Refranuevo (34)

Imagen original tomada de internet

Reinvención de sentencias del refranero tradicional



En martes, ni te cases ni te embarques.
Una vez pasado el martes puedes embarcar si quieres, pero tampoco te cases.

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El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Un acomodador es como el tiempo, que pone a cada uno en su sitio.

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Juego y bebida, casa perdida.
Si no quieres propasarte, juega para divertirte y bebe para hidratarte.

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Éramos pocos y parió la abuela.
En casa del pobre, sale el niño alérgico al hambre.

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Entre dos que se quieren, con uno que coma basta.
Entre dos que se quieren, con uno que coma basta… pero no siempre el mismo.

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En boca cerrada, no entran moscas.
Pasado un año completo, alguien nos dijo que el mudo simplemente era discreto.

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De los tuyos hablarás, pero no oirás.
Quien llame puta a la puta de mi hermana, saldrá volando por la ventana.

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Refranuevo (33)

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 Reinvención de sentencias del refranero tradicional



El que busca, halla.
El que busca haya no halla, salvo que vaya a un hayal.

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El necio es atrevido y el sabio comedido.
A duras penas el bachillerato ha sacado y en una ingeniería se ha matriculado.

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El tiempo cura al enfermo, pero no el ungüento.
El tiempo mejor te cura si la química le ayuda.

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Es mejor un buen rumor que una mala noticia.
Se rumorea que un ciudadano de Zaragoza ha avistado un ciclista circulando por el carril bici.

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En comunidad, no muestres tu habilidad.
Si comentas que te haces la renta, no te caerán menos de cuarenta.

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El huésped y el pez, a los tres días hieden.
Invitado en casa y de más de dos días, capaz de quejarse de colchón y comidas.

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En casa del herrero, cuchillo de palo.
En casa del cura, ladillas.

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Refranuevo (32)

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Reinvención de sentencias del refranero tradicional



El perro del hortelano, que ni come ni deja comer.
Rarezas del viejo don Apolinar, que a su mujer no contenta ni la deja contentar.

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El burro delante, para que no se espante.
El que su importancia reivindica, es porque tiene poquica.

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El que por mentiroso es tenido, aunque diga la verdad no es creído.
Saludó el embustero con "buen día" y se asomaron a ver si llovía.

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De los escarmentados nacen los avisados.
Como el dinero que ganó se gastó, escarmentó y nunca más trabajó.

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El mejor escribano echa un borrón.
El mejor amante da un gatillazo.

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El que en sí confía, yerra cada día.
Aprende a distinguir la diferencia entre confianza en ti mismo y prepotencia.

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El exceso de virtud es defecto.
Tanto la respetaba, que poniéndosele en cueros tampoco la interpretaba.

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Refranuevo (31)

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Reinvención de sentencias del refranero tradicional



El comer y el rascar, todo es empezar.
El leer, como el escribir, no es sólo aprender, sino seguir.

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El buey sin cencerro, piérdese presto.
Si lo que tienes no está bien atado, ir a buscar más resulta alocado.

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El hambre agudiza el ingenio.
Como hambre tenía, se comió una langosta para ver si valía.

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De enamorado a loco va muy poco.
De indiferente a enamorado va lo que de prudente a chiflado.

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El peligro pasado, el voto olvidado.
De “te ofrezco si me ayudas” a “si te he visto no me acuerdo”.

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El que la hace la paga.
El que la hace la vende y el que la compra la paga.

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El que la sigue la consigue.
Si por un tozudo maño eres pretendida, date por vencida.

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Refranuevo (30)

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Reinvención de sentencias del refranero tradicional



El que tuvo, retuvo.
Cumplió el dandi ochenta y cinco; a las compis de su resi, al verlo aún les da un respingo.

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El buen saber es callar, hasta ser tiempo de hablar.
Si el cuerpo te pide hablar muérdete la lengua, para decir las cosas cuando convenga.

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El fruto prohibido es el más apetecido.
Pudiendo hacerlo con Eva, le apeteció lo prohibido y se tiró a la culebra.

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Donde hay saca y no pon, pronto se acaba el bolsón.
Ya era adulto cuando un día, descubrió que en la despensa si no metes se vacía.

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El lobo muda el pelo, mas no el celo.
Con menos dientes y más encogido, pero igual de malnacido.

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El que algo quiere algo le cuesta.
Ya que no estás a su altura, por lo menos dúchate.

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Aún no somos y ya pringamos.
Tiene futuro en el partido: ya pide teta y aún no ha nacido.

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Refranuevo (29)

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Reinvención de sentencias del  refranero tradicional



El casamiento y el melón, por ventura son.
El melón conoces tocándole el culo; para el casamiento, eso no es seguro.

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El buen paño, en el arca se vende.
Si vendes bueno a precio de regular, puedes ahorrarte la publicidad.

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El fin justifica los medios.
A quien por lograr un fin cualquier medio justifica, no te le pongas delante porque igual te crucifica.

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Donde las dan, las toman.
No te quejes porque a quien has estafado, con billetes falsos te haya pagado.

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El enamorado y el pez, frescos han de ser.
Le pidió fresco el pescado y se lo dio descarado.

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El que avisa no es traidor.
El que avisa no es traidor y el que trae algo tampoco.

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El muerto al hoyo y el vivo al bollo.
Pasó a ser “el muerto” don Agripino y a ser don Severo su hijo "el cretino”.

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