Sin un motivo aparente, en aquella primavera los vegetales se comportaron de una forma totalmente otoñal. Los árboles perdieron sus hojas, las flores se mustiaron y los verdes amarillearon. Los más expertos agricultores y hortelanos no salían de su asombro. Los microscopios de los hombres de ciencia consultados tampoco supieron sacar conclusiones del minucioso análisis de las plantas examinadas. Árboles que siempre habían estado sanos se peleaban con la muerte. Sembrados recientemente espléndidos se encaminaban a malograrse antes de la cosecha. Como último recurso acudieron al que en otro tiempo había sido considerado sabio del lugar, que vivía solo en lo alto de la montaña, un poco más mayor, otro poco más demenciado y bastante más abandonado por todos. Lo primero que les llamó la atención fue que los vegetales del jardín del anciano presentaban un aspecto inmejorable, como si no hubiera llegado la enfermedad hasta allí. Intuyendo lo que estaban pensando les dijo que sus plantas habían pasado por lo mismo que las de ellos, pero la diferencia estaba en que él había atajado el problema de raíz. Tratando de dar sentido a sus palabras, arrancó una brizna de la hierba que estaba a sus pies. A continuación les pidió que le acompañaran a buscar otra de las que se encontraban afectadas. Les enseñó que la raíz de la suya era normal, mientras que la otra tenía la raíz cuadrada. Lo único que debían hacer para que volviera a la normalidad era multiplicarla por sí misma.
NOTA DEL AUTOR:
Para el lector que sea absolutamente de letras le explicaré que la raíz cuadrada de 25 es 5. Para que el 5 vuelva a ser 25 hay que multiplicarlo por sí mismo (5x5=25).
Jajajaja, no sé que es mejor, la historia o la explicación de la raíz cuadrada, jejeje. Feliz finde y un abrazo.
ResponderEliminarLa explicación es sencilla.
EliminarFeliz fin de semana también para ti.
Un abrazo.
Que hombre más listo.
ResponderEliminarSi la elevan al cubo la cosecha puede ser antológica.
Saludos.
A ver si vas a ser tú descendiente del hombre sabio de la montaña.
EliminarSaludos.
Me encanta tu explicacion de la raiz cuadrada !
ResponderEliminarGracias, Manouche.
Eliminar
ResponderEliminarMe quedaste KAO, sin palabras jajajaja.
Un beso.
Tampoco es para tanto la cosa, pero gracias.
EliminarBesos.
Pero que muy bueno, Macondo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tecla.
EliminarEs un echo que lo problemas siempre suelen multiplicarse.
ResponderEliminarBuenimo !!!
:)
Gracias, Nieves.
EliminarUn abrazo.
jajaja la nota del autor, el relato muy bueno
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Marijose.
EliminarBesos.
Sí, señor, atajando el problema de "raíz". Muy bueno!
ResponderEliminarGracias.
EliminarEs muy buena la historia y la moraleja del hombre dejado por todos que, por eso mismo, tiene tiempo de observar y encontrar la explicación y con ello la solución.
ResponderEliminarTu nota del autor me ha encantado.
Besos
Me alegra que te haya gustado.
EliminarBesos.
Una historia que hace pensar en el abandono de los mayores, en los cuales sólo nos fijamos en tiempos de penurias, cuando los brillantes métodos modernos no funcionan.
ResponderEliminarGracias por la aclaración.
Un abrazo.
La sabiduría y la experiencia de nuestros mayores es un oro molido que muchas veces despreciamos, sobre todo en la juventud.
EliminarUn abrazo, Alfred.
A mí ni matándome a palos se me ocurre este escrito, y menos si va relacionado con números, porque ya no me acuerdo ni de restar.
ResponderEliminarAbrazo Macondo.
Mientras sepas sumar y sobre todo multiplicar no te preocupes.
EliminarUn abrazo, Rafa.
jajajaja que buen final y si el problema persistía se multiplica por cero y se va el problema
ResponderEliminarjajajaja!!!
Borrón y cuenta nueva.
EliminarA mí me ha molado y, aunque no hubiera necesitado la aclaración, admito que no está de más haberla puesto xD
ResponderEliminarLa aclaración es solo para los que se declaran de letras obstinados.
EliminarQué perfecta combinación de poesía y matemáticas.
ResponderEliminarMuy bonito el texto, sí señor. Y con su poquito de enigma y todo.
Gracias por mirarlo con tan buenos ojos.
EliminarTe parecerá que divago pero este texto me causa la impresión de de complementarse con el que expuse ayer... Llámame loca.
ResponderEliminarSaludos Chema!
Cómo va a parecerme que divagas, si cuando leí el tuyo ayer me acordé de este. Quizá es que tengo que llamarme loco yo también.
EliminarSaludos, Nieves.
Si el sabio lo es por que penso mucho jajaja
ResponderEliminarun abrazo
Es que los sabios están un poco desprestigiados en un mundo cada vez más ingnorante, pero se puede seguir aprendiendo mucho de ellos.
