Nunca supo decantarse por las rubias, las morenas o las pelirrojas; las altas, las bajas o las de mediana estatura; las pechugonas, las planas o las mediopensionistas. Le gustaban las jóvenes, pero también las maduras. No necesitaba grandes planes para los fines de semana, porque el mero hecho de salir a la calle y pasear la vista por las mujeres que pasaban ya era para él un festín. Sus piropos, siempre desde el respeto, eran generalmente bien acogidos por las destinatarias de los mismos.
Cuando se casó con Pilar, cinturón negro de kárate, las cosas cambiaron radicalmente; no porque a él dejara de agradarle mirar a las otras mujeres, sino porque ella no se lo permitía. Cuando pasaba una hembra un poco fuera de lo normal, sentía el reojo de su santa controlando su reacción. Inmediatamente se producía una desigual pugna entre el instinto natural, que le invitaba a regalarse la vista, y el de supervivencia, que terminaba obligándole a perder la mirada en el infinito.
La nueva situación despertó bastante cachondeo entre sus amigos. Le costó descubrir por qué habían dejado de llamarle por su nombre para pasar a referirse a él como Casi-miro.
Jajajjaa, veo la foto y jajjaja
ResponderEliminarPobre Casimiro... condenado de por vida a mirar únicamente a Pilar.
Saludos.
No le dejan más que el divorcio como única escapatoria. O aprender kárate y dilucidar deportivamente estos asuntos en el tatami.
EliminarSaludos.
Obligado a tener la mirada en exclusiva al frente y al lado de su santa ;)
ResponderEliminarPobre Casi-Miro el rey del cuello fijo.
Un abrazo!
Quizá debería haberse hecho con un collarín, para evitar tentaciones.
EliminarUn abrazo, Alfred.
La tensión se palpa en el aire, el pobre está ahí que no quiere ni mover un músculo. Vaya lo que le ha caido encima a este hombre.
ResponderEliminar:D
Un abrazo!!!
La verdad es que le imagen me ha venido pintiparada para el texto.
EliminarUn abrazo, Nieves.
Jajajaja no había caído en él significado del nombre hasta que he leído texto, que bueno jajaja ainss pobre como para mirar a alguna jajaja.
ResponderEliminarMe encanta leerte.
Un beso.
Y a mí me encanta que me leas.
EliminarGracias, María.
Besos.
Jajajaja ¡qué bueno!
ResponderEliminarGracias, Tracy.
EliminarNo necesariamente ella tiene que ser o saber artes marciales; en muchos otros casos sin que medie esa lucha (y luchadora) se dan tales circunstancias. Son de armas tomar -las que miran y a las que no- y, por lo tanto sus amigos deberían también tomar nota. No es el único al que le ocurre eso...Mucho mirar (o casi-mirar) la paja en el ojo ajeno...
ResponderEliminar¿Amigos? Con amigos como esos para qué quiere enemigos y "collejas" de la luchadora de su mujer.
Desde otro punto de vista y bien mirado (valga la redundancia) aún no entiendo el porqué de haberse casado si no podía dejar de mirar a otras.
¿Falta de madurez y gustos sobre qué le gustaba y qué no?
Como Casimiro hay muchos más de lo que imaginamos; aunque sobre ellas tampoco hay bajos porcentajes.
El hecho pecho y a la mirada ceguera
Por cierto, me ha encantado tu relato bellaco :)))
Un abrazo y saludos
Muchas gracias por dedicarme tu tiempo a leerme y comentarme.
EliminarUn abrazo.
Jajajaja, el "Casimiro" de la foto es genial. Pero aunque todo esto mueve a risa, a mí también me da un poco de lástima, porque pienso que la santa es una maltratadora en potencia (y sabe Dios si en acto).
ResponderEliminarMuy buen texto, como siempre.
Besitos.
Ahí estamos de acuerdo, Sara. Sobre eso qué comentas es el pan nuestro de cada día en muchas sociedades y no son las primeras que sienten "su prójimo" como algo posesivo y único.
