Cita del día
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CITA DEL DÍA: «El genio es un rayo cuyo trueno se prolonga durante siglos» (Knut Hamsum).-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
miércoles, 18 de junio de 2025
jueves, 12 de junio de 2025
viernes, 6 de junio de 2025
sábado, 31 de mayo de 2025
miércoles, 21 de mayo de 2025
El día señalado
Había terminado por resignarse a ser entregada al hombre que otros habían elegido para ella, por lo que no sentía ningún rencor hacia él. A un día tan solemne le había precedido una noche en vela. Trató de mitigar con el maquillaje las secuelas del insomnio y el sufrimiento. Se había hecho recoger el pelo en un discreto moño, por considerar que era el peinado más adecuado para la ocasión. La austeridad, que siempre había realzado su elegancia natural, presidía su atuendo. Ninguna joya. Una voz le indicó que estaba llegando el coche de caballos que pasaba a recogerla. Su respuesta fue ponerse en pie sin decir palabra y dirigirse con paso firme al portón de salida. Con el morbo de quienes observan a una res camino del matadero, un montón de ojos se posaron en ella cuando apareció en el umbral. El trayecto lo pasó absorta en sus pensamientos, hasta que alguien le abrió la portezuela y le ayudó a bajar. A menos de veinte metros estaban las escaleras. Hasta llegar a ellas, sintió un ligero temblor en las piernas. En lo alto, lo vio a él por primera vez, esperándola inmóvil con la solemnidad de un verdugo. Cuando estuvieron frente a frente, lo miró fijamente a los ojos. Notó que era incapaz de aguantarle la mirada, ni siquiera al amparo del pasamontañas que le cubría la cabeza, antes de invitarla, con un gesto, a poner el cuello en el cepo de la guillotina.
viernes, 16 de mayo de 2025
domingo, 11 de mayo de 2025
martes, 6 de mayo de 2025
jueves, 1 de mayo de 2025
viernes, 25 de abril de 2025
sábado, 19 de abril de 2025
domingo, 13 de abril de 2025
martes, 8 de abril de 2025
jueves, 3 de abril de 2025
sábado, 29 de marzo de 2025
lunes, 24 de marzo de 2025
viernes, 14 de marzo de 2025
La respuesta de doña Inés
que, metida en un convento,
domingo, 9 de marzo de 2025
lunes, 3 de marzo de 2025
miércoles, 26 de febrero de 2025
viernes, 21 de febrero de 2025
domingo, 16 de febrero de 2025
martes, 11 de febrero de 2025
jueves, 6 de febrero de 2025
sábado, 1 de febrero de 2025
lunes, 27 de enero de 2025
viernes, 17 de enero de 2025
Otra vida al revés
El micro que voy a reeditar apareció en este blog el 6 de diciembre de 2015 y, posteriormente, en mi libro Bitácora de Macondo, publicado en octubre de 2022. Está basado en La vida al revés, un texto, seguramente apócrifo, atribuido a Quino:
«Se debería empezar muriendo y así ese trauma quedaría superado. Luego te despiertas en un Hogar de ancianos mejorando día a día. Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión. Luego, en tu primer día de trabajo, te dan un reloj de oro. Trabajas cuarenta años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral. Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo, no tienes problemas graves y te preparas para empezar a estudiar. Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé. Y los últimos nueve meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central, roomservice, etc., etc. Y al final... ¡Abandonas este mundo en un orgasmo!».
Lo leyó en un periódico poco antes de comer y anduvo toda la tarde dándole vueltas a la cabeza. Trataba de acomodarlo a su vida y no le encontraba sentido. Cuando la acostaron seguía tan obsesionada que terminó soñando con el tema. Fue su último sueño antes de quedarse plácidamente muerta entre las limpias sábanas de su cama, en la residencia de ancianos donde había pasado los cuatro últimos y mejores años de su vida. Desde que las monjas la recogieran en la calle, desnutrida y sin ganas de vivir, allí había encontrado el cariño y el respeto que no había recibido nunca. Al salir del asilo, porque ya no era tan mayor como para poder ocupar una plaza, no cobró pensión alguna porque sus ingresos no le habían permitido ahorrar ni nadie había cotizado por ella para que pudiera percibirla. Por supuesto, no le dieron un reloj de oro en su primer día de trabajo. Le aguardaban más de cincuenta años de prostitución, bajo la tutela de chulos que la explotaban miserablemente y la maltrataban física y psicológicamente. No hubo juventud, porque entonces ya estaba trabajando. Tampoco las alegrías propias de la niñez, porque lo único que recibió fueron palizas y abusos de su padre desde su más tierna infancia. En la supuesta placidez del vientre materno, sobrellevó los sobresaltos e incertidumbres de un embarazo no deseado. Su vida no se apagó en un orgasmo, porque había sido consecuencia de una violación.