luego, algunos/as, se hacen tatuajes a millón y dólar y se comen una mierda al llegar a casa y ver la nevera a medio vaciar. Conozco decenas de casos.
ResponderEliminarSí, dibujo y esculpo, y al igual que a mi maestro no nos gustan los tatuajes en propio cuerpo pero hacemos dibujos para que otros los lleven y aunque la principio son originales, luego el tatuador se los apropia y los generaliza haciendo que el genuino pierda valor y su dueño ganas de borrarlo. Son como los que venden droga y no consumen, tipos listos. Pero no somos tatuadores, ni por asomo. No nos gustan y además montamos en motos de esas "custom"...con melenas, cuando no los llevamos cortos; ni somos gordos, ni de centros-derechas, ni otras gaitas...Disfruto con lo que veo y te cuento:
Cuando era niño veía como al puerto llegaban ellos, los marineros, con según qué tatuaje allí por qué cabo hubieren hecho cabotaje o bien qué tormenta pasado y airosos atracando luego se tatuaban esto o aquello y un par de anclas, facas, "samaniegos" y demás desaciertos.
Luego, durante la milicia, de la que fui profesor y ametrallador medio, saltador del aire y aterrizador de golpes en labrados, vi que muchos a los que tuve que recoger en el meco para licenciar llevaban si no tres puntos entre las manos o bien aquellos del amor de sus madres y otras vainas que si hoy vieran estos cómo se ponían a pelo descubierto de cuando las noches toledanas y por compañía unas claras y blancas lunas hasta que caían rendidos de desmayo en los patios de la vergüenza; de aquella maldita vergüenza (dictadura y guerra) que bien finalizado los ochenta aún dejó posos de mierda (y pozos también) en esta puta transición en la que vi desertores de todo tipo.
Cuánta tontería hay alrededor de los tatuajes -que como dicen otros, son modas propias de otras eras y países- si se fijaran que vi algunos como se escarificaban sin colores, ni sepias, ni negros y luego se desmayaban con las agujas de donar...
Nunca he sentido miedo ante las operaciones, ni tampoco me han acompañado nunca a ellas; sí luego, para llevarme a casa bien porque no hubiera podido hacerlo por mi propio pie y eso es lo que agradezco. Un ejemplo: En una de ésas me pedían que me acompañara alguien y que debía estar presente; yo como no tenía a nadie, dije que había venido pero que estaba en el retrete. Mientras preparaban todo volvieron a preguntar por ello y como no tenía posibilidad de demostrarlo, hablé con un chico que me encontré cerca y éste me valió de escusa. Ya operado me preguntaron dónde estaba mi acompañante y les dije que andaba mal del estómago y, nuevamente, en el retrete...cagando. Me recuperé al poco tiempo y me subieron a planta y allí se dieron cuenta que no había nadie ni con flores ni sin ellas; luego mosqueados me preguntaron qué. Mi respuesta fue sencilla: Si nos dejáramos de traer gente inexperta y molesta a los hospitales para cuidarnos los gerentes de los mismos contratarían más personal especializado para esas labores y, además, habría mucho más silencio y estaríamos más hechos a la razón y al desgraciado sufrimiento...cuando no hay más remedio...
ResponderEliminarHay tatuajes para todo y para todos los gustos...y todos son, por desgracia, hasta nuevo aviso de los más modernos, permanentes e incompletos; de ahí que muchos se enfrascan en añadir cada día uno más a su maltrecha piel por una actitud mal entendida.
Un excelente relato el suyo...
PD: Cuánta tontería hay con esto de los tatuajes, tanto como con los móviles. Pues si antes era circo, toros y fútbol y variedades; ahora el asunto individualizado se extiende de globalizándose de forma virtual.
Moraleja:
Podría ser el fin de esta humanidad y si llegara el caso espero que los primeros en caer fueran los curas, los militares y además los políticos, claro
(Por favor, si es tan amable, borre, luego este desdoblado comentario mío)
Un abrazo