EliminarY de eso (sin ningún tipo de acritud femenina) mucho habría qué hablar y ver...nunca mejor dicho
(Muchos maltratos o maltratados son así y luego los suelen llamar "calzonazos"
Hay formas y formas y en este relato de nuestro amigo se deja ver una sociedad prejuiciosa, egoísta, posesiva, puritana, melindrosa y recatada...*no más
(*en ese "no más" verás qué sociedad la emplea a menudo, dónde se da tanto y de dónde procede; mucho más cerca de lo que parece)
Saludos
Muchas gracias a los dos por vuestra opinión.
EliminarSaludos.
Yo tengo un amigo que siempre usa camisa manga larga, para ocultar los moretones de los pellizcos de su "peor es nada" cuando lo pilla mirando a otra.
ResponderEliminarAbrazos
Nunca había oído lo de "peor es nada", pero no sé qué decirte. Más vale estar solo que mal acompañado (en masculino y en femenino, por supuesto).
EliminarUn abrazo, Chaly.
Jajajajajajaja, la imagen es buenísima.
ResponderEliminarY el casi-miro me ha llegado al alma.
Que crack!!!!
Besos
Gracias, Prozac.
EliminarBesos.
Mi mujer no necesita saber artes marciales para hacerme llamar Casi miro. Me compró un depto. en el noveno ve y me obliga a usar cremas Nivea.
ResponderEliminarLo del "no ve, no ve" creo que lo pillo, pero con lo de las niveas no sé por dónde vas.
EliminarNo importa, Macondo. Te dejo el humor a vos. Me voy a destripar a alguno.
EliminarTerminé por entenderlo. Debía estar bastante espeso, porque era sencillo de pillar.
EliminarJajajaja. Pobre hombre... Su mujer no debería ser tan celosa, que mirar no hace daño. Besotes!!!!
ResponderEliminarNo todas son tan comprensivas como tú con el churri.
EliminarBesos.
O como el churri conmigo. Jajajaja.
EliminarQue pesadilla el Kàraté !
ResponderEliminarYa veo que no te va la marcha del tatami.
EliminarBesos.
jajajajajaja ay Chema! :D
ResponderEliminarNi hablar, hay muchas así......y se supone que ellas no voltean a ver a ninguno????
Besos =))))
Mucho suponer es que ellas no miran, ¿no? Eso me parece a mí.
EliminarBesos, Liliana.
jajaja, pobre casi-miro, lo que hace el instinto de supervivencia
ResponderEliminarBesos
Al final prevalece sobre el otro, Marijose. XD
EliminarBesos.
Jajajajaja, pobre, pero a quien se lo ocurre casarse con una karateca teniendo semejante propensión a mirar a las mujeres!!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay gente a la que le va la marcha, Marigem.
EliminarUn abrazo.
jajajaja buenísimo el sobrenombre. Mucha Pilar debió ser para atarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por la cuenta que le traía tenía que perder la mirada en el infinito o esperar un descuido de la parienta.
EliminarUn abrazo.
¡Pobre Casimiro! Con lo bonito que estaría que miraran juntos: si a lo bonito es bonito mirarle, no pasa nada :)
ResponderEliminarMe temo que no les apetecería mirar las mismas cosas.
EliminarLo de que no pasa nada explícaselo a Pilar, que Casimiro ya lo sabe.
Besos.
Es falta de capacidad para disfrutar, creo yo. No tienen que gustarle las mujeres a una mujer, para que pueda admirar que otra tiene unas piernas bien torneadas, un trasero firme y "proporcional", etcétera, etcétera :)
Eliminar¡Besos, Macondo!
En las mujeres es más normal, tienes razón, sobre todo si se trata de admirar la delgadez. En los hombres es más difícil.
EliminarBesos.
jajajaja Con el sexo débil...jajaja
ResponderEliminarSalud
Por eso hay muchas más viudas que viudos, por lo del sexo débil.
EliminarSalud, Genín.
Jajajajajaja...Una virtud hacer reír al personal
ResponderEliminarGracias, María Ángeles.
