Desde
que me enganchara hace años a la radio deportiva nocturna con José María García, nunca la he
abandonado. Durante un breve periodo de tiempo fue El Tirachinas, de José Antonio Abellán, en la Cadena COPE. En dicho programa (a través de un subprograma
llamado El Radiador) hubo un concurso, Falla y Gana, a través
del cual se repartían supuestamente cada semana 2.000.000 de pesetas (12.000
euros) entre los participantes que fueran capaces de hacer pleno en lo que se
denominaba la antiquiniela. Ésta consistía en tratar de no acertar ningún
signo de los 21 partidos de primera y segunda división española. Se
desarrollaba a través de la página web y en la jornada correspondiente al 10 de
diciembre del año 2000 me encontré entre los acertantes. No recuerdo
exactamente el premio que me correspondió, pero debía estar en torno a los 150
euros. Allí empezó la odisea.
Al
haber sido confirmado en la lista de
acertantes y ver que nadie se ponía en contacto conmigo, me dirigí a la
dirección de El Tirachinas. Más tarde a otros programas nacionales y al
defensor del oyente, siempre por la página de la emisora. Nadie me respondió.
Traté de localizar telefónicamente a algún otro acertante y encontré a uno, en
Asturias, al que tampoco habían pagado. En el programa seguían haciendo
publicidad de su maravilloso concurso y mi indignación iba en aumento. Lo
importante ya no era el premio sino desenmascarar a quien estaba chuleándonos,
seguramente a espaldas de la propia empresa.
Empecé
a meterme en el foro para dejar mensajes que llamaran la atención. “COPE: Curas Organizados Para Embaucar”
fue el encabezamiento de alguno de ellos. Alguien se encargaba de borrarlos
inmediatamente, pero yo volvía a la carga buscando distintos horarios. Escribí
a un periódico local (Heraldo de Aragón)
y a otro nacional (El País)
denunciando lo que estaba sucediendo, pero ninguno de los dos tuvo a bien
publicar la carta. Extraño corporativismo. Por fin, terminé poniendo una
denuncia.
Alguien
me preguntó si había ido a la emisora de mi ciudad. La verdad es que no lo
había pensado. Acudí y me recibió
personalmente el director de la misma, don Javier
Ferrer. Se avergonzó de que en su casa pudiera estar sucediendo algo así y
me pidió que dejara el asunto en sus manos. Antes de dos horas ya había
recibido un mensaje de un tal M. O.
(obviaré su nombre), director de la empresa a la que la COPE había encargado la gestión del concurso, haciéndose el
consternado por haber podido cometer semejante error. Al día siguiente me llegó
un cheque por el importe de mi premio.
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Pepe y Paco |
Supongo
que la única culpa de la COPE, que
ya es bastante, fue la negligencia de dejar el control de su página web y de un
concurso patrocinado por ella en manos
de quien resultó ser un chorizo. Lo que desconocía esta persona es que yo tenía
contacto con el acertante asturiano, el cual me informó unos días más tarde que
a él le había enviado el cheque por
un importe equivalente a la mitad del
premio que le correspondía. No sé
en qué quedaría al final la cosa, pero
hace falta ser desvergonzado.
Considero
que hubiera sido muy saludable haber dado una explicación en antena, que creo
no se llegó a ofrecer. El concurso
desapareció y yo de oyente de un programa al que había llegado a coger
verdadero asco.
Recientemente
he vuelto a ser oyente de los programas deportivos de la COPE. Desde que Paco
González y Pepe Domingo Castaño
se trasladaran a la misma desde la SER, acompañados por más de cincuenta
profesionales, yo me he cambiado con ellos. Soy más de las personas que
de las instituciones.