Espero
que a mi futura sobrina-nieta no le suceda como al protagonista de Filomeno a mi pesar, novela de Gonzalo
Torrente Ballester que ganó el Premio Planeta en 1988. No la he leído, porque solo llegué al de 1984, pero se
deduce por el título que no le gustaba su nombre. Y no es de extrañar, porque
se las trae, aunque sea verdad eso de que el hábito no hace al
monje. La única Filomena que se conoce en mi familia es una persona
absolutamente normal y encantadora, pero no deja de ser una putada que te
bauticen con semejante nombre. Es como para vengarte de los responsables cuando
llegas a la edad de defenderte por tu cuenta.
Estoy
empezando a plantearme si aquello de no poner una Barbie en la vida de mi ahijada pudo afectarle más de lo que yo
pensaba, porque eso de querer llamar Ariadna a una hija me parece que tiene que
ser consecuencia de algún trauma infantil. En nuestros tiempos no existían esas
cosas, pero en los de ella ya se habían inventado. Y no digo que sea como
ponerle Jeniffer o Sheherezade, pero le anda a continuación. Con los nombres de
toda la vida tan sencillos y bonitos
como hay. No me vaya usted a comparar con una Cristina, o una Elena, o una Ana,
o una Isabel, o una Marta, o una Pilar (tan de la tierra)… o mismamente María,
como se llama ella.
El caso es que si fuera chico quería ponerle
Carlos, un nombre como Dios manda. Nada más enterarme me acordé de mi abuela
paterna, que tenía tanto sentido del humor como religioso. Cuando vio que su
hija no tenía demasiada prisa por aprender a hablar, ofreció por la causa al
Sagrado Corazón de Jesús llevar hábito de carmelita durante un mes. Los
resultados fueron tan satisfactorios, que decía entre risas y veras: “Vestí el hábito para que hablaras, pero
ahora volvería a vestirlo para que te callaras”. Pues en eso pensé yo. En
trasladar al caso actual y a mi persona el ofrecimiento, poniendo como
condición que fuera varón. Y no porque me importe el sexo del la criatura, sino
por librarle de llamarse Ariadna.
La
ecografía ha venido a decirme que no tengo demasiada mano en las Altas Esferas.
Para mí que ha tenido algo que ver mi examiga Susana, que me retiró la palabra y creo que incluso planteó
mi excomunión a la Santa Sede a raíz de mi entrada cachondeándome de la forma
de hablar de los curas.
La
cosa está en que aún no ha nacido la niña y ya estoy en deuda con ella, por
haberme librado de tener que vestirme de monja carmelita. La mejor forma de devolverle
el favor hubiera sido librándola de semejante nombre y en eso estábamos. Empecé utilizando el sistema de la amenaza velada: “Me
gusta que la niña vaya a llamarse así para poder llamarla Ari, como el perro al
que tanto quería mi padrino”. En vista de la falta de resultados, decidí prescindir de solapamientos: “Estoy
esperando a ver cómo pronuncian Ariadna los más viejos del lugar (el pueblo de Poleñino) para hacerlo yo de la misma
forma”.
En
algunos lugares de esta bendita tierra aragonesa se utiliza mallacán, una preciosa palabra (que incomprensiblemente se pierde
el diccionario de la RAE) para referirse o los suelos pedregosos difíciles de
picar. Pero no es esa la acepción a que quiero referirme, sino a la que por
extensión se nos aplica a las personas tozudas. No me importa que se me tilde
de prepotente (hace años que no tengo abuelas para que me hagan esa labor) si
digo que con la cantidad de cualidades que me adornan (casi todas menos la
belleza) la jodía de mi ahijada ha ido a heredar uno de mis defectos.
Quiero decir que seguimos como estábamos: ARIADNA.
Pero
hay que ser positivos. Como dice un amigo mío, lo importante es lo principal. Al
final terminas acostumbrándote al nombre y lo que cuenta es la persona. Y con que
la niña se haga querer la mitad que la bruja de su madre, cariño va a sobrarle.
Definitivamente creo que la personalidad hace al nombre y no al revés. Hay en la historia personajes de nombres no muy agraciados, pero muy reconocidos y aceptados.
ResponderEliminarA mí en lo personal no me desagrada ese nombre.
Saludos :)
Está claro que el nombre es lo de menos y lo que importa es la persona.
EliminarSaludos.
Y con nombres tan bonitos como hay, pero igual Ariadna no me desagrada. Es preferible eso a llamarse Jocelyn o Britney o Teófila sin agraviar a nadie que ya bastante tiene uno con cargar nombres feos para que encima se burlen de ellos.
ResponderEliminarbeso.
Me pones unas alternativas (como las que yo he puesto de Jeniffer y Sheherezade) que al final va a terminar gustándome el nombre.
