Viñeta de Lolín Lizárraga en HUMOR DE DERECHAS |
Pensando
en la interpretación que daba en mi infancia a lo que en el catecismo nos
enseñaban sobre los enemigos del alma, ha venido a mi memoria alguna otra
cuestión. Una de la que más quebraderos de cabeza pudo darme (además de que
Dios fuera capaz de pedir a Abraham que le ofreciera en sacrificio a su hijo Isaac), fue la de tratar de encontrarle sentido al limbo. Dentro de las
limitadas posibilidades de rebelarse que un chaval de corta edad podía tener en
los primeros años sesenta, lo más próximo a hacerlo era la discrepancia de pensamiento.
Creer que no había derecho a que un niño, por el hecho de no haber tenido la
fortuna de que alguien le echara agua por la cabeza, no pudiera ir al cielo.
Eso sí, al infierno tampoco se le mandaba. Se inventaba una especie de sitio
indefinido en el que ni lo pasabas bien, ni lo pasabas mal, sino todo lo
contrario. No te quemamos, pero tampoco te puedes venir con nosotros al cielo. A
ver si vas a contagiarnos tu asqueroso pecado
original. Ah, se siente. Haber sido bautizado como Dios manda. ¿Que tú no tienes la culpa? Pues por
eso no te mandamos al infierno. Al limbo y gracias.
Dibujo de Vanno en TARINGA! |
Parece
ser que la Iglesia actual, aunque ya deja abierta la posibilidad de que el
destino de los niños fallecidos sin bautizar sea el que dicta el sentido común,
todavía mantiene no haber encontrado argumentos teológicos suficientes para afirmarlo
rotundamente. Quizá no quiera manifestar un cambio radical de postura mientras
pueda haber algún sobreviviente de los que, siguiendo sus severas instrucciones
de hace años, optara por perder a su mujer para ser un cristiano ejemplar.
Como siempre, la entrada está a la altura de las expectativas de tus lectores:) y has hecho bien en poner las fotos, ¡buena decisión!
ResponderEliminarEn una publicación anterior, se me había pasado decirte que me gusta la manera desinhibida que tienes de abordar el tema de la fe; para mucha gente, sigue siendo políticamente incorrecto.
En los años 60, España vivía en un mundo binario, o creías a pie juntillas en la Iglesia y sus dogmas o condenabas tu alma irreversiblemente. Sin embargo, la fe no se puede transmitir ni compartir, porque no se apoya en pruebas, y muchos curas han sido a menudo mensajeros del miedo. Se debería ser creyente con la humildad de entender que sólo es una creencia.
Pienso que los niños son más filósofos que nosotros, se hacen preguntas y cuentan con su razón para contestarlas. El niño sabe que no sabe nada, mientras que el adulto, a menudo, tiene la ilusión del saber. Por eso pienso que es importante seguir cultivando el espíritu de la niñez cuando somos adultos.
Un fuerte abrazo.
Era la naturalidad de los niños la que les permitía cometer la osadía de discrepar de lo que resultaba injusto a los ojos de la razón, por mucho que lo dijera la Santa Madre Iglesia. Conforme ibas creciendo entrabas en la dinámica que te marcaban, hasta el punto que podías terminar metiendo dentro de la fe no solo aquello que no terminabas de comprender, sino también lo que no encajaba dentro de lo que te dictaba el sentido común.
EliminarHablo en pasado no solo porque me refiero a aquella época, sino también porque creo que hoy es distinto.
Un fuerte abrazo, Karima.
Menudo tema Chema, los niños que mueren sin ser bautizados, no se van ni al cielo ni al infierno nos han dicho, los Padres de la Iglesia por años, se quedan como en un estado de la naturaleza, existe un Bautizo de intención cuando hay riesgo de peligro, por ej. que si en los primeros tres meses, que es cuando regularmente hay más riesgo, no lo tienes que decir ni en voz alta y una hermana tuya tiene un bebe de alto riesgo tu puedes decirlo así como una comunión espiritual yo te bautizo en el nombre, en el nombre del padre, y del hijo y del espíritu santo ,(abra que ver como queda ahora). Cuando un bebe muere por ej. de muerte de cuna, y ya ha sido bautizado, no se vuelve ángel, sino un Santo en la plenitud en la plenitud de los tiempos. Supongo que este tema a variado, después de muchas vueltas como el Galileo. Hace mucho hice una anotación por las Navidades de de una anécdota de mi hijo Jose, el segundo, te comparto el power point que la acompaño con mucho cariño y un abrazo especial http://www.slideshare.net/solodeinteres/cuestionamientos-de-mi-hijo-2746306
ResponderEliminarVeo que lo que a ti te contaban (seguramente porque eres más joven) dejaba abiertas más vías a quienes físicamente no podían ser bautizados. En mis tiempos no existía eso del “bautismo de intención”. O te echaban el agua o no te la echaban.
EliminarLo de Santa, los Reyes Magos o Papá Noel, son ilusiones preciosas creadas para los niños con la mejor intención, pero existe el problema que tú tuviste con José. Cuando los niños se enteran, se quedan esperando a ver cuál será la siguiente sorpresa con la que le están “engañando” sus padres. Y a veces sus pensamientos van más allá de donde éstos tenían previsto.
Muchas gracias por tu interesante aportación, tanto en el comentario como en el power point. Un abrazo.
Lo de que deberías elegir al niño en lugar de a la madre no lo sabía. Que cierto es que lo del limbo es un engaña bobos. Algo inventado vete tu a saber cuantos siglos que en el que estamos se cae en pedazos. Triste. Muy buena entrada. Yrum, un beso
ResponderEliminarInventado como tu dices desde hace siglos, pero vigente para la Iglesia Católica hasta hace no tantos años.
EliminarBesos.