Cita del día

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

CITA DEL DÍA: «A los ídolos no hay que tocarlos: se queda el dorado en las manos» (Gustave Flaubert).

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

lunes, 29 de agosto de 2016

Casimiro






Nunca supo decantarse por las rubias, las morenas o las pelirrojas; las altas, las bajas o las de mediana estatura; las pechugonas, las planas o las mediopensionistas. Le gustaban las jóvenes, pero también las maduras. No necesitaba grandes planes para los fines de semana, porque el mero hecho de salir a la calle y pasear la vista por las mujeres que pasaban ya era para él un festín. Sus piropos, siempre desde el respeto, eran generalmente bien acogidos por las destinatarias de los mismos. 

Cuando se casó con Pilar, cinturón negro de kárate, las cosas cambiaron radicalmente; no porque a él dejara de agradarle mirar a las otras mujeres, sino porque ella no se lo permitía. Cuando pasaba una hembra un poco fuera de lo normal, sentía el reojo de su santa controlando su reacción. Inmediatamente se producía una desigual pugna entre el instinto natural, que le invitaba a regalarse la vista, y el de supervivencia, que terminaba obligándole a perder la mirada en el infinito.

La nueva situación despertó bastante cachondeo entre sus amigos. Le costó descubrir por qué habían dejado de llamarle por su nombre para pasar a referirse a él como Casi-miro.


71 comentarios:

  1. Jajajjaa, veo la foto y jajjaja

    Pobre Casimiro... condenado de por vida a mirar únicamente a Pilar.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No le dejan más que el divorcio como única escapatoria. O aprender kárate y dilucidar deportivamente estos asuntos en el tatami.
      Saludos.

      Eliminar
  2. Obligado a tener la mirada en exclusiva al frente y al lado de su santa ;)
    Pobre Casi-Miro el rey del cuello fijo.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quizá debería haberse hecho con un collarín, para evitar tentaciones.
      Un abrazo, Alfred.

      Eliminar
  3. La tensión se palpa en el aire, el pobre está ahí que no quiere ni mover un músculo. Vaya lo que le ha caido encima a este hombre.

    :D

    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que le imagen me ha venido pintiparada para el texto.
      Un abrazo, Nieves.

      Eliminar
  4. Jajajaja no había caído en él significado del nombre hasta que he leído texto, que bueno jajaja ainss pobre como para mirar a alguna jajaja.

    Me encanta leerte.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. No necesariamente ella tiene que ser o saber artes marciales; en muchos otros casos sin que medie esa lucha (y luchadora) se dan tales circunstancias. Son de armas tomar -las que miran y a las que no- y, por lo tanto sus amigos deberían también tomar nota. No es el único al que le ocurre eso...Mucho mirar (o casi-mirar) la paja en el ojo ajeno...
    ¿Amigos? Con amigos como esos para qué quiere enemigos y "collejas" de la luchadora de su mujer.

    Desde otro punto de vista y bien mirado (valga la redundancia) aún no entiendo el porqué de haberse casado si no podía dejar de mirar a otras.
    ¿Falta de madurez y gustos sobre qué le gustaba y qué no?
    Como Casimiro hay muchos más de lo que imaginamos; aunque sobre ellas tampoco hay bajos porcentajes.

    El hecho pecho y a la mirada ceguera

    Por cierto, me ha encantado tu relato bellaco :)))

    Un abrazo y saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por dedicarme tu tiempo a leerme y comentarme.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Jajajaja, el "Casimiro" de la foto es genial. Pero aunque todo esto mueve a risa, a mí también me da un poco de lástima, porque pienso que la santa es una maltratadora en potencia (y sabe Dios si en acto).

    Muy buen texto, como siempre.

    Besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahí estamos de acuerdo, Sara. Sobre eso qué comentas es el pan nuestro de cada día en muchas sociedades y no son las primeras que sienten "su prójimo" como algo posesivo y único.
      Y de eso (sin ningún tipo de acritud femenina) mucho habría qué hablar y ver...nunca mejor dicho

      (Muchos maltratos o maltratados son así y luego los suelen llamar "calzonazos"

      Hay formas y formas y en este relato de nuestro amigo se deja ver una sociedad prejuiciosa, egoísta, posesiva, puritana, melindrosa y recatada...*no más

      (*en ese "no más" verás qué sociedad la emplea a menudo, dónde se da tanto y de dónde procede; mucho más cerca de lo que parece)

      Saludos

      Eliminar
    2. Muchas gracias a los dos por vuestra opinión.
      Saludos.

      Eliminar
  7. Yo tengo un amigo que siempre usa camisa manga larga, para ocultar los moretones de los pellizcos de su "peor es nada" cuando lo pilla mirando a otra.

    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca había oído lo de "peor es nada", pero no sé qué decirte. Más vale estar solo que mal acompañado (en masculino y en femenino, por supuesto).
      Un abrazo, Chaly.

      Eliminar
  8. Jajajajajajaja, la imagen es buenísima.

    Y el casi-miro me ha llegado al alma.
    Que crack!!!!

    Besos

    ResponderEliminar
  9. Mi mujer no necesita saber artes marciales para hacerme llamar Casi miro. Me compró un depto. en el noveno ve y me obliga a usar cremas Nivea.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo del "no ve, no ve" creo que lo pillo, pero con lo de las niveas no sé por dónde vas.

      Eliminar
    2. No importa, Macondo. Te dejo el humor a vos. Me voy a destripar a alguno.

      Eliminar
    3. Terminé por entenderlo. Debía estar bastante espeso, porque era sencillo de pillar.

      Eliminar
  10. Jajajaja. Pobre hombre... Su mujer no debería ser tan celosa, que mirar no hace daño. Besotes!!!!

