La gente es mucho más
comprensiva con las carencias del prójimo cuando éste no va de nada por la
vida. Cuando las reconoce, incluso se ríe de ellas. Es la mejor manera de no
ser objeto del choteo de los demás. Yo, por ejemplo, carezco del sentido de la
orientación. No es que me oriente mal, es que si hay un trozo del cerebro que
controla eso debo tenerlo seco. Me viene justo para llegar a casa todos los
días. Los que van habitualmente conmigo ya lo saben (a los que no me conocen se
lo digo) y asumen con naturalidad que tienen que ser ellos los que conduzcan
los pasos. Sin embargo, tengo un amigo que se orienta casi tan mal como yo y no
quiere aceptarlo. Evidentemente, todos están esperando que meta la pata para
montar el cachondeo.
Además de ser muy despistado, no tengo sensibilidad para la pintura. Quizá es que no me haya educado el gusto, no lo sé. El caso es que el hecho de reconocerlo me sirvió para no hacer el ridículo más espantoso hace unos cuantos años. Estaba en casa de un amigo, cuya madre era aficionada. Acababa de comprar una acuarela y me pidió mi opinión sobre la misma. Le manifesté que era absolutamente profano en la materia, pero insistió tanto que me creí en la obligación de acercarme al cuadro y decirle que me gustaba. Creo que se cortó ella más que yo cuando tuvo que decirme: “Chema, la acuarela está en la otra pared. Eso es un óleo”.
Todavía mucho más absurdas que las personas incapaces de asumir sus limitaciones, son aquéllas que presumen de cualidades o conocimientos que no poseen. Reconozco que disfruto más que un cerdo en un lodazal cuando las veo columpiarse. Siguiendo con el tema de la pintura, recuerdo un vídeo que recibí por correo electrónico hace unas semanas. La intervención de la mayoría de los intelectuales entrevistados no tiene desperdicio.
Además de ser muy despistado, no tengo sensibilidad para la pintura. Quizá es que no me haya educado el gusto, no lo sé. El caso es que el hecho de reconocerlo me sirvió para no hacer el ridículo más espantoso hace unos cuantos años. Estaba en casa de un amigo, cuya madre era aficionada. Acababa de comprar una acuarela y me pidió mi opinión sobre la misma. Le manifesté que era absolutamente profano en la materia, pero insistió tanto que me creí en la obligación de acercarme al cuadro y decirle que me gustaba. Creo que se cortó ella más que yo cuando tuvo que decirme: “Chema, la acuarela está en la otra pared. Eso es un óleo”.
Todavía mucho más absurdas que las personas incapaces de asumir sus limitaciones, son aquéllas que presumen de cualidades o conocimientos que no poseen. Reconozco que disfruto más que un cerdo en un lodazal cuando las veo columpiarse. Siguiendo con el tema de la pintura, recuerdo un vídeo que recibí por correo electrónico hace unas semanas. La intervención de la mayoría de los intelectuales entrevistados no tiene desperdicio.
La cultura del vino
da también mucho juego. Es un placer que me pierdo, ya que veo cómo disfrutan
bebiéndolo quienes de alguna manera lo matizan; pero no soporto a los que
alardean de sus conocimientos, porque generalmente suelen ser los que menos
entienden. Los que se han aprendido de memoria unos calificativos que les
parecen finos (afrutado, carnoso, tierno,
elegante, decrépito, etc.) y los sueltan sin ton ni son. Los que ponen los
ojos en blanco con un Don Simón servido en
una botella de Vega-Sicilia.
Y es que hay mucho fantasma suelto. Qué le vamos a hacer.
Y es que hay mucho fantasma suelto. Qué le vamos a hacer.
Jajaj, si estas personas frecuentaran el blog de Javier, aprenderían a no repetir los errores de la historia :D
ResponderEliminarhttp://historiasdelahistoria.com/2011/03/23/criticos-de-arte-enganados-por-un-burro/
Un saludín.
PD: pensándolo bien, no sólo te confundiste de cuadros por no saber de arte, también te jugó una mala pasada tu sentido de la orientación :)
Ya le había echado el ojo en más de una ocasión al magnífico blog "Historias de la Historia", que nombras, si bien no había leído esa entrada.
