Escrito el pasado lunes, 19 de marzo.
Era
el único de mis tíos a cuyo parentesco no le añadía el nombre para
identificarlo. “Tío”, a secas, era él solo. Los demás, con sus respectivos
nombres.
Hoy,
día de San José, quiero tener un recuerdo para mi padrino. Era el día de su
santo; de nuestro santo. El nombre fue lo primero que heredé de él. Quienes le
conocieron dicen que también otras muchas cosas, empezando por las manos. Y su
manera de ser, reposada; sin demasiados afanes de protagonismo. Hasta su
condición de solterón recalcitrante.
Lo
que no supe aprender fue su forma de ejercer el padrinazgo. Siempre presente.
Dejando constancia continuamente de que yo no era un sobrino más. Haciéndome
sentir especial, no solo en los regalos sino en la dedicación y el trato
recibidos. Acordándose de mí incluso en el testamento. Como si en sus afectos ocupara
el sitio del hijo que nunca tuvo.
Espero
que, allá donde esté, sepa disculpar este relativo atraco a nuestra intimidad
familiar. Simplemente, en el día de nuestro santo, he sentido el deseo de decir
en voz alta que tuve un PADRINO con mayúsculas.
Agradecer dignamente a una persona es más que decirle "gracias". Es reconocer en vida y de forma póstuma también, su legado y tú lo has hecho admirablemente bien. Gracias Macondo por compartir un trozo de tu intimidad con nosotros.
ResponderEliminarGracias a ti, Karima, por leerme y por tus palabras.
EliminarCuando he leído tu relato me he quedado un poco pensativa: ¡Cuánto tiempo hacía que no había pasado por mi pensamiento...! No es que lo haya olvidado, pero hacía muchísimo tiempo que no pensaba en él (ni siquiera el día de San José, que ahora es sólo tuyo).
EliminarHe tenido que entonar un mea culpa. Gracias Chema por despertar recuerdos...
Pues tienes que pensar en mi padrino de vez en cuando, mujer, que bien que te gustaban los caramelos de Molinos que nos traía cuando venía a casa. Con respecto a San José, tampoco pretendo acapararlo tanto como para considerarlo solo mío. Lo compartiré con los millones de tocayos (y tocayas, para que no se diga que no soy estúpidamente correcto) que tengo por el mundo. Incluso con los padres, aunque aquí entre el tema comercial.
EliminarAcá caí en esta entrada y es raro que haya tan poco comentarios, imagino sería una entrada de tus comienzos.
ResponderEliminarSuerte tuviste con tu padrino, en cambio yo no puedo decir lo mismo, tiene que haber de todo en esta vida.
Bonito homenaje de reconocimiento hacia tu padrino, me ha encantado entrar en esta entrada aunque haya sido al azar de entre otras muchas.
Ya me puedo ir contenta, no me voy sin ganas de leerte, aunque no hayas publicado nueva entrada, ya he leido ésta.
Un beso grande.
El motivo de que haya tan pocos comentarios en esta entrada es el que tú dices. Cuando la publiqué el blog llevaba menos de dos meses.
EliminarLa verdad es que tuve un gran padrino.
Otro beso para ti.