EliminarBeso para ti.
Bueno creo con ser tu ahijada ya lleva la delantera, cariño no le faltara, Importante :), y luego a lo mejor le pasa un poco como con mis hijos, que me devané los sesos con los nombres, fui exigente con se les dijeran completos, sobre todo con el mayor,y a la larga a uno le dicen "canche", y al otro "José" y el segundo dio una época por quererse llamar: "gordito, superman, lagartija", un fuerte abrazo Chema
ResponderEliminarLa ahijada no es ella, sino su madre. Evidentemente que no va a faltarle cariño. Y, tienes razón, al final ya puedes tener el nombre más bonito si terminan llamándote Gordito. A mí nadie me ha llamado nunca por mi nombre (José María), lo que tampoco me importa porque no me gusta. No me atraen los nombres compuestos.
EliminarUn fuerte abrazo para ti, Regina.
Con una hija de nombre Yesenia y un nieto de nombre Yaret, me limitaré a decir que comprendo tu estado de ánimo. Y sí, te acostumbras. Claro que me ayuda mucho que mi hijo se llame Daniel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que a las mujeres, para según que cosas, no se les puede dejar solas. Sobre todo cuando les sale la vena original. Daniel sería porque te dejaron meter a ti baza.
EliminarUn abrazo.
Acertaste de pleno.
EliminarYa me parecía a mí. Daniel es un nombre no demasiado corriente y bien chulo.
Eliminar¡Qué le vamos a hacer, Chema! Feo no es el nombre, que a mí me gusta. Si miras el significado, a lo mejor te gusta más. "Bondadosa". Y en lo de como le llamarán en el pueblo, pues eso: "¿Y dices que le ponen Adriana?", "Bueno, siempre le podremos decir Ari si no nos acordamos del nombre completo", etc. Pues eso, lo que tú dices: o le llamarán Ari, como a la pointer, o como les dé la gana.
ResponderEliminarLola
Supongo que no pensarás que a mí me importa de verdad que la niña se llama Ariadna. El nombre no es que me vuelva loco, pero a los que tiene que gustarle es a sus padres. Otra cosa es que me haya venido bien la cosa para tocar un poco las narices y montar una entrada, que estoy últimamente poco inspirado.
EliminarBesos.
La verdad es que la “d” intercalada tiene tarea pero más delito (y peligro) tienes tú, desafiando a la Santa Madre Iglesia con promesas peligrosas en tu precaria situación. Me ha encantado tu entrada, la ironía que le pones y me he reído mucho imaginándote vestido de carmelita :) ¡Valiente penitencia te hubiera caido!
ResponderEliminarComo dice Lola, quédate con el significado de Ariadna que por cierto es el mismo que el de mi nombre. Y los viejos del lugares probablemente acabarán llamándola Adriana o Ariana que son nombres bonitos. Así que tú mismo. Yo ya he asumido las variantes de mi nombre: Karina o Carmina.
Y no te voy a negar que la palabra mallacán te viene como anillo al dedo...
Un fuerte abrazo, Chema, y me alegro muchísimo por tu felicidad.
Veo que por lo menos mi representante Karima ha captado que estoy hablando en broma y que me da lo mismo cómo se llame la niña. Hasta el comentario de mi hermana (Lola, la abuela de la criatura) me ha dejado un poco preocupado.
EliminarUn fuerte abrazo.
¿Pero cómo se va a molestar contigo tu hermana, Chema? Con lo que ella te quiere y admira. Basta con tirar de hemeroteca para comprobarlo. Lo que pasa es que las mujeres somos así (lamentablemente), a veces más sensibles de lo normal y sin querer sacamos cosas de contexto. Nada más, luego se nos pasa. ¿O no lo sabes? Y tú, querido, siempre con más paciencia que el santo Job :)
EliminarUn fortísimo abrazo, guapo.
Lo de que no se ha molestado ya lo sé. Precisamente estuvimos haciendo unas risas el otro día con lo del nombre del perro de mi padrino. Lo que me había extrañado era que me diera demasiadas explicaciones, como si a mí realmente me importara demasiado el nombre de la niña. Lo importante es que venga bien, que lo otro es absolutamente secundario.
EliminarOtro abrazo para ti.
a mi el nombre me parece bellísimo
ResponderEliminartotal vos le decís como quieras
ariadna
es bellisimo
ariadna
ariadna
ariadna.
Deja a la niña en paz
Carlos
es feo.
tanto monarca
por favor
Deduzco que por el mismo motivo que no te gusta Carlos podrías haber escrito perfectamente "Fernando, a mi pesar".
EliminarNo te preocupes que a la niña la voy a querer lo mismo, se llame como se llame.