ResponderEliminarPara los amantes del humor gráfico, tampoco sería un mal consejo dejar la entrada del tuyo: http://lavinetasatirica.blogspot.com/. Ya sabes que lo descubrí recientemente y soy uno de tus seguidores.
Muchas gracias por tu visita.
Lo reconozco, yo también soy incapaz de distinguir un óleo de una acuarela.
ResponderEliminarBesos.
Supongo que incapaces no somos ninguno de los dos. Simplemente es que no nos hemos preocupado del asunto y reconocemos nuestra ignorancia al respecto. De todas formas, si una chica culta como tú tampoco los distingue, se me quita cualquier complejo que pudiera tener. ;-)
EliminarGracias por comentar, hermosa. Besos.
Me encanta!!!! muy complejo & sutil, ya veo la forma de salir de esta economía, pues será poner una guardería gratuita, y vender las obras de estos grandes expertos.Un fuerte abrazo
ResponderEliminarNo está mal visto el negocio, lo que pasa es que una cosa es fanfarronerar y otra aflojar la guita. Otro abrazo para ti.
EliminarLe pido permiso para colgar el vídeo en mi blog, con su enlace.
ResponderEliminarSaludos.
Sobre el vídeo no tengo ningún derecho. Si lo que quiere es colocar el enlace de la entrada de mi blog en la que aparece el mismo, le concedo el permiso encantado. Muchas gracias por su visita.
EliminarJaja, bueno, yo al menos distingo óleo de acuarela, hasta sé cuando un cuadro es impresionista, fíjate que nivelazo.
ResponderEliminarLa entrada estupenda Chema, muy bueno el paralelismo con el mundo del vino, si señor, y es que de snobs está el mundo lleno, como dice el coriano en este mundo no cabe un tonto más.
Me ha encantado tu introducción, siempre lo he pensado así, y es la forma en la que me muevo por el mundo aunque haya gente que no lo comprenda, nunca he sabido expresarlo sin embargo, y tú lo has hecho a la perfección.
Yo siempre voy avisando de mis limitaciones precisamente para curarme en salud y evitar como tu dices el recochineo, es más, las reconozco cachondeándome yo, así si alguien tuviera la mala intención de tratar de molestarme riéndose de mí, le quito ese poder, porque nadie se ríe de mí más de lo que yo misma lo hago.
Besos
Ya me había dado cuenta de que en ese aspecto actuamos de forma parecida. Es lo mejor.
EliminarLo que dice el coriano es para recogerlo en mis citas. :D
Qué ilusión me ha hecho recibir un comentario tuyo en una entrada tan antigua.
Besos.
Sí señor, no puedo estar más de acuerdo, no hay cosa que más me joda que ese que de todo sabe y entiende, que vamos, de ser así debería ser presidente del gobierno como poco.
ResponderEliminarYo no entiendo de arte, de cuadros, de poesía, de literatura, de fotografía, evidentemente como todos, o me gusta, o no me gusta, o me deja indiferente, pero tener gustos no es entender ni siquiera tener buen gusto.
Pero como todos, siempre hay algo en la vida en lo que sí sabes, aunque sea un poco, porque vives de ese tema, o te interesa sobremanera y llevas estudiándolo y leyendo al respecto años y años, ahí es cuando me doy cuenta de que en general la gente habla sin tener ni puta idea, lo malo es que cuando hablas de un tema que el resto desconoce es relativamente fácil quedar como un erudito aunque eso, no des pie con bola, nadie te puede rebatir.
En fin, que voy a pasar la aspiradora que de eso, desgraciadamente, entiendo la hostia :D abrazos.
Es cierto lo que dices. Los periodistas hablan en muchas ocasiones de asuntos que no dominan, partiendo de la base de que tú todavía sabes menos que ellos. El problema es cuando tratan algo que controlas un poco y te das cuenta de que son unos osados o unos caraduras.
EliminarQue usted lo aspire bien.
Muchas gracias por tu visita.
Un abrazo.
Sí. Lo del vino tiene todavía más guasa que lo del arte. Si los gilipollas volaran no se vería el cielo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perdona mi tardanza, Miguel. No me había dado cuenta de tu intervención. La verdad es que hay mucha gilipollez suelta. Los más ignorantes son los que más alardean.
EliminarUn abrazo.