REEDICIÓN (edición: 24/05/2013)
Cuando
nació Joaquín habían transcurrido
veinticinco años desde que mi madre se tomara el merecido descanso tras dar a
luz a mi hermana la pequeña, su séptimo hijo. Era el primer eslabón de una
nueva generación y en absoluto supuso excepción a la regla de que el que da
primero da dos veces. Fue acogido con la tremenda ilusión de ser el primer
nieto y el primer sobrino de mi familia. Los más sensatos decían que habíamos
olvidado lo listos que son los niños. Los demás pensábamos, sin atrevernos a
manifestarlo, que a los padres de Einstein también les parecería un fuera de
serie su Albertico y estaban en lo cierto. El abuelo, que nunca fue demasiado
cortado en sus manifestaciones, perteneciendo evidentemente a este segundo
grupo se salía claramente del discreto comportamiento general. El que no
quisiera darse cuenta de que ese niño había sido bendecido por los dioses con
una mente privilegiada era imbécil. Y si hacía falta establecer comparaciones
con los inútiles de sus hijos a esas edades, no había ningún problema. Con unos
pocos meses tenía una lucidez que la mayoría de nosotros no habíamos alcanzado
al hacer la Primera Comunión.
Creo
que aún no había cumplido los tres años cuando decidí poner a prueba su agudeza
y los resultados fueron tan espectaculares que estuve a punto de formar grupo
aparte con mi padre. Cogí ocho o diez cuartillas. En la parte superior de cada
una de ellas hice un dibujo distinto y en la inferior escribí el nombre del
correspondiente objeto. Después de habérselos enseñado varias veces, el niño
nombraba correctamente el objeto tapándole el dibujo y enseñándole solo el
letrero.
Los
primeros pasos del chaval en el mundo de los ordenadores y videojuegos no
hicieron más que reforzar mis argumentos. Recuerdo cuando los Reyes le dejaron
una Nintendo, con un juego de fútbol. Toda mi
ilusión era leer el libro de instrucciones, con objeto de poder
enseñarle lo que tenía que hacer para
que el futbolista moviera el balón. Cuando fui a explicárselo comprobé avergonzado
que, sin que nadie le hubiera dicho nada, estaba consiguiendo que su delantero
marcara un gol de chilena por toda la escuadra. Con el paso del tiempo fui
dándome cuenta de que todos los críos de esa generación venían de fábrica con
un chip, del que los mayores carecíamos, que les permitía hacer intuitivamente
muchas de las cosas que nosotros teníamos que esforzarnos para aprender. En el
fondo me tranquilizó llegar a la conclusión de que mi sobrino era simplemente
inteligente. A menudo había oído que los superdotados tienen más dificultad
para ser felices.
Siempre
he pensado que una de las cosas más difíciles en esta vida es educar a un niño.
Más complicado cuanto más numerosas son las familias. Dos padres para corregir,
frente a los abuelos y los tíos para malcriar. En este caso incluso se daba la
circunstancia de que mi cuñado, el padre de la criatura, con frecuencia se
pasaba a nuestro bando como si no fuera con él la cosa. En más de una ocasión nos hizo reír diciéndole a
su hijo con todo el morro del mundo: "Como se dé cuenta tu madre de lo que
estás haciendo te vas a enterar".
El
caso es que el chaval, por las dotes
educadoras de mi hermana o de milagro, nos salió muy civilizado. Incluso he de
decir que reeducó a sus mayores. Nos ayudó a evolucionar. Gracias a su
comportamiento nos convencimos de que un chico por el hecho de llevar una
cresta de pelo teñida, un piercing o un pendiente, no tenía necesariamente que
ser un delincuente.
Ese
es mi sobrino Joaquín. El primero. Sin necesidad de que él lo haya fomentado, aunque tampoco le importe,
sus primos también han asumido su condición y la respetan. El primero es el
primero y luego vienen todos los demás.
Es que eso parece, los niños de hoy traen un chip que nosotros no. Vienen menos arrugados cuando nacen y un poco-mucho mas listos que nosotros.
ResponderEliminarTu sobrino y mi Bella lo corroboran.
Un besote
Mi padre decía que incluso físicamente nacen más adelantados. Que nosotros tardábamos un tiempo en poder levantar la cabeza de la almohada y mi sobrino lo hacía nada más nacer.
EliminarTu bella todavía tendrá el chip más perfeccionado, porque mi sobrino del que estoy hablando podría ser perfectamente su padre.