Gracias por tu visita, Fernando. Vuelve cuando quieras.
soy garriga, comenté no sé cómo desde otro mail. Claro que vuelvo
Eliminarsalgo que me echen
cosa que muchas veces, desgraciadamente, ocurre. Un abrazo mac. Fernando Martín Garriga Sarrasague Carrillo Berterreix Padilla Erramouspe Lopez Echenique
Esos son todos mis apellidos, segun rastreé, pero el que más me gusta fue mi bisabuelo que secuestró a una mujer en jujuy, porque el padre no consentía la boda y a punta de pistola levantó a un juez de paz, en Tucumán y formalizó la boda. Esa es mi sangre creo y toda la vasca que me corre. Hay un padilla que luchó con Guemes, cuando los realistas nos tenían a su merced, luego de vilcapugio y ayohuma y hay un carrillo en filipinas, en 1699. Mas no puedo decirte porque no me acuerdo, jejeje
En esta casa estás muy bien considerado, así que si quieres abandonarla será porque tú lo hayas decidido y no porque nadie vaya a echarte. Ahora sí que te tengo bien ubicado, con el árbol genealógico. Y mira por donde al final vamos a salir parientes, porque yo tengo Padilla de decimotercer apellido.
EliminarUn abrazo.
primo querido, a propósito, andaba necesitando unos euritos, podría ser?jajajaj
EliminarAlgún vínculo familiar debe haber, porque funciona la telepatía. Me has adivinado el pensamiento. Estaba pensando en ver la forma de dar un sablazo al triunfador primo argentino con motivo de la publicación de su libro, y se me ha adelantado con habilidad aplicando aquél consejo futbolístico que dice que la mejor defensa es un buen ataque. :D
EliminarA mí el nombre me gusta, lo que ocurre es que pronunciarlo es como un coñazo y para que termine en "Ari" o en "Ana" que es otra posibilidad, pues es una pena.
ResponderEliminarYo he sido muy dada siempre a los nombres españoles de toda la vida, sobre todo desde que se pusieron de moda los nombres extraños, porque se hacía para que resultara original y ¿Ahora que pasa? Que todas las niñas se llaman igual: Ivette, Ainhoa, Aina, Tania etc, y la mía que se llama Elisa es la que tiene el nombre original.
Besitos, tú sigue que el que la sighe la consigue, aunque luego te las tendrás que ver con la sobrina-nieta
No creas que tengo especial interés en salirme con la mía, pero había que caricaturizar un poco la situación.
EliminarBesos.
La querrás igual se llame como se llame.
ResponderEliminarEs verdad que ahora los nombres distan mucho de ser los clásicos de toda la vida, soy partidaria de que vayan ampliando el "santoral" porque también hay muchos clásicos que de verdad no se sabe en qué estaban pensando cuando los bautizaron con ellos.
Mi tío y mi abuelo paterno se llamaban EMERENCIANO y para más inri, se les decía cariñosamente abuelo y tito Ano, tal vez yo hubiera preferido entonces que se llamaran "Ariadno"
Besos, Chema.
Por supuesto que la querré igual.
EliminarCreo que si tu abuelo y tu tío se hubieran llamado Ariadno, al final se hubieran quedado igual con Ano.
Besos.
Pues a mí me gusta el nombre, Ariadna, me parece bonito, a ver, mejor que Jessica o Jennifer ya es, no hay comparación, yo en principio soy más de nombres cortos, porque los largos siempre se acaban acortándolos, Yolanda-Yoli, Madredetumujer-Foca... mis niñas tienen ambas nombres de cuatro letras, que no voy a poner porque son bastante raros y al final los dos juntos creo que darían muchas pistas a algún despistado lector.
ResponderEliminarAbrazos mozo, suerte con la criatura, que salga todo bien.
A mí también me gusta más que Jessica y Jennifer. Y también suelen gustarme más los cortos y, sobre todo, que no sean compuestos.
EliminarMuchas gracias por tus buenos deseos.
Un abrazo.
Bueno, el nombre no es feo, y creo que la cosa está en pronunciarlo. Mi hija que espera un bebé está también con esto de los nombres. A mí si es chica me gusta Elsa y a ella también aunque se inclina por Irene. Si es chico su marido y ella quieren ponerle Mario. En fin, ¿qué más da? hay que adaptarse a los tiempos, pero como Ana, nada.JAJAJAJA.
ResponderEliminarBesicos
No te rías, porque de todos el que más me gusta es Ana. Cada día me gusta más. Corto y sin complicaciones.
EliminarBesicos también para ti.
Bueno, Ariadna no está mal porque las Vanes, las Jenis, los Kevin, Jhonatan o demás especímenes...... bufff.... como que no.