EliminarEl casi miro de la foto, pobrecito si casi no se atreve a respirar. Bromas al margen, esas actitudes posesivas de unos y otras me parecen terribles, nadie es de nadie y los celos, por mucho que algun@s parecen pensarlo, no son querer más, eso no es amor.
ResponderEliminarA tu Casimiro ya le vale, será que son tal para cual.
"Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio" (Michel de Montaigne).
EliminarMuy buena la frase, no la conocía, acierta del todo.
EliminarMontaigne tiene muy buenas frases.
EliminarJjajjajajaaj es que cinturón negro de karate...cualquiera mira,,,
ResponderEliminarMuy bueno,Chema.
Besos.
Gracias, Carmen.
EliminarBesos.
Pues yo me voy a echar una mujer que lleve tirantes desde ahora en adelante, para que mis relaciones sean distendidas y se llame Casimira y use nivea de la buena; ni vea, ni vea con lazarillo incluido y así me ahorro que sepa "pa dónde estoy mirando"... :))
ResponderEliminarMismos abrazos
Ahora he pillado lo de nivea. Se ve que estoy espeso.
EliminarAbrazos nuevos.
eres genial, me has arrancado una carcajada. Te lo agradezco.
ResponderEliminarsaludos
Y yo a ti que me rías las gracias con tanta facilidad y generosidad.
EliminarSaludos, Karin.
Me da lastimilla este Casimiro: la mujer lo tiene apabullado y los amigos encima le ponen mote a cuenta de su desdicha. Vaya amigos...
ResponderEliminarY la chica de la foto, la exhuberante, también me inspira un poco de lastimilla, por cierto.
Siento haberte provocado tanta lastimilla, Ángeles. XD
EliminarPobre Casi- Miro , quizás pariente cercano del célebre Miró
ResponderEliminar¿Del pintor?
EliminarUn abrazo, Ricardo.
Habrá que preguntarle a Casimiro.
ResponderEliminarMás también para ti.
Jajaja muy bueno. Hombre es que eso de casarse con una experta en artes marciales tiene lo suyo. Ahora Casi-Miro, y sí, sí; como para andar tonteando. Igual es ella ahora la que mira y piropea a los hombres, y más vale que Casi-Miro, haga como que no ha visto nada. El hombre hasta se le ve con cara de estreñido del miedo que pasa.
ResponderEliminarAbrazo Macondo.
La cara provocadora de la parienta tampoco tiene desperdicio.
EliminarBienvenido de nuevo, Rafa.
Un abrazo.
jajajajajja muy bueno!
ResponderEliminarte sigo ,un gusto leerte ,la verdad me he entretenido
si gustas leerme seria genial
un saludo !
Gracias por tu visita y comentario.
EliminarYo también me he pasado a conocer lo que escribes.
Saludos.
te dejo mi blog principal y personal http://heladodenubesdulces.blogspot.com.uy/
Eliminarsi gustas pasar
saludo!
Ya había pasado, lo que pasa que solo había dejado comentario en uno.
EliminarSaludos.
Imagino que ha de ser un martirio -no sólo para Casimiro- no voltear al paso de una mujer guapa pero si a él le gusta hasta la escoba con patas tendría razón su mujer en acomodadarle un mandarriazo entre ceja, oreja y media madre. ¡Tómala,
ResponderEliminarBesos Chema
Está bien eso de "un mangarriazo entre ceja, oreja y media madre". No lo había escuchado nunca. Lo que se aprende contigo.
EliminarBesos, maestra.
Muy bueno, y muy simpatico, relato... Y muy real...
ResponderEliminarJa,ja,ja
Un abrazo
Gracias, Ildefonso.
EliminarUn abrazo.
Hola me paso tu blog Anna de poemias
ResponderEliminartengo que decir que me gusta mucho
Pues muchas gracias a Anna.
EliminarEn tu perfil no he sabido encontrar un blog tuyo, si lo tienes. Me alegra que te haya gustado el mío. Vuelve siempre que quieras.