Un beso.
¿Ves por lo que siempre te digo que tienes que escribir más a menudo? Porque tienes chispa. Visto objetivamente hablar de tu sobrino Joaquín ¿cuánto interés puede tener? Pues el mismo que si yo hablo de la seta por ejemplo, y sin embargo lo has convertido en un relato delicioso por tu forma de expresarlo y los puntitos de humor.
ResponderEliminarSólo puedo seguir diciendo que quiero más.
Besos
Pues te vas a quitar las ganas, porque tengo nueve sobrinos.
EliminarGracias, maja.
Besos.
Esque el primero es el primero amigo,a mi me pasa con mi hijo mayor, a veces pensaba y pienso este crio es super listo, la madre que lo matriculo, cualquiera lo engaña, miralo como se espavila, despues descubri lo de los chips, efectivamente lo deben llevar, porque el pequeño tambien no veas se las sabe todas, y no hablo de pillo, sino de inteligente,yo a sus edades (4 y 6) me daban un raton de ordenador y lo hubiese mezclado con mis pin y pon y ala a jugar con el xDD y yo les veo a ellos en el ordenador, o las consolas, el movil... y alucino, nacen mas espavilados. ^_^ gracias por compartir, estoy con "Inmagina" deberias escribir mas, Like. Que pases buen fin de semana, besos
ResponderEliminarTe digo de tus hijos lo mismo que a Malque de su nieta. Aunque me he centrado más en su infancia, mi sobrino anda por la treintena.
EliminarBuen fin de semana también para ti.
Besos.
El primer sobrino es especial, el mío además cuenta con la cosa de tener solo ocho años menos que servidor, con lo que cuando a mi hermano y a mí nos lo dejaban al cuidado pues eso, que está vivo de milagro el pobre.
ResponderEliminarEs curioso que ahora que eso, cuenta ya con 32 años, aun le vea y le salude con un beso, en el fondo creo que siempre será un niño como lo soy yo para su padre, mi hermano.
Estoy de acuerdo con la choni poligonera, debes escribir más a menudo.
Abrazos.
Por lo que veo tu sobrino es poco más mayor que el mío y tú eres un chavalín también. Pero tranquilo, que el día que nos conozcamos no te daré un beso.
EliminarNo sé de dónde le sale a la pobre Inma lo de "la choni poligonera". Me lo he perdido.
Un abrazo.
Yo creo que vos creés eso. Los otros lo deben querer matar por còmo se le cae la baba al tío. Cada uno de ellos debe querer ese lugar. je. Pero bueno. Me alegro. Me hizo acordar a cuando le habia enseñado un truco a mi hijo que consistìa, a sus tres años, en repetir el ùltimo nùmero. entonces yo le preguntaba ciento veinticinco dividido cinco o nueve dividido 3 y el repetia, 5 y 3 respectivamente y todos creian que sabìa hacer cuentas. Una pavada total. saludos mac. un beso a todos tus otros sobrinos. je
ResponderEliminarCuando hable de los otros verás que cada uno tiene su hueco en el corazón de su tío. Lo comprobarás enseguida con la siguiente, que además es ahijada.
EliminarGracias, Fernando.
Un abrazo.
Eso lo dices tú, que serás una chavalica como mi sobrino con el chip incorporado.
ResponderEliminarBesos.
Antes nacían con un pan bajo el brazo. Ahora vienen con una Xbox. Jajaja. Yo fui la última (bueno, unos cuantos años porque en realidad la última es mi hermana pero es que soy bastante más mayor que ella) y tiene muchas ventajas, oye. Un besote!!!
ResponderEliminarTú hablas desde tu chip incorporado, claro. Así cualquiera.
EliminarBesos.
Los escritos sobre tu familia nos remiten siempre a lo esencial, a aquello que no se puede comprar ni pagar con dinero. Esta entrada, en concreto, me parece un precioso regalo a tu sobrino y nos lleva a nosotros, tus lectores, a una tierna complicidad. Veo que es la primera de una lista de 9 entradas, una para cada uno de tus sobrinos. Muy bien, Chema.
ResponderEliminarVivimos en un mundo donde todo avanza sin parar pero tú también tienes tu chip incorporado, distinto pero valioso, que te permite pensar, comprender, aprender y formarte continuamente. También crear un programa para facilitarle el trabajo a un amigo de GM o hacer crucigramas y eso no lo consigue cualquier mortal. Cuando hablas de ti, siempre lo haces con humildad. Una humildad que no hay que confundir con la falsa modestia que no deja de ser una vanidad hipócrita.