EliminarUn abrazo.
Soy de letras pero aun así me ha ofendido la nota del autor. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarNo te ofendas jamía, que para eso he puesto el adverbio "absolutamente". Me estoy refiriendo exclusivamente a los de letras que no controlan de ciencias ni las cuatro reglas y además lo tienen a gala, lo mismo que hay gente de ciencias que presume de pasar de la más elemental ortografía.
EliminarBesos.
Era broma lo de que me había ofendido!! Jajaja.
EliminarYa lo sé.
Eliminar;-)
"Me paro de pie" para aplaudirte desaforadamente. Excelente.
ResponderEliminarUn beso a la tercera potencia.
Los aplausos de los más admirados maestros —aunque sean evidentemente exagerados— son los que calan más hondo.
EliminarOtro beso a la enésima potencia.
Tu imaginación es increíble!! Y para mí además con la nota de atención sobre las personas abandonadas hasta que hacen falta.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Carmela.
EliminarBesos.
jajajaja la explicación es lo máximo!!!! jajajaja
ResponderEliminarBesos al cuadrado =)))
No pienso hacer la raíz cuadrada de los besos.
EliminarBesos.
Leyéndolo, al final, te veía venir, palabra...jajaja
ResponderEliminarSalud
Me lo creo. Al final vais a conocerme como si me hubieseis parido.
EliminarSalud, Genín.
En la raíz siempre está el problema
ResponderEliminarAbrazos
La raíz del problema esté en la raíz.
EliminarUn abrazo.
Menos mal que podrá volver el verde a las hojas.
ResponderEliminarEn cuanto desaparezcan las raíces cuadradas.
EliminarBesos.
Jajajja mira si sabía el hombre...
ResponderEliminarDa la casualidad de que mis hijos están dando ahora las raíces cuadradas y me tienen frita a calcular!
Besos a círculos,y buen finde.
Pues hacer una raíz cuadrada de un número largo no creo que yo supiera sin repasar un poco.
EliminarBesos y buen finde también para ti.
Con olor a leyenda, es un relato muy ingenioso. Mejor multlipicar raíces que hongos.
ResponderEliminarSaludos.
Ni punto de comparación.
EliminarSaludos.
Aquí has bordado ese problema matemático. En este caso, vegetal.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Albada.
EliminarUn abrazo.
Me quedo con ese volver al conocimiento de aquellos que se olvidan "nuestros mayores" con esos saberes que muchas veces se denostan no por no ser acertados sino porque huelen a viejo y mira tú que al final son ellos los que resuelven.
ResponderEliminarSaludos
Tienes razón, Conxita.
EliminarSaludos.
Muy imaginativo.
ResponderEliminarSiempre logras mantener la atención hasta el final.
Muchas gracias.
EliminarCon tintes matemáticos la prosa tiene otra raíz, cuadrada o no cuadrada el origen está bajo tierra.
ResponderEliminarMucha imaginación tiene esa raíz tuya jejeje.
Besos cuadrados.
Puri
Muchas gracias, Puri.
EliminarBesos multiplicados por sí mismos.
¡¡¡Pero qué bien escribes, pardiez!!! Me ha encantado la historia, pero si no lo hubieras hecho del modo en que lo has hecho no hubiera sido -como es- matemáticamente perfecta.
ResponderEliminarBuen finde, Macondo.
Siempre tan generosa con mis escritos, Sara. Muchas gracias.
EliminarBuen finde también para ti.
Muy buen relato Macondo, me encanto la explicacion del autor. Buena manera de tejer palabras. Un beso felicitaciones
ResponderEliminarMuchas gracias, Demian.
EliminarUn abrazo.
Ir a la raíz de las cosas de la mano de la experiencia es siempre el mejor camino para encontrar la solución a todos los problemas. Saludos.
ResponderEliminarLo has clavado.
EliminarSaludos.
Eres genial, Chema. Si no me explicas lo de la raíz la que se queda cuadrada soy yo :P
ResponderEliminarBesos.
Tú es que eres más de multiplicar que de dividir.
EliminarBesos.
Y de su bondad que no los reciba con la escopeta.
ResponderEliminarMás saludos, Julio David.
Lo de la nota de autor es un puntazo. Buena semana
ResponderEliminarBuena semana también para ti, Mª Ángeles.
EliminarExcelente publicación que nos ensena a podar el problema de raíz.
ResponderEliminarUn gran abrazo!!
De eso se trata, Ricardo.
EliminarOtro gran abrazo también para ti.
Y...
ResponderEliminar√-5 = 2,23 i
Donde
i = √-1
Eso ya se me escapa.
Eliminarme ha parecido muy intersante
ResponderEliminarMe alegra que te resultado interesante, Inma.
Eliminarme gustan los relatos con moraleja, perfecto
ResponderEliminarGracias.
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