    ResponderEliminar
  11. jajajajajaja ay Chema! :D

    Ni hablar, hay muchas así......y se supone que ellas no voltean a ver a ninguno????

    Besos =))))

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mucho suponer es que ellas no miran, ¿no? Eso me parece a mí.
      Besos, Liliana.

      Eliminar
  12. jajaja, pobre casi-miro, lo que hace el instinto de supervivencia

    Besos

    ResponderEliminar
  13. Jajajajaja, pobre, pero a quien se lo ocurre casarse con una karateca teniendo semejante propensión a mirar a las mujeres!!!!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay gente a la que le va la marcha, Marigem.
      Un abrazo.

      Eliminar
  14. jajajaja buenísimo el sobrenombre. Mucha Pilar debió ser para atarlo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por la cuenta que le traía tenía que perder la mirada en el infinito o esperar un descuido de la parienta.
      Un abrazo.

      Eliminar
  15. ¡Pobre Casimiro! Con lo bonito que estaría que miraran juntos: si a lo bonito es bonito mirarle, no pasa nada :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me temo que no les apetecería mirar las mismas cosas.
      Lo de que no pasa nada explícaselo a Pilar, que Casimiro ya lo sabe.
      Besos.

      Eliminar
    2. Es falta de capacidad para disfrutar, creo yo. No tienen que gustarle las mujeres a una mujer, para que pueda admirar que otra tiene unas piernas bien torneadas, un trasero firme y "proporcional", etcétera, etcétera :)
      ¡Besos, Macondo!

      Eliminar
    3. En las mujeres es más normal, tienes razón, sobre todo si se trata de admirar la delgadez. En los hombres es más difícil.
      Besos.

      Eliminar
  16. jajajaja Con el sexo débil...jajaja
    Salud

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso hay muchas más viudas que viudos, por lo del sexo débil.
      Salud, Genín.

      Eliminar
  17. Jajajajajaja...Una virtud hacer reír al personal

    ResponderEliminar
  18. El casi miro de la foto, pobrecito si casi no se atreve a respirar. Bromas al margen, esas actitudes posesivas de unos y otras me parecen terribles, nadie es de nadie y los celos, por mucho que algun@s parecen pensarlo, no son querer más, eso no es amor.
    A tu Casimiro ya le vale, será que son tal para cual.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio" (Michel de Montaigne).

      Eliminar
    2. Muy buena la frase, no la conocía, acierta del todo.

      Eliminar
    3. Montaigne tiene muy buenas frases.

      Eliminar
  19. Jjajjajajaaj es que cinturón negro de karate...cualquiera mira,,,
    Muy bueno,Chema.

    Besos.

    ResponderEliminar
  20. Pues yo me voy a echar una mujer que lleve tirantes desde ahora en adelante, para que mis relaciones sean distendidas y se llame Casimira y use nivea de la buena; ni vea, ni vea con lazarillo incluido y así me ahorro que sepa "pa dónde estoy mirando"... :))

    Mismos abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahora he pillado lo de nivea. Se ve que estoy espeso.
      Abrazos nuevos.

      Eliminar
  21. eres genial, me has arrancado una carcajada. Te lo agradezco.
    saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y yo a ti que me rías las gracias con tanta facilidad y generosidad.
      Saludos, Karin.

      Eliminar
  22. Me da lastimilla este Casimiro: la mujer lo tiene apabullado y los amigos encima le ponen mote a cuenta de su desdicha. Vaya amigos...

    Y la chica de la foto, la exhuberante, también me inspira un poco de lastimilla, por cierto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siento haberte provocado tanta lastimilla, Ángeles. XD

      Eliminar
  23. Pobre Casi- Miro , quizás pariente cercano del célebre Miró

    ResponderEliminar
  24. Habrá que preguntarle a Casimiro.
    Más también para ti.

    ResponderEliminar
  25. Jajaja muy bueno. Hombre es que eso de casarse con una experta en artes marciales tiene lo suyo. Ahora Casi-Miro, y sí, sí; como para andar tonteando. Igual es ella ahora la que mira y piropea a los hombres, y más vale que Casi-Miro, haga como que no ha visto nada. El hombre hasta se le ve con cara de estreñido del miedo que pasa.

    Abrazo Macondo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La cara provocadora de la parienta tampoco tiene desperdicio.
      Bienvenido de nuevo, Rafa.
      Un abrazo.

      Eliminar
  26. jajajajajja muy bueno!
    te sigo ,un gusto leerte ,la verdad me he entretenido
    si gustas leerme seria genial
    un saludo !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu visita y comentario.
      Yo también me he pasado a conocer lo que escribes.
      Saludos.

      Eliminar
    2. te dejo mi blog principal y personal http://heladodenubesdulces.blogspot.com.uy/
      si gustas pasar
      saludo!

      Eliminar
    3. Ya había pasado, lo que pasa que solo había dejado comentario en uno.
      Saludos.

      Eliminar
  27. Imagino que ha de ser un martirio -no sólo para Casimiro- no voltear al paso de una mujer guapa pero si a él le gusta hasta la escoba con patas tendría razón su mujer en acomodadarle un mandarriazo entre ceja, oreja y media madre. ¡Tómala,



    Besos Chema

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Está bien eso de "un mangarriazo entre ceja, oreja y media madre". No lo había escuchado nunca. Lo que se aprende contigo.
      Besos, maestra.

      Eliminar
  28. Muy bueno, y muy simpatico, relato... Y muy real...

    Ja,ja,ja

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  29. Hola me paso tu blog Anna de poemias
    tengo que decir que me gusta mucho

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues muchas gracias a Anna.
      En tu perfil no he sabido encontrar un blog tuyo, si lo tienes. Me alegra que te haya gustado el mío. Vuelve siempre que quieras.

      Eliminar