Buen fin de semana y un fuerte abrazo, Chema.
Yo no tengo chip, pero como soy tozudo (mallacán) suelo terminar sacando adelante la mayoría de las cosas que me interesan. Ya sabes... lo de sacar mendrugo.
EliminarEfectivamente, mi idea es hacer las nueve entradas. Tendré que agradecer a mis sobrinos que sean mi musa en un momento en el que no estoy especialmente inspirado.
Buen fin de semana (ya sólo domingo) también para ti.
Un fuerte abrazo, Karima.
Tienes un Mail :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Malque.
EliminarCuanta razón tienes, el primero es el primero. Recuerdo a mi primer sobrino del que soy madrina y fue una ilusión increíble.
ResponderEliminarOtro voto porque escribas más. :P
Besazo
Yo soy padrino de la segunda y del séptimo, además del hijo de unos amigos que está en medio de los dos.
EliminarBesos.
Debes ser un buen padrino cuando te adjudican tan a menudo el cargo. Da gusto leerte cuando haces entradas como ésta, en las que te implicas familiarmente, además ya te lo hemos dicho en otras ocasiones, escribes bien, muy bien, se te puede sacar mucho partido, jajaja. no dejes de hacerlo, por favor, entre col y col...repollo.
ResponderEliminarSeguro que en tu etapa también eras muy bueno en algo...chapas, peonza, lima, damas, ajedrez y tantos otros, ahora son engendrados en una era tecnológica y como es natural ya nacen con las nociones mínimas. Antes antes, nacían con los ojos cerrados y ahora los tienenabiertos a la vida desde el primer momento. ¡ cómo cambiamos!
Buena entrada, Chema.
Besos apretaos.
Más que buen padrino es que los solteros somos muy apropiados para desempeñar esa función. El mío lo era (soltero) y desde luego mucho mejor (padrino) que yo. Otra hermana me comentó que había pensado también hacerme, pero que al tener ya tres ahijados se había compadecido de mí. La verdad es que considero un honor que alguien te haga padrino de su hijo.
EliminarNo sé realmente si era bueno en algo. Como estudiante, desde luego, no. Tampoco como deportista. De crío jugaba al fútbol de portero, pero no destaqué. Sólo era pundonoroso. Quiero decir que me metían muchos goles, pero sangre en las rodillas me hacía. La informática no se me daba mal, pero sin el chip mencionado.
Gracias, maja.
Besos apretaos.
Eso es algo que ha muchos adultos les hace falta aprender... Que pertenecer a una u otra tribu no es motivo para llamar a la inquisición.
ResponderEliminarUn hurra por Joaquín!!!
Y un beso para ti!
El hábito no hace al monje, como dice el sabio refranero.
EliminarBesos.
Es que en nuestra generación -supongo que la compartimos- la intuición se desvalorizaba. Todos podemos aprender lo que sea si creemos en ello o, mejor dicho, si ni siquiera se nos ha pasado por la cabeza que no pueda ser así. Abrazo!
ResponderEliminarGracias por tu punto de vista, Fedora.
EliminarUn abrazo.
Pues nada a disfrutar de esa familia y sobrinos durante muchos años.
ResponderEliminarUn abrazo Macondo.
Gracias, Rafa.
EliminarUn abrazo.
contar historias es todo un arte y creeme que tú lo tienes. HAs convertido una historia de familia en un exquisito relato que nos lleva desde principio a fin.
ResponderEliminarPor cierto, ya estoy escribiendo mi auto-macondeada... cuando la termine la publico.
saludos
carlos
Gracias por tu generosa opinión de mi historia, Carlos.
EliminarCon respecto a lo que comentas como "auto-macondeada", espero que no te refieras a que estás respondiendo a las preguntas de la "macondografía" para publicarlas en tu blog. Sinceramente no me parecería bien.
Un abrazo.
NO, NO SE PREOCUPE...
EliminarUN ABRAZO.
TENGO UNA AUTOENTREVISTA PUBLICADA HACE ALGUN TIEMPO EN UNO DE MIS BLOGS... OCT 2012}
Eliminarhttp://desapolillandoarchivos.blogspot.mx/2012/10/autoentrevista.html
Ya me extrañaba que quisieras hacer eso. Me parece que las entrevistas tienen más sentido cuando las preguntas te las hacen los demás y son publicadas en sus propios medios. De todas formas me ha gustado la que me has enlazado, porque me ha permitido conocerte un poco más. Algún día me gustaría hacerte la "macondografía".