ResponderEliminarA mi de toda la vida María. Y de chico Alvaro, Jon o Aitor. Si hubiese tenido retoños, esos habrían sido los nombres elegidos.
Besos para ti y para la futura criatura.
Desde luego coincido contigo en que las alternativas que planteas son mucho peores.
EliminarLa madre de la criatura se llama María. En los de chicos que te gustan, solo coincidimos en Álvaro.
Besos también para ti.
jaja que bruto eres, pues es un nombre bonito, peor seria pos no se, no dire ninguno por no ofender a nadie, pero Ariadna es majo, a mi me gusta, para gustos los colores filomeno xD sobre lo de la amiga Susana, pues si ya vi que se ofendio y dejo de estar por aqui, y me parece mu mal, porque este espacio es tuyo y pones en el lo que le da la gana, pero bueno tb es su derecho entrar o salir, yo esque me parto contigo, y si algo me molesta (que no es asi) pues me aguanto xD Ala, un abrazo, que llevaba dias sin pasear por aqui yo tambien, que tengas buena semana!
ResponderEliminarConste que yo no he dicho que no hubiera otros mucho peores. Ya que no te atreves tú, añadiré a los que ya he dicho: Elizabeth, Deborah, Jessica, y todos los ingleses que se te ocurran. Me parece una horterada ponerle a los niños españoles nombres ingleses. Por eso que soy muy bruto preferiría ponerle a un hijo mío Filomeno que Jonathan. Por lo menos tendría un nombre de su tierra y no le llamarían Jonatancico, como he escuchado alguna vez.
EliminarOtro abrazo para ti y que pases un buen resto de semana.
Nunca he sentido una predilección especial por los nombres, y todos me parecen bonitos. Además por feo que le parezca a uno cuando ya se nombra tantas veces hasta te suena familiar, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo Macondo.
Lo dices porque te llamas Rafael. Ya verías si te llamaras Jonathan y te dijeran cariñosamente Jonatancico si te parecerían todos bonitos y no te cagarías en to lo que se menea.
EliminarUn abrazo, Rafa.
Macondo amigo todos los nombres si le queremos buscar su puntito de guasa, yo creo que hay muy pocos que se libran del cachondeo, y si tiramos manos de los diminutivos el asunto es ya para cagarse, y el mío por supuesto no es una excepción. A mí desde que nací me han llamado Rafa, así me lo llamaban mis padres, mi familia, amigos y en todos los sitios. Pero imagínate como sé de algún caso que me llamaran Rafaelín o Rafita como el bailaor. No es que me fuese a molestar, ya que hay muy pocas cosas que a mí me molesten, pero con cincuenta y tantos años como que no estaría muy acorde, por aquello de la edad me refiero Cuídate y un abrazo.
ResponderEliminarPuedo apostillar tu comentario diciendo que yo conozco a un Rafael al que llaman Falito y anda por esas edades. A él tampoco le molesta.
EliminarUn abrazo.
Por los nombres casi podemos sacar la edad porque los nombres van por rachas y ahora Ariadna/Ariana lo llevan muchas niñas. En cuanto veas a esa preciosidad que está al llegr, te gustará todo de ella, hasta el nombre.
ResponderEliminarUn abrazo Chema.
De momento el nombre es lo que da juego, pero en cuanto aparezca la persona pasará a un lugar secundario.
EliminarOtro abrazo para ti, Pilar.
Ah mira, aquí antes está la responsable de que te conozca!!! A mí me encantaba que había muy pocas Saras cercanas a mí... Pero ahora, uf! regresaron, por donde sea me encuentro bebés y niñas otra vez con ese nombre.
ResponderEliminarAriadna es bonito nombre!!
Otro abrazo.
Le agradezco a María Pilar que haya hecho de embajadora de mi blog y a ti que te hayas hecho seguidora. Además has pasado a su historia por ser la número CIEN. Ahora voy al tuyo.
EliminarUn abrazo, Sara.
Ariadna.. tiene una hermosa historia mitológica... sinceramente.. a mi me gusta..
ResponderEliminarBesos. :)
Veo que tiene muchos más partidarios que detractores. Ya me temía que el raro iba a volver a ser yo. :D
EliminarBesos.
Qué bueno!
ResponderEliminarGracias, Carmen.
EliminarEstoy con un comentarista de más arriba. Mas de uno acabará llamándola Adriana.
ResponderEliminarel nombre no es feo, lo que ocurre es que no tenemos costumbre de oirlo.
Tu lo que tienes que hacer es consentirla mucho y regalarle muchas cosas. :P
Y lo de la barbie no lo echaría en saco roto... :P
Besazo
Lo de consentirla y maleducarla es mi obligación como tío, pero no me pidas lo de la Barbie que va contra mis principios. :D
EliminarBesos.