EliminarPor cierto, aprovecho para decirte también por aquí que me encanta cómo escribes. Hace poco tiempo que te conocí, pero enseguida me engancharon tus relatos.
Un abrazo... y tutéame, por favor.
Será un placer contestar a tu macondografía...
Eliminarun abrazo
Carlos
Gracias, Carlos.
EliminarEntrañable entrada con la que has conseguido que sintamos a Joaquín como un poco sobrino nuestro también y que le reservemos un hueco en nuestro corazón. Es lo que se consigue con el arte de escribir tan bien.
ResponderEliminarCariñoso abrazo :)
Las vacaciones todavía han sido capaces de añadirle a tu generosidad habitual un punto más. Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, María Pilar.
¡Qué bonito! Y me llega porque yo soy la primera de muchos :)
ResponderEliminarTambién tú serás especial para tu familia.
EliminarSaludos.
Me encantan tus entradas, sea el tema que sea, es una gozada leerte y releerte, miarma.
ResponderEliminarBesos.
(Voy atrasadilla, estoy muy liada ahora), pero vengo...
Últimamente estoy un poco vago y vivo de las rentas de reediciones. He decidido retomar las nueve entradas de los sobrinos.
EliminarBesos.
Tu sobrino Joaquín es muy afortunado por tener un tío como tú.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Toro.
EliminarSaludos.
Parece tu ojito derecho, y con razón, que le disfrutes mucho. Y él a ti.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias.
EliminarUn abrazo.
Tú que eres muy de refranes, conocerás aquel que dice: a quien Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos. No sé si tienes hijos, pero lo que está claro es que tienes un sobrino fuera de serie. Y, por supuesto, el hábito no hace al monje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como no tengo hijos, a ese refrán le di la vuelta en el Refranuevo: "A quien el diablo no le de hijos, Dios le da sobrinos".
EliminarUn abrazo.
Cualquier tema que nos cuentas lo haces de forma y manera que es una gozada.
ResponderEliminarEvidentemente tuve antes sobrinos que hijos, cosas de ser el hermano pequeño, lo que hace que el primero siempre le tenga una preferencia especial.
¡Además es muy listo!
;)))
Un abrazo.
Muchas gracias, Alfred.
EliminarYo me quedé en los sobrinos.
Un abrazo.
¡Hola!
ResponderEliminarQué entrada tan tan preciosa.
Me ha recordado a lahistoria de mis hijos. Fueron los primeros por mi parte así que mis padres, mis abuelos, mi hermana, mi tío, mis suegros...estuvieron todos malcriando. Y por algún milagro mis hijos también son civilizados, y estudian(acaban una carrera y empiezan otra), trabajan, ayudan a los demás, nos ayudan a nosotros(ahora mismo están pintando el salón y las puertas del pasillo con su padre) y como decían mis padres, nos han traído luz y alegría, son lo mejor de nuestra vida.
Ojalá mis hijos y tu sobrino se conocieran.
Muy feliz martes.
Celebro que te haya gustado. Muchos de mis actuales seguidores no la habíais leído cuando la publiqué hace más de siete años.
EliminarUn abrazo.
Me alegro de haber tenido la oportunidad de conocer esa parte tuya tan íntima y emotiva que no sueles prodigar en tus publicaciones, estimado Chema. Sin embargo, gracias al cariño y admiración que te inspira tu sobrino Joaquín, nos has obsequiado con un entrañable y estupendo homenaje a esta personita que por ser el primogénito descendiente de la familia, supuso un antes y un después de su nacimiento para todos vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es como tú dices. Joaquín fue el principio de una nueva generación en mi familia, con todo lo que eso conlleva.
EliminarComo habrás visto en el paréntesis que viene en el título, a la de Joaquín le siguen las ocho entrados de los siguientes sobrinos.
Un abrazo, Estrella.
No necesitas de cuentos tradicionales para demostrar tus dotes descriptivas y tu humor desinhibido y risueño.
ResponderEliminarLos niños de ahora ya salen sabiendo bastante más que los manuales de instrucciones ilegibles.
¿Cómo no va a ser así, si cuando nací las madres decían a los tres o cuatro días que su bebé había abierto los ojos y ahora nacen con ellos abiertos y con nociones de inglés?
Un abrazo y gracias por escribir así.
!Ahora es una bendición, poder sonreír.
Lo de las nociones de inglés podría haberlo dicho perfectamente mi padre. Decía que nuestros cuellos —los de sus hijos— tardaban días en tener fuerza para sujetar la cabeza, sin embargo su nieto enseguida la había levantado para saludar a su abuelo.
EliminarUn abrazo.
He recibido esta entrañable entrada en mi lector de suscripciones "Feedly" y te quería mandar un fortísimo abrazo.
ResponderEliminarKarima.
Muchas gracias por seguir ahí.
EliminarYa ves que desde que no estás para vigilarme me he hecho un vago se siete suelas y me dedico a vivir de las reediciones.
Un fuerta abrazo, Karima.
Pues eso no puede ser, con lo que tú vales y lo bien que escribes. Mira que voy a tener que volver para vigilarte de cerca…
EliminarQue bonito Macondo, yo también soy prima , es niño llamado joaquín es un privilegiado, no por haber nacido el prime, si no por lo que os da y a ti te ha inspirado de lujo.
ResponderEliminarPor fin solucioné el problema, era la tarjeta gráfica...
Un abrazo y feliz martes.
Celebro que haya solucionado tu problema, Carmen. Hasta que te falla el ordenador no te das cuenta de lo dependiente que eres de él.
EliminarUn abrazo.
Saludos me ha alegrado conocer un poco el entorno familiar, aunque es de notar que tiempo ha pasado entre el instante original del escrito y hoy, y supongo algunos cambios han tenido que ocurrir. En todo caso el relato me hizo tambien recordar un poco la historia de la familia propia. La historia aqui compartida al ser personal es muy valiosa
ResponderEliminarEvidentemente han cambiado muchas cosas. Siete años y medio es mucho tiempo, sobre todo hablando de personas tan jóvenes. Mi sobrina la pequeña (9 de 9) era una niña cuando se publicaron estas entradas y ahora está terminando la carrera de Derecho. Los demás ya están trabajando, cada uno en lo suyo.
EliminarUn abrazo.
El primero es el que abre camino a todos los demás. Siempre es especial, no sé el motivo.Al principio todos los arrumacos son para él, y luego se ve desplazado por los siguientes. También se le exige más por eso de ser el mayor. Yo he sido la pequeña de todos los primos, y no me ha ido nada mal, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo
La pequeña —como tú— nunca deja de serlo, por muchos años que pasen. Te revelas a que deje de ser una niña y siempre la tratas un poco como si lo fuera.
EliminarUn abrazo, Rita.
Muchas veces son ellos, los niños, los que nos dan las mejores lecciones.
ResponderEliminarSolo hay un primer puesto, eso está claro, pero todos son maravillosos además de dignos provocadores de homenajes tan bonitos como los que les has dedicado. Son como musas; cada uno tiene un don (o varios), y todos y cada uno destilan ternura, tanto como las palabras de su tío… La carta a tu ahijada María, PRECIOSA… Así como las anécdotas de los Reyes Magos y Papá Noel: la una por su disimulo, y el otro por pillarlo al vuelo
Aficiones, personalidades…
En definitiva: un entrañable y hermoso recorrido por cada uno de ellos. Me los quedo todos 😉
Un verdadero placer, querido amigo.
Abrazo grande, y muy feliz noche 😘
Los enlecé uno con otro cuando los publiqué en 2013, pero no esperaba que te los leyeras todos de golpe. Te lo agradezco, aunque voy a ir republicándolos uno a uno.
EliminarMuchas gracias, Ginebra.
Un fuerte abrazo.
El primer sobrino/a es el rey o reina de la familia. Salga como salga.
ResponderEliminarSaludos
Así es, Karin.
EliminarSaludos.
De tal tío, tal sobrino.
ResponderEliminarFelicita a ese sobrino por el tío que tiene que vae un imperio.
Besos
Gracias, hermosa.
EliminarBesos.
Tu sobrino Joaquín es muy afortunado de tener una gran familia, y sobretodo de a un tío maravilloso como tú.
ResponderEliminarYo tengo cuatro sobrinos, y la mayor, es la más especial y es quien abrruo el camino para los otros tres.
Feliz semana, Macondo
Muchas gracias, Mamen.
EliminarFeliz semana también para ti.
Lo complicado de la crianza o a veces tan solo la convivencia con un niño en formación en la familia. Por eso siempre fui y seguiré siendo libre de hijos.
ResponderEliminarHay gente que tiene hijos porque considera que ha llegado el momento de tenerlos, sin pensar la responsabilidad que eso conlleva o debe conllevar.
EliminarDe casta le viene al galgo... Así que seguro que tu sobrino será otro gran descriptor al igual que tu, Chema.
ResponderEliminarAbrazos y feliz semana !!!
Muchas gracias, Joaquín.
EliminarFeliz semana.
Un abrazo.
Parece buen chaval, orgullo de tito, es reconfortante escuchar como hablas de él.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Amapola.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito,Chema. Se nota el cariño y el amor por Joaquim en cada palabra. Eso es porque es un niño afortunado, y un niño afortunado hace a sus padres, y en este caso a sus tíos también más afortunados aún. Cada vez que se mira algún niño/a, los hijo/a, sobrino/a, nieto/a... se te lleva un trocito de alma, y eso es suficiente para que tratemos de hacer lo posible por ellos.
ResponderEliminarUn abrazo, e iré conociendo tu historia poco a poco.
Las entradas están hechas hace más de siete años, pero vienen ocho más. Y eso que no me he puesto con las sobrinas nietas.
EliminarUn abrazo, Pepe.
Qué hermoso texto, Macondo, tiene suerte tu sobrino de tenerte de tío.
ResponderEliminarSiempre he pensado que cada uno es un mundo diferente y que de esa manera debemos tratarlos, dándoles su propio espacio.
Un beso.
Gracias, Carmela.
EliminarIncluso siendo del mismo padre y la misma madre, en muchas ocasiones se parecen como un huevo a una castaña. Eso es lo bonito.
Un beso.
¡Hola, Macondo! ¡Ay! Cada nueva vida es un motivo de alegría y todo un aprendizaje. Recuerdo de niño cuando yo era el encargado de programar el vídeo VHS a mis padres, y ahora soy yo quien les pide a los niños que reconfiguren la tablet o la Wifi. Parece como si cada generación esté sincronizada con la época que le toca vivir. Precioso texto y ¡magnifica imagen con la que lo encabezas! Ja, ja, ja... Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarYo cogí los ordenadores cuando te tenías que currar muchas programaciones. Ahora que es todo más sencillo, los entiendo menos y me gustan menos. De móviles ni me hables.
EliminarEl escudo es por él, que yo soy del Zaragoza. Aunque en estos momentos nos dé pocas alegrías, ahí sigo.
El lunes publicaré mi participación en el microrreto. Ya te pasaré el enlace.
Un abrazo.
Como se suele decir Joaquín es" tu ojito derecho" por como cuentas su vida y tu relación con él. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo Chema.
Puri
Yo creo que lo del favoritismo te lo parecerá con cada uno de los nueve. Ya me lo dirás.
EliminarUn abrazo, Puri.
Los niños se acomodan a sus tiempos. Ahora son ciber e internautas. Actúan en su medio y se defienden, mientras nosotros tuvimos que superar al analfabetismo informático y virtual, a troncas y mochas. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarOtro abrazo para ti, Carlos.
EliminarJoaquín, es un gran ejemplo para todos nosotros, mi querido amigo Macondo.
ResponderEliminarY por el escudo sin vacilación alguna puedo decir : Hala Madrid.
Fraterno abrazo!!!
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Por alguna inexplicable razón, pasando el rato con el móvil, me ha aparecido este blog(concretamente me ha enlazado a esta entrada sobre "joaquin") No se porqué, pero ha sido una sensación rara leerla. Un millón de imágenes, y de recuerdos me han puesto la piel de gallina. Siento que conocí al sobrino del que habla..... Puede ser que le diese el título de tío por primera vez, un 13 de septiembre?? Si me equivoco, disculpe, esque lo que leo me ha resultado muy familiar....
EliminarDesde luego tu entrada derrocha cariño por tu Joaquín, qué bonito Chema. Y sí que me da que ya vienen con un chip de origen jajaja
ResponderEliminarEs muy bonito el cariño que se nota por los tuyos. Gracias por compartir estos trocitos tan auténticos.
Besos
Tu joaquín estará feliz con esto.
ResponderEliminarQue cierto es lo que cuentas amigo. Siempre el primero lo será. De mi familia, mi hijo mayor fue el primer nieto y el primer sobrino y siempre ha sido el ojito derecho de todos. Se llama Francisco.
Buen fin de semana. Cuídate.
Un abrazo.